Image: Estampa o la consolidación de una feria de gráfica

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Arte

Estampa o la consolidación de una feria de gráfica

100 galerías y más de 2.000 artistas en el IX Salón del grabado que hoy se abre al público en Madrid

7 noviembre, 2001 01:00

El Roto: Sin título, 2001. Serigrafía de la Caja Negra.

Desde hoy y hasta el 11 de noviembre, Estampa muestra, en la madrileña Casa de Campo, más de 10.000 obras editadas. Galerías, instituciones y otras entidades culturales se dan cita en los 12.000 metros cuadrados de una feria que apuesta por la renovación y que, en su IX edición, expone el grabado más tradicional junto a instalaciones, fotografías y vídeos de los artistas más jóvenes.

Estampa cumple nueve años y está dispuesta a demostrar que una feria de obra gráfica, de ediciones de arte contemporáneo, tiene su sitio (su público y sus coleccionistas) en el mercado del arte español. En la pasada edición de este Salón Internacional fueron 74.000 los visitantes que pasaron por la Casa de Campo de Madrid y allí se llevaron a cabo ventas por valor de 1.275 millones de pesetas. Este año, y a pesar de la tan temida crisis, todo parece indicar que las ventas no van a disminuir, las galerías se muestran optimistas: "Creo que este año va a venir mucha gente. Me han llamado compradores de fuera de Madrid, coleccionistas de la galería, para decirme que van a pasar por aquí seguro", dice Pilar Serra, directora de la madrileña Estiarte.

Desde luego, de lo que no hay duda es de que el salón se consolida. Estampa es una feria con sus limitaciones, impuestas, sobre todo, por el objeto de venta, la obra gráfica, siempre más difícil de encajar entre los compradores, que prefieren pagar por una obra única antes que por una edición. A pesar de todo, en estos nueve años ha madurado y ha logrado lo que no han conseguido otras ferias de las mismas características en otras ciudades europeas. "Estampa ha hecho un milagro en el mundo de la gráfica", dice Fernando Cordero, director de la Caja Negra (Madrid), aunque reconoce que este salón "sería impensable fuera de Madrid, por el tipo de público que atrae".

Calidad y bajos precios
En cualquier caso, no hay que olvidar, que no sólo es importante el agradar al público con bajos precios, también hay que hacer todo lo posible por mantener la calidad de lo expuesto con una buena selección de galerías y editores por un lado y, por otro, con stands institucionales atractivos y originales, como la participación, este año, del Museo Nacional de Estampa de México que presenta una colección de obras realizadas en el Taller Arte de Papel de San Agustín Etla (Francisco Toledo o Jan Hendrix, entre otros nombres de interés). "Todos los años pido a la organización de Estampa -afirma Cordero- un esfuerzo mayor hacia la calidad. Hay que evitar la obra que exclusivamente tenga pretensión comercial. Lo cierto es que la tendencia en este sentido es a mejorar". Y para cumplir con este objetivo la mayoría de las galerías mezclan en sus espacios expositivos (que este año suman, con los stands institucionales, de editores y de publicaciones, casi 12.000 metros cuadrados) obras de artistas consagrados con las jóvenes apuestas del arte español; obras de Picasso, Matisse, Miró o Saura (que pueden llegar a los 50 millones que el año pasado alcanzó un grabado del primero) comparten las paredes del recinto ferial con las obras de artistas como Blanca Muñoz o El Roto (40.000 pesetas en La Caja Negra).

De las 100 galerías (el número de stands es fijo todos los años, sólo pueden aumentar los metros que pide cada espacio) la mayoría, por supuesto, son españolas, pero no deja de ser curioso que el segundo país con mayor representación en esta feria sea Argentina. De allí llegan varias galerías dedicadas a la gráfica, el Centro de Arte Moderno de Quilmes, que cuenta con un archivo internacional de estampa contemporánea del cual presenta una selección, y el Centro Recoleta de Buenos Aires. Francia, Portugal, Italia, Alemania, Bolivia, Colombia o Finlandia son otros de los países presentes.

Marruecos, y por segundo año consecutivo, es el otro gran protagonista. Estampa ha organizado un espacio para los jóvenes artistas marroquíes y una muestra monográfica dedicada al pintor y escultor Abdelkrim Ouazzani (1954). "El año pasado la selección de artistas árabes fue un éxito, lo vendieron todo. Había que repetirlo", asegura Víctor del Campo, director de la feria.

Las tentaciones
También se consolida la sección dedicada a las ediciones más vanguardistas: "Las Tentaciones de Estampa". Este año, el tercero, la selección de artistas -internacionales- ha aumentado a 20 (cuando empezó eran sólo siete) y reconoce Del Campo que las solicitudes para estar presentes en este apartado son cada vez más. Ana de Matos, Ricardo Migliorisi, el colectivo Txocolarte, Cristina Calderón, Pepe Buitrago o Laura Lío son algunos de los artistas encargados de mostrar que la edición tradicional no lo es todo y lo hacen con vídeos, instalaciones, esculturas, hologramas e incluso acciones.

El homenaje de Estampa 2001 estará dedicado a Joseph Beuys; suyas se exhibirán las ediciones italianas de Lucrezia Durini, The Felt Hat, realizadas en la década de los 70. Habrá también homenaje para Rafael Canogar cuya obra será este año la imagen promocional del salón. Un salón que, sin duda, se hace fuerte.