Arde la isla
J. P. Ballester: En ninguna parte, 2001
Un recorrido por el arte cubano de los últimos diez años, así es Atravesados, la exposición que, comisariada por Menene Gras, el 17 de abril se inaugura en la sede madrileña de la Fundación Telefónica. Son 21 artistas y más de 50 obras que pretenden mostrar la identidad del arte de la isla. Creadores que viven dentro y fuera de Cuba (algunos de ellos en nuestro país) están aquí reunidos para demostrar y definir la singularidad del mestizaje.
Esto sucedía al tiempo que se intensificaba el turismo a la isla, que La Habana entraba, desde 1984, en el circuito de grandes acontecimientos artísticos internacionales con su Bienal, que esa multitud de artistas exiliados en Estados Unidos y Europa gozaban de considerable aprecio. En los 90 se celebran algunas colectivas importantes de arte cubano, generalmente abarcando esa doble existencia en el interior y en el exterior, esa condición nómada. Tal es el enfoque de esta exposición que ha comisariado Menene Gras para la Fundación Telefónica y que no es desde luego la primera dedicada al arte cubano reciente en España, y ni siquiera nos da a conocer muchos artistas "nuevos", que no hayan mostrado su obra aquí, ya en individuales ya en colectivas. Este es un dato que debemos considerar positivamente, pues significa que tenemos un conocimiento medianamente satisfactorio de la plástica cubana. Las galerías ángel Romero de Madrid y Berini de Barcelona han sido especialmente activas a este respecto, representando (de los que participan en esta exposición) a Los Carpinteros, Carlos Quintana o Armando Mariño la primera y a Douglas Darnis, Inés Garrido, Saidel Brito o Pedro álvarez la segunda. Por no hablar de otros artistas ya conocidos por los aficionados españoles como Kcho, Marta María Pérez Bravo, Esterio Segura (que tuvo un gran éxito en la anterior Bienal de La Habana) o Juan Pablo Ballester.
Menene Gras utiliza el calificativo de Atravesados -que no pertenecen a ningún lugar, que son frontera ellos mismos- para formular su acercamiento al arte cubano reciente, que ve como expresión de conflictos o "deslizamientos de identidad y género", partiendo su discurso de las figuras dramáticas y "heroicas" de Mendieta, González Torres y Reinaldo Arenas, éste continuamente citado en su texto de presentación. Conflicto con la nacionalidad de origen, desterritorialización, supervivencia, asociación de lo personal a lo político, del cuerpo a la geografía, son según la comisaria algunos de los rasgos más definitorios de esta veintena de artistas. Nacidos la mayoría en la segunda mitad de los 60 o primeros 70, comparten el alejamiento de lo tópico y lo pintoresco (desde fuera) y de la imaginería y la retórica oficiales (desde dentro), así como el deseo de hablar sobre la historia del país y sobre las historias personales de sus habitantes, muchas veces desde la ironía o el escepticismo. En la selección faltan artistas importantes, como Tania Bruguera, René Peña, Carlos Garaicoa, Juan Carlos Alom o Carlos Estévez. Pero sobre todo se le puede reprochar que, a pesar de su nombre, la exposición no parece guiada por un criterio argumental, pues las propuestas son tan diversas que debemos concluir que podemos aplicar esa condición de "atravesados" a todos los artistas cubanos de esta generación -lo cual es mucho generalizar- y el título es además engañoso en cuanto si bien es cierto que los deslizamientos de identidad se atisban aquí y allá, los de género son muy puntuales.