éste es un homenaje a la tradición de la música jerezana y también un reconocimiento a la familia Méndez, con la grandiosa Paquera al frente. Jerez sin fronteras es una obra empapada de metáforas musicales, pero no se trata de un regreso al pasado, sino de un canto vivo, de sorprendente calidad, alejado de los mimetismos de otras épocas. Hay momentos sobrecogedores, como la toná, bajo la sombra y el magisterio de Antonio Mairena, a la que otorga un tratamiento tan auténtico como innovador. En esta primera grabación, con las sugerencias artísticas de Gerardo Núñez, el joven Méndez recupera un valioso legado, pero lo devuelve con nuevo espíritu interpretativo.