MACO, zona de influencia
Negro II (Serie peces de la suerte), de Pilar Albarracín en la galeria Javier López
Comienza en México D.F. una de las ferias más importantes del mercado de arte contemporáneo en Latinoamérica, sin duda la que marca el paso artístico en el subcontinente. Con 120 galerías de 22 países, son 12 las españolas que han viajado hasta allí Hablamos con ellas y con el director de la cita, también español, Pablo del Val.
Museos, instituciones culturales públicas y privadas, galerías, artistas, coleccionistas de todo el mundo se congregan este año entre el 4 y el 8 de febrero en México D.F. que centra su mirada durante cinco días en el arte contemporáneo. En esta edición son 120 galerías de 22 países, y es que México sirve de puente entre Latinoamérica y Estados Unidos propiciando un punto de encuentro clave para el acceso de los artistas a diferentes mercados. Cada vez es más importante estar allí y los galeristas españoles lo saben. Algunos de ellos y Pablo del Val, director de la cita desde 2012, nos ayudan a entender este cambiante, exigente y competitivo mundo.
Earth & Blood, de Chiharu Shiota, en el stand de NF Galería
Un mercado más dinámico
La madrileña Espacio Mínimo, bajo la dirección de Luis Valverde y José Martínez Calvo, acude a la cita por quinto año consecutivo, siendo una de las españolas más veteranas en esta feria. En esta ocasión el artista Juan Luis Moraza será el protagonista de su stand en la sección comisariada Zona MACO Sur y su presencia se debe al "interés por su trabajo en el mercado mexicano, uno de los más dinámicos de América", explica Valverde. Razones no faltan para acudir y es que "la calidad de la feria y las oportunidades de venta acompañan a un mercado activo que favorece a los profesionales", explica Ignacio Múgica de la bilbaína Carreras Múgica. Un mercado "que puede dar a conocer la obra de muchos artistas latinoamericanos", añade Nerea Fernández, responsable de NF Galería junto a Idoia Fernández, que acuden al evento por segunda vez.No hay que olvidar que fue Zona MACO el proyecto que abrió México al mercado del arte contemporáneo internacional. "Tiene una proyección fuera como núcleo duro del arte contemporáneo latinoamericano que ayuda mucho", explica el director Pablo del Val. Además, se trata de un referente dentro del coleccionismo con un arte lleno de referencias al pasado que se convierten en seña de identidad. "Se ha convertido en la plataforma adecuada que conjuga de forma equilibrada los intereses de Espacio Mínimo - subraya Valverde - promoción, contactos y ventas". Además, claro, de ser "un cruce de caminos, una feria que sirve de encuentro entre el Norte y el Sur de América", apostilla Paula Alonso de la galería homónima. Sin olvidar que "su cercanía a los Estados Unidos es un activo como generador de oportunidades de intercambio", concluye Valverde.
Proyecto monográfico de Asier Mendizabal en la galería Carreras Múgica
Sin título, 2013. A la izquierda Sin título, 2013 de Nebojsa Despotovic en el stand de Paula Alonso
Ventas internacionales
Hay un dato a destacar y es que el 60% de lo que se compra en MACO se queda en el propio país, es decir, "las ventas de las galerías extranjeras frente a las nacionales están compensadas, algo que no ocurre en otras ferias internacionales", apunta Del Val. Algo en lo que coinciden en Carreras Múgica que opinan que las ferias europeas "no van tan bien a excepción de dos o tres casos puntuales cuyo acceso está muy limitado por la tremenda competencia". Ellos, que este año apuestan por el trabajo de Asier Mendizabal, han encontrado allí un nicho. "Nos encontramos con multitud de coleccionistas de origen vasco que conocen muy bien a los artistas que representamos", detalla.Para Paula Alonso "el coleccionista de MACO mantiene vínculos con Estados Unidos y mira hacia Europa pero no hace de ella su sistema de referencia". Desde la galería han apostado por tres artistas que les representen en México: Manolo Bautista, Nebojsa Despotovic y Chema López.
República de demonios, proyecto del artista José Luis Moraza en la galería Espacio Mínimo
ARCO, sin embargo, "atrae a un mayor número de coleccionistas internacionales, es una feria consagrada y con fieles visitantes", opinan desde NF Galería. A pesar de que es un coleccionista abierto, en los últimos años "se observa una tendencia confusa, les cuesta tomar decisiones y asumir riesgos", destaca Múgica, echando de menos la mentalidad más fresca que Pablo del Val dice observar en los coleccionistas mexicanos. "Estar en la frontera ayuda mucho a tener un público más informado sobre lo que quiere. Son muy nacionalistas porque apoyan lo local pero lo contextualizan y el hecho de tener una escena local muy fuerte ha provocado que tengan el ojo muy educado para conocer las nuevas propuestas".Aunque, lo más importante de todo, es que al fin y al cabo "todos los coleccionistas, tanto de MACO como de ARCO - apunta Javier López - comparten pasiones. El motor que mueve el mundo del arte".