Cuentos épicos de Martín Ramírez
Marcos de reclusión.
23 abril, 2010 02:00Sin título (caballo y jinete con corneta grande), 1962
Excepcional es, desde luego, la narración de su vida, en la que, a las penurias de su pobre existencia rural, se une el hecho de haber vivido gran parte de su vida en un manicomio, lo que explica su condición de autodidacta. Los dibujos de Martín Ramírez -para los que él mismo fabricaba el papel con los más variopintos materiales e igual se servía del lápiz que de pinturas al agua y palos de cerilla- repiten series de figuras de animales, especialmente venados y conejos, jinetes a caballo, vías de tren, túneles y carreteras, figuras religiosas y, excepcionalmente, un galeón sobre el agua. Todo ello, delimitado por estructuras geométricas de una obsesiva y laberíntica precisión.
Sus obras muestran algo de la grandeza figurativa de las pinturas mayas o aztecas, combinadas con una inocencia que, lejos de ser ingenua, descubre relaciones inesperadas. Aunque, en la mayoría de sus obras toda la alegría deparada a su autor por la pintura, es despojada por la certeza de estar recluido, como alude el título de esta más que atractiva exposición.