Omer Fast

Omer Fast: Nostalgia, 2009.

El artista de Jerusalén Omer Fast vive un momento dulce con varias exposiciones simultáneas y la reciente concesión de un importante premio.

Trabajando en las nuevas posibilidades de la narrativa audiovisual, Omer Fast se ha convertido en uno de los artistas más importantes de su generación. Nacido en Jerusalén pero residente en Berlín desde hace años, el artista ha construido un cuerpo de trabajo que esta basado en los deslizamientos a la hora de contar historias, motivo recurrente en el trabajo de un buen número de artistas contemporáneos. Fast trabaja con cine y video para subrayar las inmensas posibilidades narrativas de uno y otro. Hay también en su trabajo un interés notable por el modo de aprehender y asimilar nociones temporales. Su inclinación a mostrar su trabajo en varias pantallas así lo atestigua. Reseñamos aquí su exposición en la South London Gallery por ser el trabajo mas reciente pero la actualidad de Omer Fast le lleva desde Londres hasta Berlín y de ahí a Indianápolis donde estos días se muestra también uno de sus trabajos mas laureados.

Nostalgia, título de resonancias tarkovskianas, es una instalación de cine dividida en múltiples pantallas que narra la historia de un grupo de nativos británicos que trata de encontrar asilo en áfrica. Corre el año 1980 y el mundo no es el lugar soñado sólo alguna década antes. Es, por el contrario, un lugar que flirtea con el caos más absoluto. Soldados británicos refugiados huidos del desastre que se cierne sobre su país buscan asilo en un lugar de áfrica, pero ahora el anfitrión es hostil y no les será fácil lograr su objetivo. Parecería como si el destino quisiera jugar una mala pasada a quien un día ostentó el papel colonizador pues todas las nociones preconcebidas por los británicos se van por la borda en su encuentro con el africano. Uno de ellos es interrogado sobre la existencia de un túnel por el que se cuelan los candidatos ingleses a un futuro mejor y le es ofrecido un pacto por el que alcanzar su anhelado Edén solo si da cuenta del paradero de sus compañeros. Es una historia que hemos oído hasta la saciedad, pero en sentido inverso. No en vano, la trama llegó a oídos de Fast a través de una tercera persona que lo vivió en sus carnes en su afán de llegar a Gran Bretaña. Es una ficción, por tanto, que parte de un hecho real. Las imágenes nos hacen saltar de un plano temporal a otro y nos sitúan ante diferentes metodologías como la ficción, la realidad, el documental, el testimonio... En un modus artístico que goza hoy de gran popularidad en el arte de hoy.

Nostalgia da buena fe de los intereses del artista. Imbricados en la dialéctica de la imagen en movimiento, sus trabajos remiten a la voluntad de contar historias pero quieren, al mismo tiempo, explorar nuevas posibilidades a partir de su propia ruptura y de la introducción de elementos disonantes que hacen de ella un corpus complejo de formas narrativas. Un buen ejemplo de este sistema de interferencias es la pieza The Casting, una de sus mas aplaudidas, que estos días se puede ver también en el Indianapolis Museum of Art. La trama nace a partir de los testimonios reales que Fast toma de un soldado estadounidense en una base de Texas poco antes de su segunda misión en Irak. Cuenta el soldado dos recuerdos vividos en su primer viaje, el de una cita con una alemana en una base de Bavaria y el de la muerte de un civil en Irak. Fast hilvana las dos historias y a ellas une una tercera, ficticia, de un director de cine que da instrucciones a un actor en un casting. La trama termina convirtiéndose en un magma de turbia legibilidad, y el espectador se encuentra en todo momento en una suerte de tierra de nadie de la que es no es fácil salir.

El trabajo de Fast también puede verse estos días en Berlín, en los extraordinarios espacios de la Hamburger Banhof, con motivo de la exposición de los finalistas al Nationalgalerie Preis, uno de los más importantes de Europa, dirigido a artistas menores de cuarenta años residentes en Alemania. Concurrían en ella Annette Kelm, Dahn Vo, Keren Cytter y Omer Fast, en quien finalmente recayó el galardón, un premio más en su aún joven trayectoria.