Alfonso Ussía
"Con el marqués de Sotoancho he convertido a un imbécil en héroe"
27 octubre, 2009 01:00Alfonso Ussía. Foto: Ical
Presenta hoy 'El diario de mamá', una nueva peripecia, y van diez, del marqués de Sotoancho
El mundo desternillante de Cristián Ildefonso Laus Deo María Ximénez de Andrada y Belvís de los Gazules, marqués de Sotoancho, vuelve a la vida con una nueva entrega de la saga de Alfonso Ussía. Muerta la madre, el marqués, hoy un fogoso setentón, lucha contra la crisis, invita a Garzón a cazar para librarse de su inquina y se apaña como puede con infortunios como los cuernos de su mujer colombiana y las ansias de herencia de sus cinco vástagos. En mitad de todos estos fuegos abiertos, aparece un fantasmal diario de su progenitora, "maldita la gracia", soltando incómodos improperios desde el pasado. El escritor y periodista jura que el personaje le ha salido rebelde, que es el marqués, y no él, el que se empeña en que la serie continúe.
PREGUNTA.- Sigue escribiendo historias del marqués de Sotoancho porque le da envidia su vida. ¿En serio?
RESPUESTA.- Sí, y cada año más, porque sus problemas son inexistentes, vive en un paraíso y lo de fuera no le importa en absoluto.
P.- Su marqués lleva ya 10 aventuras, ¿cuántas le quedan y adónde pueden llevarle?
R.- Yo tenía una amable discusión con Cela cuando le explicaba que este tipo se me escapaba, que me dominaba como escritor y yo acababa escribiendo lo que él quería. Cela me decía, tal como era él: "Lo que tienes que hacer es darle una hostia". Y yo no estaba de acuerdo, porque para mí aquello significaba que el personaje estaba vivo. Si yo estoy sentado un día en el Alfonso XIII de Sevilla y aparece él, lo vería como algo normal y le invitaría a una copa. A mí el marqués me relaja y me aleja de la política, de la columna diaria... Vázquez Montalbán llegó a más con su inspector. No sé adónde irá este personaje, probablemente lo que escribiré en la próxima sea una memoria de su niñez, porque me permitirá compaginar su historia de ayer con la actual.
P.- Hablando de la vida actual, en este libro Cristián se lleva a Garzón de cacería. ¿Quién más podría salir en lo venidero? ¿Las hijas de Zapatero, los protagonistas de Gürtel?
R.- Invita a Garzón a cazar, pero luego lo desinvita, que conste. Lo cierto es que estos que me nombras se me irán al pasado para la próxima novela. Desgraciadamente, no habrá góticas... lo que sí me gusta es que siempre haya experiencias reales y colocarlas en su momento.
P.- Como la crisis, porque La Jaralera se libra por poco de un ERE.
R.- Porque este libro lo he escrito en plena crisis, que aparezca no es cosa de última hora. Soy de los que cuando terminan un novela, la entregan sin poner ni quitar, directamente.
P.- La madre del marqués, para su suerte ya enterrada, reaparece en esta entrega. Con los disgustos que ha dado al pobre, ¿por qué decidió resucitarla?
R.- Yo había acabado harto de ella y la maté, pero cuando acometí este libro me di cuenta de que tenía que estar presente, porque es fundamental. Aparece de forma fantasmal a través de un diario recuperado, de unas páginas muy crueles escritas en pleno franquismo y que le han dado un toque de acción a la novela.
P.- Pérez Reverte dice que su Alatriste ha cobrado un matiz de verdadero personaje histórico. Salvando las distancias, ¿cree que su marqués ha hecho lo propio?
R.- Lo de Pérez Reverte tiene más mérito porque su personaje pertenece al Siglo de Oro y el mío al presente. A mí lo que me pasa es que mucha gente se cree que el marqués de Sotoancho soy yo.
P.- Algo de usted tendrá.
R.- En todos los personajes hay algo de su autor. Tiene cosas mías como también de mis amigos, y el propio ilustrador -Barca- le ha dado un aire propio. De mí espero que tenga las mejores cualidades.
P.- ¿Y no le gustaría verlo interpretado en cine o teatro?
R.- Pues ayer me llamó Mingote para contarme que soy un insensato, que debería escribir teatro porque los diálogos de este libro son, dijo, "perfectos". El caso es que yo más bien pienso en una serie de televisión. Lo que he hecho es poner fácil las cosas a los guionistas, por si alguien se atreve hacerla.
P.- ¿Quién haría de marqués?
R.- Si supiera disimular el acento asturiano, me encantaría que fuera Arturo Fernández.
P.- En la vida real, ¿cuántos marqueses de Sotoancho ha conocido?
R.- Pocos, porque este personaje que en principio es un señorito andaluz se convierte en una persona generosa, valiente, que trata bien a la gente. "Has convertido a un imbécil en un héroe", me dijo en otra ocasión Mingote. En cambio, marquesas sí he conocido a muchas como la madre.
P.- Nada que ver con el libro, pero acaba de fallecer Sabino Fernández Campo...
R.- Fue un hombre tan grande y tan fundamental para todos los españoles que no se puede resumir en pocas palabras, pero sí diré que es de verdad uno de los personajes fundamentales de la España del siglo XX.