Image: La Primavera se revela

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Arte

La Primavera se revela

17 abril, 2002 02:00

América Sánchez: de la serie Iconografía moderna. Galería María José Castellví (Barcelona)

184 exposiciones de 500 fotógrafos en 40 municipios de Cataluña. Estas son las cifras de la Primavera Fotográfica que este año celebra su vigésima edición. Cada dos años, Barcelona y sus alrededores se llenan de fotografías: artistas nacionales e internacionales, desde Daniel Canogar o Javier Vallhonrat hasta Richard Avedon, Robert Freeman o Dora Maar, pasando por los jóvenes fotógrafos catalanes, participan en este festival. El Cultural hace un repaso de estos 20 años y trae a estas páginas diez de las mejores exposiciones de una Primavera que no ha hecho más que empezar.

La Primavera Fotográfica celebra su veinte aniversario. Con 11 ediciones a sus espaldas este festival bianual dedicado a la promoción de la fotografía, fue el pionero en España y uno de los primeros a nivel mundial. En el ya lejano 1982, en Barcelona surgió como una necesidad de impulsar el sector de la fotografía, descuidado y prácticamente inexistente en aquel momento. Se trataba de que la fotografía se reconociera como lenguaje artístico, de imponer su presencia, de recuperar el patrimonio histórico... En sus primeras ediciones la Primavera Fotográfica era un gesto de resistencia.

Naturalmente, desde entonces las cosas han evolucionado y David Balsells, comisario de la Primavera desde 1987 hace un balance matizadamente positivo, especialmente en lo que se refiere al patrimonio, que es y ha sido una constante en todas las ediciones. La aportación de la Primavera Fotográfica ha sido una labor de sensibilización; éste es el sentido y la razón de ser del festival. No hace falta, por evidente, mencionar las lagunas en todos los ámbitos: la ausencia de una infraestructura museística, educativa, etc. Pero también es cierto que en Cataluña el MNAC posee una sección dedicada a fotografía, la administración consagra una parte de presupuesto a la compra de colecciones fotográficas e igualmente han aparecido entidades privadas que han dedicado un espacio a la fotografía.

También la naturaleza del festival ha evolucionado. En la primera edición se presentaron 32 exposiciones y en ediciones anteriores a la del 2000 estaba articulado sobre ejes temáticos. Ahora David Balsells habla de una convocatoria abierta, no dirigista, no centralizada (participan también municipios y escuelas) y atomizada, que aglutina un volumen importante de exposiciones, un total de 184. El capital más importante de la Primavera Fotográfica es la vertiente expositiva y su cantidad. Claro está que existe un comité de selección, pero la labor de Balsells es un trabajo básicamente de coordinación y gestión; cada vez más el festival tiende a delegar funciones. La virtud y defecto de la Primavera es precisamente éste; virtud por el volumen de información y exposiciones; defecto porque el festival se transforma en una especie de laberinto en el que uno se encuentra desorientado. Obsérvese un detalle: los capítulos del catálogo que estructuran la Primavera poseen un carácter orientativo u operativo. La Primavera no se articula sobre ninguna línea a menos que ésta posea un carácter general: clásicos, fotógrafos consolidados, jóvenes creadores, patrimonio, una sección más o menos anecdótica dedicada a Gaudí.... El modelo es próximo al festival de París y diferente al de Arlés o a PHotoEspaña, que se basan en apartados temáticos o comisarios que imponen líneas estéticas.

¿Acaso la Primavera Fotográfica no posee pensamiento? ¿Es como aquellos logotipos que poseen un gran poder de convocatoria, pero que en cambio están vacíos por dentro? Algo hay de ello, como en todos los festivales y ferias supuestamente culturales que al final uno se pregunta a quién sirven. Pero también es cierto que en estos 20 años la noción de fotografía ha cambiado de la misma manera que la sociedad. Ahora mismo, con el impacto de las nuevas tecnologías y la interdisciplinariedad de lenguajes nadie podría definir exactamente lo que es la fotografía. Tal vez la diversidad, la pluralidad y la desorientación de la Primavera Fotográfica sea el reflejo del medio y de la propia sociedad.

Dora Maar
La exposición de Tecla Sala (21 mayo-14 julio), resultado de un profundo trabajo de investigación, es una panorámica que abarca múltiples facetas de la rica trayectoria y personalidad de Dora Maar. Se explora su universo y se ofrece una nueva visión con todo tipo de documentos, muchos de ellos inéditos. A ella debemos unas series de fotografías relacionadas con el mundo surrealista, los retratos de personajes del mundo de la cultura y la serie del Guernica de Picasso en sus diversas fases de elaboración. La exposición resitua la trascendencia y descubre a una Dora Maar desconocida hasta ahora.

Corine Mercadier
Corine Mercadier (Francia, 1955) realiza dos exposiciones en el marco de la Primavera Fotográfica. Una en la galería Berini y otra en el Instituto Francés de Barcelona. Presenta aquí unas fotografías veladas, como si la mirada estuviera matizada por un filtro que difuminara las cosas. ¿Se trata de una metáfora de melancolía? ¿Es el símbolo de una impenetrabilidad? ¿Es un efecto formal? ¿Es una imagen espiritual? Sea como sea, es un mundo de sugerencias e insinuaciones de una gran intensidad poética. Los paisajes y los objetos impregnados de la particular atmósfera de Mercadier son un espacio para la imaginación. Hasta el 18 de mayo.

