Rima interna por Martín López-Vega

Cosecha de 2013

23 diciembre, 2013 11:43

A lo mejor quieren ustedes regalar un libro de poesía estas navidades y no se les ocurre cuál.  Haciendo un repaso mental rápido a lo que se ha publicado este año en España, aquí van algunas sugerencias.

Hace tiempo que Olga Novo (en la imagen) es una de las poetas más interesantes que escriben ahora mismo en la península. Su profunda ligazón con la tierra, sincera y crítica, no tiene nada del turismo campestre al que estamos tan acostumbrados. Su capacidad para convertir cosas cotidianas en totems sólo es comparable a la de los clásicos. Los líquidos íntimos (Cálamo) es una antología de toda su obra.

El falso techo (Pre-textos) es el segundo libro de poemas de Erika Martínez. Bien entrenada en el gimnasio del aforismo, cada poema suyo es un puñetazo de inteligencia al estómago de la emoción. Otros libros de poetas españoles de las últimas hornadas: en La crisis: Econopoemas (Ya lo dijo Casimiro Parker) Sergio Fanjul da voz a la indignación por “lo que está pasando”, con humor e inteligencia. En Mis padres: Romeo y Julieta (Pre-textos) Pablo Fidalgo, un nombre esencial de las últimas quintas, recrea una historia familiar y consigue lo que pocos poetas logran: contarnos su vida y que nos creamos que nos está contando la nuestra. En El vientre de las iguanas (Renacimiento) María Paz Moreno hace de la contención virtud y nos recuerda que el secreto está en saber mirar, en saber que mirar bien incluye ver (y reflexionar) sobre la propia mirada. El tiempo menos solo (Pre-textos), segunda entrega de Abraham Gragera, es como un big bang: se expande en cada lectura dentro de nosotros. Una pequeña colección de poemas memorables que acaba de ganar el premio Ojo Crítico.

Menos jóvenes, autores de una obra ya hecha: Jesús Aguado dio a la imprenta su antología La insomne (Fondo de Cultura Económica) un perfecto aperitivo para quien no se atreva, de golpe, con su obra completa (publicada por Vaso Roto).  Después de leída la antología, se atreverá, sin duda. Por su parte, Miguel d’Ors publicó Atómos y galaxias y un libro suyo es siempre una garantía de felicidad. Una felicidad que gana paso a marchas forzadas a la melancolía en las páginas de Eloy Sánchez Rosillo, que editó este año Antes del nombre (Tusquets).

Algunas traducciones de las publicadas este año no deberían faltar en ninguna biblioteca. Balada para Metka Krasovec (Vaso Roto), del esloveno Tomaz Salamun, es uno de los libros mayores de la poesía europea de la última media centuria, todo un catálogo de formas de acercarse al poema, algo así como un pantone de la poesía contemporánea. Parecía intraducible pero Xavier Farré ha logrado que parezca escrito directamente en español. También obra de un esloveno, Brane Mozetic, Banalidades (Visor) es un gran ejemplo de cómo la poesía es el mejor contenedor de la intensidad. Bosques, etc (Pre-textos) es una de las primeras entregas de Alice Oswald, tal vez la mejor poeta británica de ahora. En otro momento (Delirio) de Stephen Dunn, es un lingotazo de lucidez. Divinas comedias (Vaso Roto) de James Merrill es uno de los momentos más altos de la poesía norteamericana del pasado siglo, e incluye algunos de sus poemas más célebres (como “Lost in Translation”). También en Vaso Roto, la antología Miniaturas de tiempos venideros es un magnífico catálogo de la casi desconocida poesía rumana contemporánea. Sarajevo (Valparaíso) recoge algunos de los poemas del siempre recomendable poeta bosnio Izet Sarajlic. Sin olvidarnos de Nikola Madzirov, de quien Pre-textos publicó Lo que dijimos nos persigue, una honda muestra de que lo mejor de la poesía europea del siglo pasado tiene heredero.

Si quieren hondura, Hugo Mujica publicó esta año la reunión de su poesía completa (Del crear y lo creado, Vaso Roto) y nuevo libro (Cuando todo calla, Visor). Leerle siempre es como tomar un refrescante cuenco de silencio. Y, last but not least, la Obra completa de Blas de Otero (Galaxia Gutenberg). Un libro que hemos esperado tanto tiempo que ahora no hay quien nos despegue de él.

Estoy seguro de que se me olvidan algunas cosas, pero ya ven, sin ser exhaustivo, para lo que ha dado 2013 en cuanto a libros de poesía. Yo hago mis votos por un próximo año, al menos, igual.

 

 

Image: Guillermo González

Guillermo González

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