Un momento de la obra teatral 'This Is Not an Embassy (Made in Taiwan)'.

Un momento de la obra teatral 'This Is Not an Embassy (Made in Taiwan)'.

Stanislavblog

'This Is Not an Embassy (Made in Taiwan)', teatro pero no drama

El Centro Dramático Nacional ha elegido para abrir la temporada un montaje exento de dramaticidad, dirigido por Stefan Kaegi. 

22 septiembre, 2024 11:34

El Centro Dramático Nacional (CDN) ha desplegado en este inicio de temporada una campaña de publicidad con lemas del estilo "para ti, que andas buscando dramas" o "los dramas no vienen solos", eslóganes que juegan con el término "drama" entendido como obra de teatro y como conflicto o suceso de interés. Sin embargo, para abrir la temporada ha elegido un montaje exento de dramaticidad como This is not a Embassy (Made in Taiwan), dirigido por Stefan Kaegi, exmiembro de la ya desaparecida compañía Rimini Protokoll, exponente de una de las corrientes del teatro posdramático alemán.

Cuando digo exento de drama me refiero a obra sin conflictos ni personajes ni acciones que hagan avanzar el relato y tengan un impacto emocional en el espectador. Lo que se ha visto en el Teatro Valle-Inclán, y que estará hasta hoy, no es una representación, sino una exposición sobre la realidad política e histórica de Taiwán, confeccionada como si fuera un reality con taiwaneses haciendo de sí mismos y no con actores profesionales.

Si no fuera por los juegos de interacción con los espectadores y por la ficción que se cuela tras el baño informativo de Historia taiwanesa que nos dan los tres "actores" en el inicio, el montaje pecaría de parecerse más a un reportaje periodístico en un set de televisión que a una obra de teatro.

Pero es cuando cruzamos el umbral de la ficción, en el momento en el que se nos propone vivir la utopía de convertir el teatro en el que estamos en la embajada de Taiwán en España, cuando nos aproximamos al juego teatral de lo extraordinario. Y cuando Kaegi nos hace ver las posibilidades del teatro como ámbito real e imaginario para abordar asuntos políticos y sociales.

Estamos ante un montaje documental y pelín site specific por lo de hacer del Valle-Inclán la embajada de Taiwán. Cumple con ilustrar, entretener y despertar el apetito por conocer la historia de este pequeño estado al que se le niega el reconocimiento de nación, y del que la mayoría de los españoles poco saben más allá del  "made in Taiwan" que hayan podido leer en alguno de sus dispositivos electrónicos.

También funciona como eficaz carta de presentación diplomática de los intereses taiwaneses, y aunque está concebido como una exploración de lo que es la geopolítica de Taiwán a partir de las ideas y los sentimientos nacionalistas de sus tres "actores reales", no puede sacudirse la profunda carga propagandística.

Un momento de la obra teatral 'This Is Not an Embassy (Made in Taiwan)'.

Un momento de la obra teatral 'This Is Not an Embassy (Made in Taiwan)'.

Los  tres "actores" son una activista de lo digital partidaria de preparar a su país para lo peor (la invasión y anexión de Taiwán por la República Popular China), una compositora heredera de un rico negocio de batidos y un diplomático jubilado proclive a la anexión a la China comunista. Representan a generaciones distintas y logran expresar sus disenso ideológico de forma tan educada que una piensa si será un rasgo asiático.

La puesta en escena es austera, limpia de accesorios innecesarios. Viene arropada por un dispositivo tecnológico de pantallas que se deslizan como telones en el foro y en las que los actores, sirviéndose de mesas de proyección, nos muestran fotografías, objetos, maquetas para ilustrar sus narraciones. La música en directo interpretada por Debby Szu-Ya Wang las contextualiza. La dirección escénica tiene criterio y rumbo y hace que el relato fluya con suavidad.

This is not a Embassy (Made in Taiwan) sigue el modelo de los numerosos montajes que hicieron desde el comienzo del milenio y hasta su separación reciente los Rimini Protokoll, cuyo relevo ha tomado Kaegi, y del que ya vimos un trabajo anterior en  Madrid en 2019. Ha sido uno de los colectivos de mayor éxito representante de un teatro documental en la corriente del llamado teatro posdramático alemán, marchamo que identifica lo que no es, —drama—, pero del que todavía no sabemos con precisión qué es.

This is not a Embassy (Made in Taiwan)

Teatro Valle Inclán-Centro Dramático Nacional

Concepto y dirección: Stefan Kaegi (Rimini Protokoll). Dramaturgia: Szu-Ni Wen. Reparto: Chiayo Kuo, Debby Szu-Ya Wang y David Chienkuo Wu. Escenografía: Dominic Huber. Iluminación: Pierre-Nicolas Moulin. Música: Polina Lapkovskaja (Pollyester), Debby Szu-Ya Wang y Heiko Tubbesing. Vídeo: Mikko Gaestel. Grabación de vídeo: Philip Lin. Investigación en Taiwán: Yinru Lo Codramaturgia: Caroline Barneaud.