Image: José Ángel Zapatero

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El Cultural

José Ángel Zapatero: "Resultaría higiénico para el sector publicar menos títulos pero con mayores tiradas"

25 febrero, 2010 23:00

José Ángel Zapatero. Foto: Menoscuarto

Con una facturación global de más de 33 millones de euros al año, 814 títulos y 4'10 millones de ejemplares, el panorama editorial de la región dista mucho de ser homogéneo. En Castilla y León conviven editoriales nacionales como Everest y sellos exquisitos, dedicados a incunables, como Silio. Nada que ver, aunque para todas, la Feria de Guadalajara del próximo mes de noviembre aparezca como un oasis y una apuesta de futuro en medio de la crisis. De eso, aunque sin concretar todavía autores ni proyectos, habla aquí José Ángel Zapatero, presidente del Gremio de Editores de Castilla y León, creador en 2004 de Menoscuarto, que lanza cada temporada unos veinte títulos. -¿Cómo ha evolucionado el sector en Castilla y León en los últimos años? -Creo que hemos avanzado en una profesionalización mayor en muchos aspectos (formación, producción, distribución, promoción…), pero me gustaría destacar nuestra mejor conexión con el sector a nivel nacional, a raíz de la integración en 2008 en la Federación de Gremios de Editores de España. Bosque de novedades -¿De verdad cree que si se leyera más, se escribiría y editaría menos? -Sí, a más cultura lectora, más pudor para crear y, lo que es más importante, para dar a conocer tu obra. Por otro lado, sí que resultaría higiénico para el sector que se publicaran menos títulos y con tiradas mayores. Hay una inflación de títulos evidente y perjudicial para todos: los árboles no nos dejan ver el bosque. - ¿Los editores de la región cuentan quizá con una relación más estrecha con las librerías y bibliotecas públicas locales y con los poderes autonómicos que si fuesen grandes grupos de Madrid o Barcelona? -Castilla y León es una región amplísima, con dos millones y medio de habitantes repartidos en cerca de 2.250 municipios. Esta dispersión dificulta muchísimo la existencia de puntos de venta rentables, la distribución, la configuración del servicio bibliotecario… Somos el caso opuesto a Madrid o Barcelona. En estas dos provincias se vende casi la mitad de los libros del mercado español y, sin duda, la concentración demográfica es un factor decisivo. En cuanto a nuestra relación con la Administración autonómica, es cercana y gozamos de buena sintonía. -¿Puede ser la especialización el único camino para la supervivencia editorial ? -Desde luego creo que para abrirse mercado, al menos al comienzo, hay dos vías claras: especializarse o vincularse mucho al territorio. Se trata de trabajar segmentos del mercado que los grandes grupos editoriales no tengan ya cubiertos. De hecho, uno de los fenómenos que caracterizan al sector en los últimos años es la aparición de una colección de pequeños editores que está haciendo un trabajo muy interesante, apostando por la calidad en la producción y una cuidada selección de títulos. -¿Qué puede suponer que la Feria del Libro de Guadalajara (México) esté dedicada este año a CyL? -Guadalajara es el gran escaparate para la edición en español en América y, por tanto, debe ser un impulso para nuestra implantación al otro lado del Atlántico. Vamos a dar a conocer autores, editoriales, títulos… Es una oportunidad única que vamos a intentar aprovechar al máximo. Además de la presencia de autores consolidados y de voces nuevas de nuestras letras, vamos a exponer allí toda nuestra cultura: música, artes plásticas, teatro, gastronomía… Y todo ello con un hilo conductor general, el idioma que nos une, como refleja el lema de nuestra presencia: “Castilla y León, cuna del español”. -Como presidente del gremio y editor, ¿el e-book es un problema o una solución? -Lo veo como una forma más de llegar al lector. -Para terminar, ¿qué consejo daría a un joven castellano-leonés que quisiera dedicarse al mundo del libro? -Uno esencial: formarse bien en una doble vertiente: empresarial y tecnológica. Pero, sobre todo, leer mucho y saber escuchar: es lo que le puede aportar olfato para acertar qué títulos merecen ser editados y, por tanto, que su proyecto editorial sea viable.