43 'solo projects' para recorrer desde el sofá
El Cultural abre sus páginas a una feria, en papel, que nos traslada a expediciones científicas, derivas por la naturaleza, crítica del turismo de masas y experiencias interestelares
1 marzo, 2021 09:03“No es difícil imaginar al artista a solas, en una habitación de hotel, quizá sentado en la cama, donde a veces le gusta trabajar, o a la mesa, con el pocillo del agua y los pinceles a la vera”, escribía el crítico Mariano Navarro sobre la costumbre de Juan Uslé de viajar acompañado de unos pequeños estuches de acuarelas. El viaje, el desplazamiento, sigue siendo hoy una fuente de inspiración del trabajo de los artistas y está muy conectado con su día a día: la producción de obra, el montaje de exposiciones y las residencias artísticas, algo que en este último año se ha visto truncado. El primero de los pabellones de nuestra feria está dedicado a este movimiento constante y arranca con las pequeñas Notas del propio Uslé en la galería Moisés Pérez de Albéniz. Encontramos aquí varias obras viajeras, anteriores a la llegada del Covid, las telas que Simon Callery (galería Rafael Hernando) imprima de tierras rojizas en zonas arqueológicos, o los dibujos que Mateo López (Travesía Cuatro) hizo en su periplo en scooter siguiendo la huella de los ferrocarriles abandonados en Colombia. Un motivo –el de la vía del tren– sobre el que vuelve Greta Alfaro (Rosa Santos) en su vídeo de factura cinematográfica Decimocuarta estación que arroja una mirada distópica y señala la acción destructiva del hombre sobre la Tierra.
Théo Mercier combina obras originales y objetos encontrados con los que crea arqueologías imposibles
El dibujo ha estado siempre asociado con el conocimiento, ya sea en forma de mapa, anotación paisajística o estudio botánico. Jan Hendrix presenta en La Caja Negra varios parajes boscosos que insisten en la experiencia de contemplación y de nuestra percepción. Gilda Mantilla y Raimond Chaves (ProjecteSD) dedicaron años a recorrer Latinoamérica con su proyecto Dibujando América (2005-2008), con hallazgos como la Biblioteca Amazónica sobre la que siguen trabajando. Y las fotografías, vídeos y culturas de Antonio Rovaldi (The Goma) nacen de sus viajes en bicicleta o a pie.
Pero si hay alguien que hizo de la experiencia de caminar por entornos remotos una seña de identidad, ese es Richard Long. Ivorypress presenta un cuidado libro de artista que documenta siete de sus paseos con dibujos originales creados con barro y arcilla blanca, junto a fotografías de cada uno de los lugares donde durmió. También Hamish Fulton (en 1 Mira Madrid) centra su obra en los espacios y el tiempo que invierte en sus caminatas. Y Juan del Junco (en F2) lleva desde 2014 documentando en sus fotografías con minuciosidad la fauna y flora de Andalucía.
Son un soplo de aire fresco las fotografías de Axel Hütte, en Helga de Alvear, de las superficies nevadas de la Antártida a la selva peruana, donde la vegetación explota en medio de la penumbra. Huye Hütte del concepto romántico de lo sublime con estudiadas composiciones desprovistas de vida humana. Todo lo contrario a Violeta Mayoral (etHALL) que escoge los enclaves como escenario para que algo ocurra. Tiene como vecinas las pinturas de Joan Hernández Pijuán (Cayón) y Esteban Vicente (Elvira González) que, cada uno a su estilo, reivindican un paisaje que va del monocromo verde de Hernández Pijuán a los campos de color en movimiento de Vicente, que encontró en la naturaleza su fuente de inspiración. Se cuela la alegría de los personales jardines fantásticos, un tanto oníricos, de Isabel Villar en Fernández Braso, grandes espacios naturales abiertos en los que todo es posible y donde conviven hipopótamos, simios y búhos con una vegetación desbordante.