Javier Vallhonrat
Javier Vallhonrat (Madrid, 1953) se dio a conocer como uno de los fotógrafos publicitarios con más glamour del momento. Sin embargo, con el paso del tiempo, Javier Vallhonrat ha introducido una inquietud que va más allá de aquella imagen comercial que dominaba con suma maestría. Ha incorporado una reflexión metafísica en el sentido literal de este término: más allá de lo físico, más allá de la estricta visión superficial de las cosas, a la vez que ha utilizado otros medios como el vídeo, el sonido y aspectos ambientales y escenográficos. Así, el trabajo que ha realizado ex-profeso para el Tinglado 2 de Tarragona se expresa como una reflexión sobre el espacio y sus percepciones tanto físicas como psicológicas. Del el 19 de abril al 22 de junio.

Daniel Canogar
Daniel Canogar (Madrid, 1964) presenta un trabajo realizado expresamente para el Centro de Arte Santa Mónica titulado Gravedad cero (hasta el 31 mayo). Se trata de una instalación lumínica con fibra óptica, imágenes digitales y papel impreso, que explora el fenómeno de la ingravidez. Para el autor, esta ingravidez posee un sentido metafórico; no se trata sólo de una experiencia física sino que representa comportamientos sociales y culturales relacionados con la imagen: Gravedad cero quiere explorar cómo la sociedad del espectáculo nos envuelve y nos aisla como si estuviéramos en cápsulas espaciales. Como decía Nam June Paik: "el cine no es mirar, sino volar". éste es el mensaje de la instalación: el efecto perverso de las imágenes; aunque dicho sea de paso, tan perverso como puede ser Canogar con sus manipulaciones y procedimientos mixtos que van más allá de la fotografía.

Richard Avedon
Richard Avedon (Nueva York, 1923), especializado como fotógrafo de moda, entre los 60 y 70, impuso una fotografía publicitaria de una rara sofisticación. Sin embargo en esta exposición se descubre un Avedon desconocido, reverso de aquella rara elegancia. Por encargo de una institución documentó la vida de personas anónimas (1979-1984). El resultado son fotografías de una gran dureza y agresividad: personajes neurotizados que contienen su dolor a punto de estallar. Pero entre la fealdad de estos retratos y aquellas sofisticadas fotos de moda no hay diferencia. Posiblemente, la actitud de Avedon era la misma: la caza de lo insólito. CaixaForum, del 17 de mayo al 1 de septiembre.

Humberto Rivas
Humberto Rivas presenta en el Espai Guinovart de Agramunt (Lérida) un trabajo que plasma una visión muy particular de una pequeña localidad catalana. Su intención es la de descontextualizar una serie de elementos (básicamente arquitectónicos) de la población. Así, aquella geografía banal aparece en clave conceptual y plástica. Humberto Rivas elimina lo anecdótico, depura los perfiles inconcretos, llega a una forma minimal, deconstruye para después construir una nueva esencia del paisaje; un paisaje que luego se expresa con una particular ambigöedad, como lleno de múltiples metáforas. Hasta el 26 de junio.

Joaquím Gomis
Joaquím Gomis (Barcelona 1902-1991) es objeto de diferentes homenajes en el marco del festival, el más importante es la exposición en la Fundación Joan Miró (24 mayo-1 septiembre). Personaje polifacético: empresario, promotor cultural, miembro fundador de ADLAN, amigo personal de Joan Miró y Josep Mª Sert, se dedicó a la fotografía de una manera sistemática -aunque no profesionalizada- a partir de 1922. Su contribución es la de incorporar una noción de modernidad, la de ser uno de los pioneros en la fotografía no institucionalizada.

Gianni Berengo
Gianni Berengo (Italia, 1930) es esencialmente un fotoperiodista. Su aportación es la de una aproximación directa a las cosas. Sin embargo, calificarlo como simple reproducción es insuficiente. Su fotografía hace pensar en un Doisneau o en un Cartier-Bresson, porque detrás de esta sencillez existe un compromiso, la búsqueda de una idea. En la FNAC hasta el 31 de mayo.

Teun Hocks
Los trabajos de Teun Hocks (Holanda, 1947), mestizaje de técnicas y procedimientos, poseen un carácter híbrido. Primero realiza una puesta en escena en la que él mismo es protagonista; después realiza una fotografía en blanco y negro que luego sumerge en un baño sepia; posteriormente pinta la foto al óleo. Su trabajo hay que situarlo en una reflexión en torno al medio fotográfico y en la voluntad de trascender aquello que se ha considerado como fotografía. Por lo demás, entre el absurdo, la melacolía y el divertimento, el mundo de Hocks (en Cotthem Gallery, del 23 de mayo al 20 de julio) es un universo próximo al surrealismo que hace pensar en Magritte y De Chirico.

Christer Strümholm
Christer Strümholm (Estocolmo, 1918-2002) se dirige a lo oculto, lo marginal, lo silenciado. Sus series más significativas son las dedicadas a los bajos fondos, las prostitutas y los transexuales. La suya es una mirada melancólica y desesperanzada que al mismo tiempo expresa ternura y humanidad; se diría que hay una identificación y comprensión hacia el sufrimiento. En el Centro Cultural de "la Caixa", en Vic del 8 de mayo al 9 de junio.