Image: Antoni Muntadas vs Fernando Sánchez Castillo

Image: Antoni Muntadas vs Fernando Sánchez Castillo

Arte

Antoni Muntadas vs Fernando Sánchez Castillo

Ambos artistas debaten algunos de los temas clave del arte contemporáneo actual.

13 noviembre, 2008 01:00

Antoni Muntadas (Foto: Eva Davidova) y Sánchez Castillo (Foto: Cristina Lucas)

10 años de El Cultural

Muntadas: "Ferias y bienales son la temperatura del sistema"
"El arte es un nexo entre generaciones", dice Sánchez Castillo

Como cada texto que leemos, cada viaje que hacemos o cada pensamiento en el que nos detenemos, este cara a cara es también un gigantesco hipertexto de fragmentos. Antoni Muntadas (Barcelona, 1942) atiende a nuestras preguntas mientras ultima una conferencia en el MoMA y prepara un viaje a ltalia. Con Fernando Sánchez Castillo (Madrid, 1970) nos encontramos en Madrid mientras se prepara para irse a Ámsterdam. Llamadas telefónicas, encuentros y mails cruzados para una conversación llena de ecos.

-¿Qué fenómeno artístico creen que define esta última década?
-Antoni Muntadas: Cuando hablamos de arte o fenómeno artístico hay que diferenciar entre producción artística, los diversos proyectos que los artistas producen y generan, y el sistema del arte, que históricamente siempre ha existido y que engloba el entramado que hay entre arte, artista y audiencia. Un entramado en el que de una manera u otra, y en mayor o menos escala todos participamos y que está formado por todos sus agentes: artista, público, instituciones, media, galería, comisarios, dealers, coleccionistas, sistemas de difusión, museos, etc. En los últimos años se ha producido un cambio fundamental en ambas vertientes ya que se han ido aproximando y casi se contaminan. Actualmente hay gente para la que la que la Bienal de Venecia y la feria ArtBasel les parece lo mismo. Una confusión que es consecuencia del cambio de roles dentro del sistema del arte donde la protagonista parece ser la relación entre arte y dinero. Unas necesidades, intenciones y responsabilidades que van por un camino muy diferente al de la creación, desde el que particularmente me posiciono.

-Fernando Sánchez Castillo: Un hecho importantísimo ha sido el surgimiento de la importancia de la periferia. El estudio de los procesos de descolonización, la convivencia de las estrategias postcapitalistas con los últimos regímenes de la órbita del comunismo. Es decir, cómo el habitante de la periferia ha desarrollado sistemas de representación y supervivencia a través de los canales del arte contemporáneo de una manera paradigmática y tremendamente poderosa. Esto en un mundo en el que el poder y el main stream llegaban directamente de los centros económicos y políticos.
El desarrollo de Internet ha producido además, una multiplicación de la velocidad y la cantidad de información. Ver cómo se procesa y cómo se actúa serán los retos de la próxima década.

-¿Cuáles creen que son las consecuencia más notable del auge de la comunicación global en el arte?
-Muntadas: Si lo observamos cíclicamente veremos que en los años 80 el artista producía obra más tautológica y su mirada era para dentro, mirarse el ombligo. En los 90, mira más hacia fuera y tiende a preocuparse más por su alrededor y su contexto. Actualmente, creo que el artista está más preocupado socialmente y que eso hace que conecte con las redes y los sistemas de comunicación adoptándolos como vehículo de trabajo. Es lógico que aparezcan artistas con otro perfil que trabajen en obras que sean genuinas con los últimos medios en la manera de expresarse pero incómodas para el sistema del arte. De hecho, creo que la pregunta sería: ¿eso no es lo que determina los cambios de la evolución del arte?

-Sánchez Castillo: Internet es hoy tan importante como lo fue la imprenta en el siglo XVI, la fotografía en el XIX o la televisión y el teléfono en el XX. El medio favorece que el hecho artístico tenga otro canal más. Parece que Internet reúne todas las herramientas anteriores y además no es un fenómeno unívoco como lo fue la televisión e incluso una exposición de arte al uso. Lo interesante es que es un medio todavía por explorar para el mercado y eso le dota de una gran capacidad de maniobra.

