María Rodríguez Soto y Enric Auquer en 'Mamífera'

María Rodríguez Soto y Enric Auquer en 'Mamífera'

Cine

'Mamífera': ser o no ser madre entre pizzas veganas, juguetes reciclables y mascotas dependientes

Apoyándose en una impecable María Rodríguez Soto, la directora Liliana Torres ofrece el retrato mesurado de una mujer joven, aunque ya no tanto.

26 abril, 2024 02:04

Liliana Torres (Vic, 1980) aborda en su nuevo largometraje uno de los temas que más parece preocupar al cine español actual (de hecho, al cine en general). Y lo hace con esa mezcla de sensibilidad indie, retrato costumbrista al borde del slice of life, con toques de comedia y drama que caracteriza su cine.

Apoyándose en el trabajo impecable de su protagonista, María Rodríguez Soto, la directora y guionista, dueña absoluta de la situación, ofrece el retrato mesurado y sencillo de la tremenda decisión que debe afrontar una mujer joven, aunque ya no tanto, ante un embarazo involuntario.

Una mujer con una vida perfectamente organizada (pareja, trabajo, familia) y establecida en torno a su firme deseo de no tener hijos. Lola, que se rebela incluso en el aula donde imparte clases contra el designio biológico, es mucho más que una “mamífera”.

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Pero eso no le ahorrará las dudas, la angustia, reflejada en varias curiosas escenas oníricas, que le produce su decisión frente a un entorno donde aún se evidencia lo difícil que es hacerse y definirse como mujer, construirse como ser humano independiente, mientras, alrededor, amigas y parejas giran en torno a familia y los niños como eje fundamental.

Lejos tanto del melodrama como de la comedia directa, Mamífera tiene su mayor virtud y su mayor problema en su estructura didáctica.

Por un lado, constituye un retrato de inmenso interés sociológico: el de una nueva pequeña burguesía progresista y bienpensante que gravita alrededor de pizzas veganas, sororidad, maternidad responsable, juguetes reciclables, retiros espirituales, terapia, lenguaje inclusivo, pedagogía creativa, cooperativas de madres e infusiones naturales.

En Mamífera, la codirectora de Hayati (2018) mantiene fuera de campo cualquier elemento de la realidad actual española que refleje un mundo aparte de su perfectamente definido entorno social tolerante, progresista e inclusivo sin fisuras.

Por otro, su problema es, precisamente, esta obvia intención didáctica: a lo largo de su metraje se nos exponen directamente todos los ángulos del problema de la maternidad no deseada, insistiendo en la libertad para la realización personal que nos ofrece el mundo actual.

La decisión es difícil, sin duda, pero somos libres para tomarla. La sociedad democrática y el estado social de derecho nos lo permiten y garantizan.

No es que uno no esté de acuerdo con ello, sino que el planteamiento resulta tan transparente, la exposición del conflicto tan programática y amoldada a sus intenciones que, al final, pareciera que estuviéramos más que ante una obra de ficción ante una suerte de publirreportaje con escaso valor cinematográfico.

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Una guía para hacer frente a la maternidad no deseada prescrita por el Instituto de la Mujer, que roza a veces el cuento de hadas, con personajes tan poco creíbles como el de Bruno, sensible pareja masculina de la protagonista y modelo ideal de padrazo moderno.

Bruno, como las amigas de Lola, constituye no un reflejo de la realidad sino una idealización algo infantil de esta, diseñada para su exhibición educativa en festivales y centros de formación integral.

Mamífera

Dirección y guion: Liliana Torres.

Intérpretes: María Rodríguez Soto, Enric Auquer, Ruth Llopis, Anna Alarcón, Mireia Aixalá.

Año: 2024.

Estreno: 26 de abril