Image: Sobre el coleccionismo

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Arte

Sobre el coleccionismo

7 noviembre, 2001 01:00

George Segal:Laudromat, 1966-67

MACBA. Plaza de los Ángeles, 1. Barcelona. Hasta el 20 de enero

El MACBA presenta dos grandes exposiciones: Edición agotada y La Colección Onnasch. En la planta baja se sitúa Edición agotada, una selección del fondo de documentos e impresos fundado por Guy Schraenen en 1974; esta colección refleja las publicaciones alternativas -o no tan alternativas- generadas por los movimientos artísticos de los años sesenta y setenta. En las restantes plantas se exhibe la colección de obras de arte contemporáneo de Reinhard Onnasch que cubre básicamente el mismo período cronológico.

Mientras visitamos la colección, Manuel J. Borja-Villel, director del museo, apunta que su interés era presentar ambas colecciones conjuntamente. No sólo porque son complementarias, sino porque son dos maneras diferentes de entender el coleccionismo y estructurar el discurso sobre el arte. Edición agotada (el trasfondo documental de las obras de arte) posee un subtítulo esclarecedor: "Un archivo como concepto artístico". Aunque existen otras muchas connotaciones, implica un principio básico, vinculado al arte conceptual: la información. La colección Onnasch es evidentemente un planteamiento más tradicional: una colección de objetos de arte. El proyecto de Borja-Villel es el de reflexionar sobre el coleccionismo, noción que reviste una gran complejidad: es la imagen del deseo y la fascinación, pero también significa poder. El coleccionismo determina la historia del arte, o mejor, el cómo se escribe la historia del arte.

La colección Onnasch, con casi mil piezas, es la última gran colección que no se ha presentado públicamente. Cierto es que, fragmentada, se ha depositado en museos alemanes, pero hasta ahora no se ha mostrado una selección panorámica como la del MACBA. ésta es como un manual de historia de arte contemporáneo de los años sesenta y setenta. En ella están representados todos los movimientos y prácticamente todos los artistas del hit parade mundial: la historia del arte contemporáneo según el modelo americano. Naturalmente uno de los atractivos de la exposición es el de presentar estos artistas y movimientos (el expresionismo abstracto, el pop art, el minimalismo etc.) difícilmente accesibles en España. Sin embargo, hay algo más: Onnasch introduce "sus" artistas, su gusto, digamos, unas disonancias frente la historia oficial. Artistas como Larry Bell, George Brecht, Erwin Heerich, Michael Heizer, Alfred Jensen, Edward Kienholz, Keith Sonnier, Hervé Telemaque, Ricard Tuttle, H.C. Westermann, Stefan Wewerka son la aportación personal de Onnasch. Tengo la convicción de que con el paso del tiempo estos artistas, ahora prácticamente desconocidos, acabarán por imponerse y resultarnos familiares.

¿Qué es el mercado de arte? ¿Qué significa promocionar artistas? Hoy en día, el valor y la cotización del arte se crean de una manera artificial. Es una operación en la que participan marchantes, líderes mundiales del sector, grandes coleccionistas, museos de arte contemporáneo, comisarios... En la medida en que no existen criterios de valoración o estos son muy frágiles, un joven artista no posee ningún valor ni precio de partida. Pues bien, el valor de este joven artista se crea... Y se crea monopolizando toda su producción para revenderla a un precio sustanciosamente más elevado, después de una labor de promoción en la que intervienen museos, medios de comunicación, directores de instituciones, etc. Se prestigia el producto y se crea una demanda, de modo que el valor estético y el financiero se confunden. Onnasch y su itinerario responden a un modelo arquetípico: el coleccionista-marchante que desarrolla todos los papeles: descubridor, promotor, comprador y, naturalmente, vendedor. Su colección está íntimamente relacionada con su labor de marchante y la finalidad que perseguía ¿Y cuál era esa finalidad? Con una sinceridad escalofriante y sin ningún pudor, en la loa que se le dedica en el catálogo se comenta que Onnasch califica su propia colección de "inventario" (esto es, cuantitativamente) y que "nunca ha comprado para las paredes de su propio hogar, sino para los museos a los que esperaba vender".

Sin embargo explicarlo de este modo es insuficiente. El coleccionismo es mucho más. La historia del arte no existiría sin el coleccionismo. Obsérvese como Onnasch introduce, por ejemplo, unos valores inéditos o diferentes en el panorama del arte contemporáneo. El coleccionismo y el marchante son la plataforma que hace posible el desarrollo del arte. Los museos de arte contemporáneo se realizan gracias a la donación, compra o gestión de los fondos de los grandes coleccionistas. Lo que pasa es que las cosas son profundamente ambiguas. A Borja-Villel le corresponde el difícil reto de compaginar los intereses individuales con los públicos.