Jordi Milán, director de La Cubana
La televisión es portadora del virus vanitatis incontrolata
3 febrero, 2005 01:00Jordi Milán, por Gusi Bejer
Jordi Milán, según su currículum de presentación, "nace" en 1980, como buena parte de los miembros de su equipo. No es casualidad que esta edad profesional coincida con la de su compañía, La Cubana, que celebra estos días su 25 aniversario. Hoy llega al Teatro Gran Vía 66 de Madrid con Mamá quiero ser famoso, última producción en la que se parodia el mundo televisivo, espectadores incluido, y su inusitado protagonismo social.
Respuesta: Lo mismo que a usted y que a otras muchas personas: nada y mucho. Sin darnos cuenta, nos ha creado monodependencia. Es la portadora de ese virus llamado "vanitatis incontrolata".
P: ¿Es degenerativa la enfermedad de la "caja tonta"?
R: Puede serlo, porque te deja el cerebro seco... Y con el cerebro seco ya sabemos lo que ocurre: además de arrugado llega lo que se conoce como "tontitis aguda" y eso es peligroso, porque ya sabemos que a los tontos es muy fácil manipularlos.
P: ¿Estamos ante una demencia incurable?
R: Esperemos que no.
P: El espectador: ¿Culpable o inocente?
R: Culpable, sin lugar a dudas. Nos quejamos, pero lo hacemos apretando el mando a distancia, sin dejarlo ir. Como si lo tuviéramos pegado con "pegamento Glu". Y encima somos tan hipócritas que nos creemos nuestras propias excusas...
P: ¿Cree que los famas se harán con los cronopios?
R: No he leído el cuento de Cortázar. Lo siento.
P: ¿Ve contradicción entre televisión y teatro?
R: Según como se mire. La televisión tiene mucho de teatro y, en cambio, nos han hecho creer que todo lo que sale por televisión es verdad. Al teatro vamos a sabiendas de que todo es mentira, pero se dicen verdades. Sería interesante que supiéramos diferenciar lo que es verdad y lo que es mentira.
P: ¿En qué parte del escenario vive el sentido del humor?
R: Como en todo, en las partes bajas. En la parte del escenario más cerca de la calle..., a las personas. En el escenario de lo cotidiano es donde se produce y se recibe mejor el humor.
P: Ser o no ser... ¿ésa es la televisión?
R: "Ser"... con todo... con teatro, con cine y con televisión pero, eso sí, ¡a poder "ser" con imaginación!
P: ¿Apocalíptico o integrado?
R: Ni una cosa ni la otra. "A mi aire", eso sí, como todos, aguantando y apechugando, que es gerundio.
P: ¿Tiene la "caja" espacio para tanta basura?
R: Llegado este punto de la entrevista tengo que confesarle que no sé dónde estoy. ¿A qué caja se refiere? ¿Se refiere a la de caudales, verdad? Si es así... sí que cabe... cabe mucho... y cabe aún mucho más... la basura se paga muy cara últimamente.
P: Mójese: ¿Sardá, Wyoming o Buenafuente?
R: No veo muchas diferencias. Aunque disimulan, juegan más o menos a lo mismo. A Sardá lo conozco demasiado, son ya muchos años durmiéndome con él. A Buenafuente también lo conozco bien, aunque con otro acento. En la terraza de Wyoming, aunque sea de cartón piedra, por lo menos de momento corre el aire y parece que se puede respirar un poco mejor. Por lo menos si no te gusta tienes la opción de cogerlo y tirarlo por encima de la barandilla, de la terraza a la calle.
P: Aproveche y aconséjeles cómo empeorar el programa para conseguir más audiencia
R: No es muy difícil ese consejo... Que continúen en la misma línea, lo hacen bien... A ver si la gente se harta y viene al teatro.
P: ¿Qué le diría a Pérez... Estremera, claro?
R: ¿Quién es ése? Perdone, no soy culto. ¿No será ese señor de la Conferencia Episcopal? ¿El de los condones?
P: ... Bueno, ¿paga usted, entonces, por ver la televisión?
R: No me gusta volver a pagar por una cosa que creo que ya estoy pagando. Soy catalán. Soy tacaño.
P: ¿Se reconoce en los "sketches" de la parodia televisiva actual?
R: No. Sólo se parodian a ellos mismos.
P: ¿Qué tal se vive en estos momentos con una "cubana" de 25 años?
R: Pues nada, como todos los padres. Ahora que tenemos a "la nena" criada, a ver si la casamos... Por lo demás, de la misma forma que hace 25 años. Con ilusión y con las "orejeras de burro" puestas, y "pá lante". Poca cosa más... Bueno, sí.... Ahora tenemos un letrero de bombillas que se encienden y se apagan. Sólo eso.
P: ¿No tiene demasiado ceñido el formato revista?
R: Ceñidos nos gusta ir, esa es la verdad. Adelgaza. Con lo de la revista, cierto es que a veces somos un poco obsesivos. Ya lo sabemos. La revista se perdió, es una lástima. Aunque de vez en cuando nos gusta cogerla y meterle mano. Nos encantan las plumas. Es una enfermedad de nacimiento, dicen... No se cura con pastillas.
P: ¿Qué color de piel tiene su sarcasmo?
R: Es "tutti colori", alegre. Tiene los colores del arco iris. Este espectáculo (por Mamá quiero ser famoso) además, viene salpicado con pequeñs partículas de mala leche, mezcla de color verde agrio-limón y verde moco.
P: ¿Para cuándo un diccionario "a la cubana"?
R: Aunque suena pretencioso, ya existe en nuestra página web, pero sólo para los que entienden. Es sólo de uso interno.
P: ¿Cómo definiría la palabra FIN?
R: Pues nada... darme media vuelta, coger los trastos y volver a empezar... ¡y a otra cosa mariposa! Mañana, más.