Laía Argüelles Folch, palabras y memoria en una exquisita exposición del MARCO de Vigo
La artista trabaja las duplicidades y las referencias poéticas recuperando las fotografías olvidadas de los álbumes familiares.
21 septiembre, 2024 01:43Fotografías, tipografías y caligrafías germinan en las obras de Laía Argüelles Folch (Zaragoza, 1986) en Todavía siempre, su primera exposición individual en una institución museística, comisariada por Laura González Palacios.
Las referencias literarias, el interés por las técnicas de reproducción gráfica, la edición o la reutilización de fotografías encontradas resuena en estos proyectos realizados durante la última década ocupando una galería del piso 1.
Comencemos con una despedida. Immer Abschied (2020) [en alemán, Siempre adios]. Palabras escogidas por la artista que deslían los versos de Hilde Domin (1909-2006): “En mí está siempre / la despedida”.
Palabras impresas en tinta oro sobre pañuelos blancos, perfectamente doblados, que imaginamos desplegados, agitados al viento, ahora replegados hasta próximos adioses. Palabras sentidas como latidos.
“Cómo vivir, me preguntó por carta alguien / a quien yo pensaba formular / la misma pregunta”. La artista imprime estas palabras de Wislawa Szymborska (1923-2012) en las postales de ¿Cómo vivir? (desde 2014). Envía esa consulta a personas de su entorno para compartir aquí sus respuestas.
Con la reutilización de documentos ajenos la artista escoge la presencia de palabras y objetos que responden a cuerpos y acciones pretéritos, en los que reconocemos nuestro existir, no sin cierta tensión, entre identidad y alteridad, entre lo que entendemos como propio y reconocible y aquello que percibimos como distante y extraño.
Argüelles declina una estrategia que despliega los significados de la fotografía y la exploración de lo íntimo. La duplicidad sigue presente en Ibidem, donde conceptualiza imágenes que encuentra duplicadas potenciando la idea del doble, de lo múltiple y la variación, propias del medio fotográfico.
No solo le interesa lo retratado si no que reclama su reverso como negación de la imagen que observa y que dispone junto a su anverso. Así sucede en La flâneuse (2021): título que nos conduce a la representación de la experiencia urbana, caminada y narrada en femenino.
“La flâneuse existe cada vez que nos desviamos de las rutas que han trazado para nosotras y nos aventuramos a buscar nuestros propios territorios”, escribe Lauren Elkin en Flâneuse: Una paseante en París, Nueva York, Tokio, Venecia y Londres.
Argüelles disecciona la tensión entre identidad y alteridad, entre
lo propio y lo distante y extraño
Y subrayamos esa relevancia de flexionar el sustantivo del arquetipo flâneur, que describía una nueva relación con las trasformaciones urbanas de mediados del XIX, para nombrar este proyecto realizado a partir del hallazgo de una fotografía (posiblemente datada hace cien años) de una mujer retratada mientras camina por la ciudad.
Con esa imagen, la artista también la recorre durante un año en el que acumula 200 fotocopias de esa imagen realizadas en copisterías escogidas al azar. Con ellas compone un libro de artista, cuyo facsímil se dispone en esta exposición.
Finalizamos con la intimidad del hogar. Ya sean sus Maisons de week-ends imaginaires (2018-2021) o su estudio 210 (2021) contemplando el exterior desde la privacidad doméstica, con la confortable delectación de la luz solar definiendo nuevos contornos de nuestra intimidad.