Leandro Erlich nos devuelve con sus trampantojos la ilusión de estar contemplando el cielo desde las alturas
Viaje onírico también el de Dis Berlin en Otros mundos (Guillermo de Osma) y lleno de charcos y matices los de Berta Cáccamo (Formato Cómodo). Hoy la posibilidad del viaje está limitada, y muchos artistas están mirando hacia lo que tienen más cerca. La ciudad ha sido siempre un campo de acción. Lo fue para el poeta y pintor Manuel Padorno (Leandro Navarro) quien en su lienzo Nómada urbano: Café Volpini, de formato vertical, replica la arquitectura neoyorquina.
Postales y detección de metales
Se desplaza también con sus acciones Rubén Santiago (Nordés), con pequeños gestos cargados de ironía crítica: En Cadena (2009) transportó de Grecia a Madrid su particular fuego olímpico: varios cigarros encendidos uno detrás del otro durante este trayecto. Y a partir de los atentados del 11S comenzó a viajar con un clavo de hierro oxidado en su equipaje de mano, uno diferente cada vez. Los que no fueron detectados por los controles de seguridad forman parte de su instalación Nailed (2001-2015). En alusión también al transporte aéreo, Leandro Erlich consigue con sus trampantojos escultóricos –varias ventanas de avión en Nogueras Blanchard– devolvernos la ilusión de estar contemplando el cielo y la ciudad desde las alturas. Entramos con ellos en el pabellón dedicado al turismo. Los artistas son capaces de apuntar otros caminos que se escapan de los habituales. Luis Camnitzer (Parra & Romero) trazó una ruta alternativa por Ibiza situando en distintos puntos de la isla varias placas inspiradas en las palabras de Walter Benjamin. Y la fotógrafa Elina Brotherus (Cámara Oscura) recorrió Córcega siguiendo los pasos de W.G. Sebald, quien dejó un libro inacabado que ella interpreta libremente. Muchas de ellas recuerdan al Caminante sobre el mar de nubes de Friedrich.
Dice Mirjam Kroker (Aural) que sus proyectos parten siempre de “un gesto de búsqueda”, un movimiento. En I was here but didn’t take a picture (desde 2019), un carrusel de diapositivas sin imágenes y una selección de capturas de pantalla hechas postales, se inspira en Susan Sontag. Y también se mueve entre las artes y la antropología Théo Mercier, en Casado Santapau, que combina libremente obras originales y objetos de viajes,que colecciona fusionando lo culto, lo sagrado y lo profano, arqueologías imposibles y gabinetes de curiosidades que desmontan nuestro concepto de espacio- tiempo.
En esta feria no hay colas, como tampoco las hay ahora en los monumentos y grandes museos. Podemos ver el conocido atlas fotográfico de Francesco Jodice What We Want en Marta Cervera, una colección de imágenes de más de 170 ciudades. Un avión despegando, un teleférico, carreras de camellos en el desierto... Cuestiona también el ocio vacacional Jorge Fuembuena (Max Estrella) y lo sublime, ese desbordamiento emocional que surge de nuestra experiencia contemplativa ante un paisaje. En su último trabajo, Wood Stories (Historias del Bosque) ha retratado a comunidades seminómadas en la periferia de Nantes. Y Arturo Comas, siempre en clave de humor, ha construido en T20 un cubículo de madera de 2,5 x 1,30 m de alto, que reproduce la entrada de una casa con su felpudo, su puerta y su timbre, que hace un guiño a los viajes lowcost de los más jóvenes, ahora en pause.
