Image: Oriente en Occidente

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Arte

Oriente en Occidente

Abre en Barcelona la primera galería de arte chino contemporáneo

9 octubre, 2003 02:00

Luo Brothers, Sin título, de la serie Welcome to the World’s Most Famous Brands 2002

Promovido por la casa de Asia, se celebra del 10 al 12 de octubre en Barcelona la segunda edición del "Festival de Asia", un evento pluridisciplinar que tiene como objetivo la promoción de la cultura oriental y del Pacífico y que comprende, entre otras actividades, exposiciones, música, danza, gastronomía, artes escénicas y cine.

Uno de los aspectos más notables, paralelos al Festival de Asia 2003, es la inauguración de una nueva galería, especializada en arte contemporáneo chino, Loft, que con sede en París y Hong-Kong, se establece también en Barcelona. En el marco del "Festival de Asia", la galería Loft se ha responsibilizado de organizar tres exposiciones. En el Teatre Lliure presenta una panorámica del reciente arte chino y en los centros comerciales del FNAC Illa Diagonal y el FNAC Triangle se exponen respectivamente una serie de fotografías de Rong-Rong y una colección del carteles de la Revolución China.

El mundo se ha ampliado. De repente se ha descubierto que existía una literatura árabe contemporánea, una creación africana, una plástica oriental, es decir que más allá del monopolio cultural occidental se abren nuevos horizontes. A priori estas manifestaciones inspiran desconfianza. En muchas ocasiones -se ha observado- este interés es una expresión más del etnocentrismo blanco. No son tanto una creación autóctona, sino que responde a los intereses de Occidente de manera que no existe diferencia entre exotismo o "alteridad". Otro aspecto: la aparición de estas manifestaciones se explican por una simple voluntad de incentivar el mercado.

Y sin embargo hay mucho más. Existe también una fascinación auténtica y es una fascinación en un doble movimiento. Es el deseo que se manifiesta en la lejanía al que ninguna palabra puede definir. Es un universo del imaginario, de lo intuido. Pero es una inquietud de ambas partes, Occidente y China, que es el caso que ahora nos ocupa.

El arte chino que nos llega a Occidente no es arte propiamente chino; es una cultura mestiza; la atracción occidental por el arte chino es el reverso de la atracción de los artistas chinos por Occidente. Decía que no es un arte propiamente chino, pero tampoco es un arte estrictamente occidental. Se trata más bien de una síntesis en la que lo occidental está filtrado por la propia civilización. El interés del arte chino está en este mestizaje. Este carácter híbrido nos permite aproximarnos al arte chino y entender lo chino como un enriquecimiento de nuestra propia tradición.

Con un sentimiento de inferioridad frente a los paises industrializados, la tradición occidental ha sido un punto de referencia para los creadores chinos desde principios del siglo XX. Posteriormente, el Régimen comunista implantó el realismo socialista que también era una expresión ajena a la propia tradición china. No es de extrañar que, a partir de los 80, el nuevo arte chino se inspire en Occidente, cuando la muerte de Mao conlleva transformaciones sociales y económicas muy aceleradas. Significativamente este nuevo arte llamará la atención a diplomáticos y estudiantes de la cultura china que desarrollarán un papel muy importante cara a su exportación en Occidente. Igualmente los primeros galeristas -privados- son de origen occidental, aunque éstos como los anteriores poseen la doble cultura blanca y oriental. Ellos -aunque con mucho respeto por la cultura autóctona- contribuyen también a ese carácter de mestizaje o filtrado del arte chino. Por el contrario, los comisarios occidentales que trabajan en China explican que -hasta ahora--el incipiente mercado interno y los marchantes nativos están abocados a un arte comercial y sin interés. Hasta hace muy poco las autoridades públicas chinas se desinteresaban o incluso obstaculizaban la emergencia de este tipo de arte. Pero, con la problemática de los derechos humanos de fondo y ante su candidatura de los Juegos Olímpicos 2008, han inicado una política de promoción de envergadura. Parece que el arte (todavía) no es tan peligroso como la literatura y el cine. Jean-Marc Decrop, comisario independiente y asociado a la galería Loft desde 1999, explicaba que, el arte contemporáneo chino poseía algunas similitudes formales con el arte occidental. Pero apuntaba que el contenido era otro mundo, otra racionalidad. Así- continúa Decrop- la medicina occidental es diferente a la china y también lo es la espiritualidad. Es posiblemente esa espiritualidad, en contraste con la nuestra propia, lo que nos atrae.