En los últimos años España ha dado un giro radical en cuanto a centros y museos de arte contemporáneo. Paralelamente, la política cultural del país es cada vez más política y menos cultural (el CASM es el último ejemplo...). ¿Cuál creen que es el papel actual del museo?
-Muntadas
: "Museo" es una de esas palabras que entendemos lo que significa, pero donde las interpretaciones pueden ser muchas. El museo tiene los roles perfectamente definidos: coleccionar, divulgar, educar, difundir, activa... y hay muchas maneras de hacerlo. La cuestión es cómo eso se pone en práctica y qué cambios deben buscarse, qué modelos. Es una cuestión de creatividad. Los directores de museos y su equipo deben ser creativos para crear estructuras para que las funciones propias del museo se hagan de acuerdo a las necesidades actuales, al desarrollo de nuevos trabajos y formatos y no trabajar necesariamente con modelos repetidos y sí ligados a su contexto. Todos sabemos que las ciudades buscan maneras de crear un turismo cultural y que puedes tomar tanto el fenómeno "Bilbao" o "Dubai". Pero, tiene eso sentido? Sobre este tema ya manido, existe más de un capítulo en cualquier libro dedicado a políticas culturales. Si queremos hacer otras cosas, tal vez a esos centros hay o habrá que llamarlos de otra manera. Respecto a la injerencia política en las prácticas culturales es algo totalmente inaceptable. Creo que deben dejar trabajar a los profesionales.

-Sánchez Castillo: En efecto, el sistema político tiene que dejar la cultura para la gente de la cultura. Los políticos deben favorecer la estructura económica para que los centros existan con procesos de selección profesionales, sin injerencia alguna. Es curiosa la fijación de los gobernantes por controlar el proceso de difusión del arte contemporáneo... ¿tanto poder creen que tiene? o ¿sospechan que puede ser un perfecto camuflaje para gérmenes de ideas e individuos peligrosos para el status quo social? Creo que es bonito recuperar el concepto de "Casa de las Musas". Un lugar desde el que reflexionar con absoluta libertad y desde el que es posible inventar modelos sociales y de pensamiento nuevo. "Las Musas", en nuestros tiempos, son revoltosas pero muy delicadas. El caso del CASM es de libreto de opereta. Increíble cómo un partido político quiere utilizar un centro de arte como expresión de su ideario e imaginaría. Los Médici eran más elegantes.

-¿Qué futuro vaticinan del liderazgo del papel del comisario?
-Muntadas
: Creo que ha habido una absorción y una cada vez mayor ambigüedad del rol y papel del curator que hace que dentro de ese nombre quepa todo. Junto al papel del comisario, añadiría las ferias, bienales y subastas, cuyos roles pese existir antes, han alcanzado hoy en día un toque capital. De hecho, ahora son la temperatura del sistema.

-Sánchez Castillo: Creo que tiene un papel más importante que nunca. También, que hay buenos comisarios que son capaces de hacer convivir radicalidad y excelencia de pensamiento y gestión en el seno de las instituciones más conservadoras. Auténticos topos, capaces de lidiar con una tendencia mundial de conservadurismo que nos conduce hacia los aspectos siniestros de una nueva "edad media ". Esta vez sin mayúsculas.

-¿Qué opinan de las bienales ¿Hasta qué punto contribuyen a internacionalizar el arte español?
-Muntadas: Las bienales, como la de Sâo Paulo y Venecia, en su origen tenían un sentido y unas necesidades, entre ellas, que el arte no se quedara en una situación local y se internacionalizara. Hoy en día, el cambio viene provocado por el filtro de la situación de comercialización y economía global en el arte. Lo que ha pasado en los últimos treinta años es que la dimensión económica del dinero se ha convertido en una situación de operación cultural. La respuesta sería: industria cultural + industria económica = industria del espectáculo. Creo que es una fórmula que está creando una canalización de la idea de bienal, aunque actualmente sigan siendo para el artista, una posibilidad de crear trabajos específicos o la opción de producir, algo capital para éste.

-Sánchez Castillo: Todo depende de la intención del comisario en hacer un proyecto intelectualmente válido o no. No creo que sea pertinente reflexionar sobre el número, sino sobre cuantas de esas bienales aportan algo para el discurso del arte contemporáneo. Internacionalización?la gran asignatura pendiente de la península. Del "que inventen ellos" al "refugio espiritual de Occidente" hay para escribir más de una tesis. Parece que sería también muy oportuno que hubiera directores y curators de museos que fueran extranjeros.

-¿Cuáles son, en su opinión, los límites más importantes del art system como lugar para el arte político?
-Muntadas: En el momento que unimos una palabra a la palabra "arte"... el resultado es siempre reductivo. Cuando hablamos de arte político podemos referirnos a lo que te comentaba antes de producción y sistema. En la producción puede tener un sentido, intención e intensidad y un nivel de compromiso del artista con los que crear un contexto social. En cambio, dentro del sistema, éste lo convierte en fetiche, lo absorbe y en cierta forma lo neutraliza. Se vuelve, en definitiva, paradójico. El tipo de producto que el sistema quiere no es un trabajo que le comporte problemas en todos los sentidos. La pregunta sería una cuestión temporal: ¿hasta cuando el sistema no absorbe o neutraliza la obra?