Oriol Vilanova ha forrado las paredes con postales de atardeceres playeros que organiza cromáticamente
Para entrar al siguiente espacio hay que cerrar los ojos y transportarse a esa puesta de sol maravillosa que recordamos. Oriol Vilanova (Elba Benítez) ha forrado una pared con imágenes de cientos de ellas. Atardeceres playeros sacados de postales que el artista organiza cromáticamente. Es desconcertante, pero esos bucólicos momentos pueden convivir en el mismo lugar con la llegada de inmigrantes ilegales. Rogelio López Cuenca (Juana de Aizpuru) lo recogió con claridad en su vídeo Picasso Opening (2003-2016), atento siempre a los distintos despliegues que se desprenden del concepto de viaje, desplazamientos masivos no solo de turistas sino también de migrantes y refugiados. Algo que sobrevuela también la obra participativa de Ting-Ting Cheng (Luis Adelantado), aquí con imágenes de puzles que mezclan lugares icónicos libremente. Y Karina Skvirsky (Ponce + Robles) que traza con su inteligente humor un recorrido por el pasado inca de Ecuador haciendo hincapié en su actual explotación turística.
El pabellón de las expediciones
Las expediciones, son la tercera sección de esta feria: el viaje como herramienta de conocimiento. Tito Pérez Mora (Twin Gallery) ha dibujado los 14 ochomiles, más de 230.000 metros de línea con lápiz de grafito. Mientras que Fernando Prats (Joan Prats) recoge en un vídeo su viaje a la Antártida para coronarla con una bandera que reproduce un dibujo de Miró, en homenaje al artista catalán y al esfuerzo de los espíritus creadores por conquistar terrenos indómitos.
Hay viajes inventados por los artistas que son realmente fascinantes. Aquí 3 ejemplos: Andrea Galvani (The Ryder) viaja en barco al polo norte con paneles que almacenan la luz solar durante el trayecto para devolverla al cielo al llegar a destino con un enorme rayo. Alberto Baraya (Fernando Pradilla) lleva años clasificando e inventariando plantas artificiales, de plástico, reelaborando aquellas expediciones del siglo XVIII. Un material al que ha acudido también Joël Andrianomearisoa en sus esculturas en Sabrina Amrani, aunque en su caso hablen de universos íntimos. Pero volviendo a la inventiva: Fernando Gutiérrez (Huanchaco), recién fichado por Espacio Valverde, ficciona en una videoinstalación de dos canales –La Chucha perdida de los incas (2015-2016)– un viaje al corazón de la selva peruana que parodia las representaciones latinoamericanas históricas del siglo XIX inspiradas en modelos europeos.
Y así entramos en dos de los momentos más emocionantes del recorrido: la película en torno al mito del cementerio de elefantes de Carlos Casas (àngels barcelona) en la que la cámara se detiene en el ojo y la piel rugosa del animal. Juega con las texturas y el sonido envolvente del canto de los pájaros, los grillos, los monos y el fluir del agua. Combina el cine documental con la ciencia-ficción para hablar del camino de la propia extinción. En el siguiente stand (Alarcón Criado) hay que mirar al suelo para no caer en una piscina. Forma parte del proyecto Explorador de ruido cósmico de fondo de François Bucher, que nos sumerge en un viaje interestelar. En el agua se refleja la palabra logos, escrita al revés en la pared con tubos de neón.
Veíamos antes que las expediciones tienen mucho que ver con el hecho creativo. Curro González (Rafael Ortiz) ha trabajado de manera recurrente sobre el concepto del viaje circular, en loop, en el que le vemos autorretratado como hombre-orquesta con su maleta y útiles de pintura a cuestas. Son esas idas y venidas cotidianas las que articulan la obra de Fernando García (Heinrich Ehrhardt), derivas de proximidad que se han impuesto en los últimos meses. Juan López (Juan Silió) está redescubriendo el paisaje cotidiano y su arquitectura en El lío. María María Acha Kutscher (ADN), recupera en Persévérance el lugar de personajes femeninos en el espacio público.
Terminamos este viaje express con una de las figuritas de Liliana Porter (Espacio Mínimo), To Go Away (2020). Mientras el calendario se confirma, un recordatorio: las galerías siguen abiertas con estas y muchas otras propuestas en cartel. No esperemos al evento feria para visitarlas.