El arte colombiano cuenta su propia historia
Astrid Liliana Angulo Cortés: Un negro es un negro (de la serie Peluca siamesa y pelucas porteadores), 1997-2001
La Sala Alcalá 31 inaugura Campo a través, una muestra de 134 obras procedentes de la colección del banco de la República de Colombia que abarca desde el arte colonial hasta las producciones más actuales.
Son 134 obras las que, en "una estudiada selección de piezas", interviene María Pardo, directora general de Promoción Cultural, llegan a Madrid para ser expuestas fuera de su país de origen por primera vez. A Estrella de Diego le une una estrecha relación con Colombia desde los años 80 y ha sido ella la encargada de organizar un itinerario que va desde el arte colonial hasta el más actual representado por artistas como Doris Salcedo.
"No quería mostrar solo el arte contemporáneo sino transmitir la multiplicidad de la colección y los diálogos que se crean entre las obras de diferentes épocas", explica la comisaria. Esta colección, incide, ofrece "una imagen viva y poderosa de ese arte que habla de la capacidad del país para superar las dificultades". En ese sentido, la historiadora opina que la colección del Banco de la República "refleja la diversidad de Colombia, la gran desconocida en cuanto a arte".
Vista de la exposición
El itinerario, dividido en tres secciones que se entrecruzan y establecen relaciones entre sí, arranca con Anatomía y Botánica donde se enfrentan las imágenes coloniales de la monjas muertas de Victorino García Romero y Manuel Merchán Cano a los cuerpos homosexuales de Luis Caballero. También se reúnen en esta sección obras de Doris Salcedo y Alejandro Obregón que se entienden como "metáforas de la violencia" y su negociación. En ese contexto se ve un temprano lienzo de Botero, Violación (diablo erótico) (1938), "una obra emblemática sobre la violencia, como nuestro Guernica", afirma De Diego.La segunda sección, Guía de viajes, trata asuntos como la diversidad y complejidad del país con obras de Ramón Torres Méndez que trazan un viaje físico y metafórico, las de Liliana Cortés que recuperan la afrodescendencia o los acontecimientos políticos de Beatriz González. En Ciudades invisibles se hace hincapié en "la diversidad y multiplicidad" de un país como Colombia a través de las fotografías documentales de Luis B. Ramos o Fernell Franco, un dibujo a gran escala de Óscar Muñoz y el indigenismo "como guiño a los viajeros", destaca la comisaria.
La colección del Banco de la República comenzó su andadura en 1957 con el impulso de Luis Ángel Arango, que soñó con crear "un gran depósito de la pintura americana", y la fuerza modernizadora del país que abrió sus puertas a artistas y corrientes del arte internacional. Actualmente atesora más de 6.000 piezas de artistas colombianos e internacionales que recorren 500 años de historia y se ha convertido en un referente para investigar el arte producido en ese país.
Vista de la sala
Campo a través se completa con la muestra Cementerio, jardín vertical de María Fernanda Cardoso en la Casa Museo Lope de Vega. Entre ambas muestras se "puede reflexionar sobre el futuro radiante de Colombia", un país en cuyo arte se advierte su complejidad pero también su historia.
@scamarzana