'El fantasma de la ópera' y el oscuro destino del amor
Hay obras inmortales como El fantasma de la Ópera que cuando “te tocan” se instalan en la memoria para siempre. Algunos la han leído, otros han visto cualquiera sus adaptaciones cinematográficas. Incluso habrá quién haya podido disfrutar con su versión musical. Lo que está claro es que el texto de Gaston Leroux publicado como un folletín a principios del siglo pasado contiene todos los elementos para convertir su relato en un clásico imperecedero.
Y así ha sido. Amor, intriga, fantasía, misterio. Todos los ingredientes sabiamente dosificados para configurar una trama inolvidable donde la música y la pasión son el hilo conductor que arropan al lector durante las trepidantes y enigmáticas escaramuzas de sus protagonistas: el retorcido Erik, la bella Ingrid y el joven Vizconde de Chagny.
El autor francés Christophe Gaultier nos propone esta versión en formato de cómic que consigue acercarnos a la novela original y sumergirnos en un universo visual sugerente y melancólico. Es posible que algunos personajes estén tratados con ligereza, incluso que se eche en falta cierta profundización en la historia y los porqués. Pero estas minucias quedan superadas con el ritmo trepidante de la narración y la virtuosa puesta en escena. Hay algo mágico en este cómic que lleva a leerlo de principio a fin.