-Sánchez Castillo: La trasgresión, sabemos todos, se convierte casi inmediatamente en institución u objetivo deseado de la institución. Tiene desde su origen toda una parafernalia de aspectos que la configuran como tradición, estrategia antigua del pensamiento... A pesar de ello es absolutamente necesaria. El sistema del arte trata de convertir las tendencias más críticas en decoración y valor de mercado. A pesar de ello, la actividad artística, políticamente activa, actúa como un artefacto explosivo en los que simplemente los tenues tic tacs anuncian una capacidad de cambiar nuestras ordenes de reflexión de una manera radical.

-Últimamente se ha generado un debate entorno al tratamiento que se hace del arte en los medios de comunicación masiva. ¿Qué opinión tienen sobre ello? -Muntadas: En Between the frame: The forum, videoinstalación de (1983-1991) en ocho capítulos que incluye cuatro horas y media de entrevistas con personas que trabajan en el mundo del arte y que devienen una representación del sistema artístico, cuando preguntaba al crítico cómo se definían, muchos lo hacían como poetas, historiadores del arte, sociólogos, periodistas culturales. Las opiniones y las interpretaciones eran muy diversas de cómo entender este rol. El periódico tiene una misión de divulgación cultural muy clara y no hay que abogar por la ambigöedad ni querer ser todos Baudelaire.

-Sánchez Castillo: Hay que hacer un grandísimo esfuerzo pedagógico que empieza por la educación de las artes a la educación general. Para ello, igual que cuando hablábamos de museos, tiene que haber profesionales que aprendan a mostrar la necesidad, pero también el disfrute de reflexionar. Todo esto, entiendo, que es ir a contracorriente respecto a la tendencia o consigna general del embobecimiento de las masas. Sin duda para gobernar mejor (vender más o tener más audiencia) no interesa gente con sentido crítico. No es tan difícil de conseguir si observamos con qué profusión y rigor se trata el fútbol, por ejemplo.

-¿Cuál creen que sería la formación ideal para un artista hoy en día? -Muntadas: Dedicarte a una producción artística es una determinante vital. Esa educación parte de uno mismo, de qué decisiones tienes y cómo determinas que quieres dedicarte a ello. A partir de ahí, lo más importante es que el artista cree una estructura personal que hace responder a sus necesidades vitales: comunicativa, creativa, productiva, de supervivencia, crítica, etc. Una escuela puede serte útil cuando tienes claro esto. Sin duda, están los trabajos colaborativos, talleres y universidades, aunque lo más rico surge tras esos talleres o encuentros, cuando los artistas intercambian información, ideas u opiniones. Creo que ése es el único poder real que tiene el artista. -Sánchez Castillo: El arte contemporáneo actúa donde otras disciplinas han fallado o en las grietas de los grandes sistemas representativos. La pluralidad de campos desde los que el agente contemporáneo actúa, yo diría que son infinitos y multidisciplinares. Filosofía, literatura, economía historia, el periodismo, ciencia sociología e incluso marketing. Son herramientas que el pensamiento artístico maneja. El artista actual no puede ser durante más tiempo naife a pesar de que el Icono del mito romántico del artista se ha instalado en la psique de nuestras sociedades. El problema que encontramos en nuestro país es que grandes facultades españolas de bellas artes no son permeables a esta sensibilidad y circunstancia de nuestro tiempo y la estética contemporánea. La facultad de Madrid, salvo los departamentos de historia, es un triste ejemplo de esto.

-Desde los orígenes de la semiótica, sabemos que el significado de los signos depende del contexto en el que son emitidos, algo fundamental en su trabajo. ¿De qué modo utilizan el lenguaje y qué tipo de espacio de diálogo desean establecer con él?
-Muntadas: En clases o talleres siempre empiezo hablando de vocabulario. Arte, proyecto, público? ¿Qué significan? La semiótica es vital para decodificar las imágenes no sólo contemporáneas, sino desde la antigüedad y poder hacer una traducción de ellas de manera abierta. Está ya incorporada en nuestro proceso de interpretación.

-Sánchez Castillo: Lo que llamamos discurso histórico genera muchas caras. En los últimos años, mi trabajo trata de recuperar pequeños hechos, pequeñas circunstancias sobre los que no se ha reflexionado desde la estética. Muchos de esos procesos han sido silenciados. En ese sentido, volver al arte como re-presentación del problema tiene una vigencia absoluta? El arte es un nexo de las generaciones pasadas y las futuras. ¿Cuál es la función del arte contemporáneo? Mostrar esa involución y pararla. Como dice Jean de Hoet, "el arte contemporáneo no es cultura, es crítica de la cultura".