Image: Se vende Greco en miniatura

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Arte

Se vende Greco en miniatura

Ansorena subasta este miércoles una pequeña pintura de El Greco valorada en 550.000 euros de estimación máxima

19 mayo, 2015 02:00

Retrato de Francisco de Pisade El Greco

Es poco habitual en nuestro país encontrar un greco entre los lotes de un catálogo de subastas y menos habitual si la casa que lo oferta es española. De ahí que la expectación sea máxima esta semana en Madrid. El miércoles 20 de mayo, Ansorena saca a la venta una obra del griego de Toledo. La estimación para esta pintura en miniatura es de 450.000-550.000 euros, una cifra que bien podría superar a tenor de la importancia del cuadro, tal y como explica Paloma Díaz de Aguilar, directora de subastas de Ansorena y experta en pintura antigua de la casa.

Acercamos la miniatura a la luz de la ventana. El sol de este verano adelantado ilumina el retrato de Francisco de Pisa realizado por el Greco hacia 1595. La pequeña obra -no mide mucho más que un naipe-, que pasaba casi desapercibida entre los anónimos de la escuela española, tapices franceses y óleos más modernos que la rodeaban en la plata baja de Ansorena donde permanece expuesta esperando comprador, nos desvela aquí su discreto esplendor: la expresión serena y tranquila del retratado, amigo del pintor, la textura de la piel que dan ganas de tocar con los dedos, toda la gama de grises y negros tan típica del griego, el escudo de la esquina superior… En el despacho de la directora todo cobra otra importancia. Rodeados por dos pasteles de Tiépolo, un Van der Hamen, un Lucas Jordan y un enorme Zurbarán vamos entrando en materia.

"El Greco entró en contacto con el miniaturista Giulio Clovio (1498-1578) en su época romana", explica Paloma Díaz de Aguilar en esta suerte de clase magistral y particular. Con él tuvo un trato muy cercano y de él aprendió la técnica para pintar estos retratos íntimos, realizados casi como joyas, con un sentido bien distinto del retrato oficial. "A muchos de estos personajes los incluiría luego en composiciones más grandes. A Francisco de Pisa le pintó también en El entierro del Conde Orgaz, por ejemplo". Efectivamente, allí está. La misma cara pero otra expresión. Más serio y posado en el grande, más cercano y personal en el pequeño cuadro que ahora sale a subasta.

El Greco pintaría varias miniaturas a lo largo de su vida pero hoy solo se conservan tres, lo que todavía confiere más valor a este Francisco de Pisa. Las otras dos, el Retrato de caballero y el Retrato de dama, se encuentran en la Hispanic Society de Nueva York y en el Rosenbach Museum de Philadelphia, respectivamente. La tercera, que cambiará ahora de manos, la pintó El Greco, ya maduro, en Toledo y se encontraba en el Beaterio de Santa Ana fundado por el propio Pisa en Santo Tomé. De ahí pasó al convento de las Benitas de Toledo y, en 1907, al Marqués de la Vega Inclán (comisario de turismo entre 1911 y 1918 e impulsor de los paradores nacionales) de quien podría decirse que fue el primer marchante del pintor griego. Él se lo regalaría a Gregorio Marañón y de los herederos del científico pasaría al coleccionista particular (y anónimo para nosotros) que hoy la pone a la venta.

Registrada ya en el primer catálogo razonado de El Greco, la inclusión en el de Fernando Marías, así como en las principales exposiciones del Año Greco -tanto en la del propio Marías, El Griego de Toledo, como en la de Leticia Ruiz, El Greco y su taller-, la colocan como una venta de primer nivel para la casa española que ya vio cómo en 2013 se vendía en Sotheby's Londres un Santo Domingo en Oración ( 1600) por 10,7 millones de euros (récord del artista); cómo una Anunciación multiplicaba por cuatro las estimaciones más optimistas y se vendía por 4,4 millones de euros en febrero de 2014 (Sotheby's Nueva York) y cómo este mismo año en Nueva York, San José alcanzaba los 2.700.000 euros.

En cuanto a la técnica, Francisco de Pisa, pintado sobre un cartón de 9,5 x 5,8 cm y sometido a una limpieza hace unos 10 años, está realizado sobre un fondo neutro, "con toques sueltos, con pequeñas pinceladas, casi como si fuera una escultura, en tonos carmín, cremas y grises", explica la directora de subastas de Ansorena que ha convivido con la pequeña joya de El Greco durante los últimos dos años, estudiándola, investigándola, dotándola de todas las garantías necesarias para sacarla a la luz. "Ahora lo lógico sería que se quedase en España, que el Estado ejerciera su derecho de retracto -se la adjudica por la puja final, la más alta- y se quedase con esta miniatura única". Pero esto ya no está en sus manos. El miércoles lo sabremos.