Bruce Springsteen

En el universo del rock, el protagonista del año es un tipo de 58 años que ha vendido millones de discos, que no tiene que demostrar nada, que toca junto a la misma banda desde hace décadas. Bruce Springsteen es The Boss (el jefe) y en el 2007 lo ha vuelto a demostrar dando un golpe sobre la mesa: después de ofrecer en Madrid y Bilbao conciertos demoledores para presentar su disco Magic, ha reventado los records de venta de entradas en España, pese a unos precios que se han movido entre los 57 y los 71 euros.

En apenas ocho horas se agotaron las 76.000 entradas para un concierto en Barcelona (Camp Nou) que se celebrará el ¡20 de julio de 2008! La brutal demanda de localidades obligó incluso a los organizadores a añadir un nuevo concierto el día 19 del mismo mes. Y un tercero en Madrid (Santiago Bernabeu) el día 17. Más de 200.000 espectadores, una cifra sin precedentes, no pueden estar equivocados. Mientras Springsteen hace caja en lo que suena a gira de despedida (con la E Street Band), el rock sigue sonando en pequeños locales, esos escasos paraísos en los que no son necesarias pantallas de video para poder ver la cara de los músicos.

Wilco, la banda de Jeff Tweddy, se ha confirmado en 2007 como el gran grupo de directo. Sus ya habituales giras por España son toda una garantia de calidad, con un sonido excelente y unos músicos muy por encima de las grabaciones que encontramos en las tiendas (o en la red). Wilco ha recuperado la pasión por tocar, por disfrutar de las canciones, por hacer de cada concierto un momento único. El público, que jamás permanece indiferente a ese derroche de energía, le ha convertido en la banda de referencia de comienzos del siglo XXI. Algo que, más lentamente, está sucediendo con Quique González, el cantautor español con mayor proyección de los últimos tiempos. Su último disco, Avería y redención, ofrece a sus seguidores un cambio de sonido y de intenciones: González se aleja de la música de raíces americanas y apuesta, en 17 canciones maduras y densas, por un rock de carácter atemporal.

Es la punta de iceberg de un rock ibérico escuálido, en el tal vez destacaría la honestidad de los "sureños" Sugar Mountain y Sol Lagarto, la perseverancia de José María Granados, el purismo de la J. Teixi Blues Band, o la inclasificable obra de Remate.