Teatro

Un calmante llamado amor

The Royal Shakespeare Company, en el Teatro de Madrid

5 abril, 2000 02:00

Que tan sólo el anuncio de su visita cree tanta expectación y sea tan celebrado dice mucho de una compañía de teatro. Así ocurre casi siempre con The Royal Shakespeare Company (RSC), quizá la más acreditada formación de teatro clásico del mundo que vuelve a Madrid después de ocho años. Presenta la comedia La fierecilla domada, de William Shakespeare, dirigida por Lindsay Posner y con un reparto de quince intérpretes. Actúan en el Teatro de Madrid y durante tres únicos días, del 7 al 9 de abril.

Aunque la compañía representó en 1997 seis obras cortas de Samuel Beckett en Barcelona, hacía ocho años que no actuaba en Madrid, cuando escenificó La comedia de los errores. La razón principal es que la Royal Shakespeare Company (RSC) comienza sus giras por el extranjero en la primavera y, como señala David Codling del British Council, "Madrid no tiene ni teatros que programen producciones internacionales ni organiza ningún festival en esta época que pudiera acogerlas". Además, la RSC es una de las más solicitadas, por lo que su contratación exige mucha antelación. De hecho, la idea de traerla a Madrid la barajó el exdirector de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), Rafael Pérez Sierra, que inició las negociaciones el pasado año para que actuara en el Teatro de la Comedia. También se pretendió llevarla a Barcelona, pero finalmente ofrecerá tres únicos días (7, 8 y 9 de abril) en el Teatro Madrid, con cuatro funciones (el sábado, día 8, hay una matiné a las 12.00 horas y una sesión de tarde, a las 20.30 horas).

La RSC es una de las escasas compañías internacionales que mantiene un repertorio tradicional con actores capaces de interpretar distintos papeles en la misma temporada. El repertorio de la RSC se compone en la actualidad de 23 obras y no todas de Shakespeare, pues aunque él es el protagonista indudable, también contempla autores coetáneos suyos, además de obras del siglo XX y de nuestros días.

Repertorio contemporáneo

En esta temporada combina obras de Shakespeare (Macbeth, Antonio y Cleopatra, Como gustéis, Enrique IV y Enrique V, Otelo...) con otras como Volpone, de Ben Jonson, Don Carlos, de Schiller, Oroonoko, de la nigeriana Biyi Bandele o Victoria, de David Craig, que se estrena próximamente. Además, el pasado 15 de marzo inauguró en Stratford upon Avon el festival Summer 2000, que se prolonga hasta el 7 de octubre. La tradición es que la compañía estrene en Stratford las obras que luego llevará a Londres y a otras ciudades del país en la temporada de invierno. La lupa, del italiano Giovanni Verga (Cavalleria rusticana), Back to Methuselah, de George Bernard Shaw, y The Familiy Reunion, de T. S. Eliot, figuran entre los próximos estrenos.

Respecto a las giras internacionales, suele reservar una o dos obras de la temporada para girarlas. En esta ocasión, le ha correspondido a La fierecilla domada, estrenada el pasado 20 de octubre en el Barbican (la sede de la RSC en Londres) , que después de Madrid viajará a Estambul, Taipei, Seúl y San Francisco.

Dirigida por Lindsay Posner, director adjunto del Royal Court Theatre (la institución dedicada al teatro actual), la obra fue bien recibida por la crítica cuando se estrenó: "Desdeñando las propuestas fáciles, Lindsay Posner nos muestra un cuento brutal sobre la crueldad psicológica" (The Guardian); "qué suerte encontrarse con una producción que presenta francamente La fierecilla domada, ofreciéndonos una experiencia compleja" (The Financial Times).

En palabras de David Codling, "la obra es una versión interesante porque trata de afrontar con mucho candor y franqueza un tema que puede ser polémico e incómodo en nuestros días. Posiblemente, no pueda considerase como una obra políticamente correcta".

Como es sabido, el argumento gira en torno a la sumisión de la mujer, pero también a cómo el amor puede cambiar el carácter o temperamento de las personas. La trama presenta un personaje protagonista, Katherine, mujer malhumorada y brava a la que hay que casar, pues es la condición que su padre ha puesto para que su hermana Blanca pueda también desposarse. Historias paralelas que recuerdan la comedia de Calderón No hay burlas con el amor, pero que Shakespeare las envuelve con una tercera. ésta sirve de prólogo a la obra y cuenta el sueño del calderero Sly, el gracioso que mientras duerme vivirá un experimento social.

El argumento es antiguo, aparece en textos clásicos y autos medievales y también está muy presente en nuestra literatura y teatro del Siglo de Oro. De hecho, se duda de la paternidad de La fierecilla domada o La doma de la bravía, como también es conocida, pues se tienen datos de obras que con título parecido fueron representadas en Londres antes de 1595, año en el que se fecha la de Shakespeare. Luis Astrana, en su estudio para la edición de Aguilar de las Obras Completas de Shakespeare, llega todavía más lejos al mantener la dependencia castellana de la comedia del bardo inglés. Uno de los antecedentes sería el Conde Lucanor, en el que se halla un ejemplo "De lo que contesció a un mancebo que casó con una mujer muy fuerte et muy brava". Otra inspiración española pudiera ser el códice de Puñonrostro, del infante Don Juan Manuel, que relata una historia parecida a la del gracioso Sly que prologa La fierecilla.. y que también pudo servir a Calderón para La vida es sueño. Y finalmente Agustín de Rojas (nacido en 1572) escribió El natural desdichado, con un pasaje parecido también al del prólogo.

Humor inglés, genio italiano

Shakespeare debió conocer la comedia Suppose, muy popular en la época isabelina e inspirada en otra italiana de Ariosto. En definitiva, la obra se puede considerar una combinación del humor tradicional inglés y el ingenio italiano entonces en boga en Inglaterra.

La puesta en escena de Posner huye del aparato escenográfico (obra de Ashley Martin-Davis). El director situá las distintas historias que se cuentan en épocas distintas y las vincula con un efecto dramático sorpresa.

Interpretada por quince actores, muchos de los cuales hacen tres y cuatro papeles, los protagonistas son Monica Dolan (en el personaje de Katherine), Stuart McQuarrie (en su pretendiente Petruchio pero también en el del calderero Sly), Charlotte Randle (en el de Blanca) y Jo Stone-Fewings (en el de Lucentio).

Como es tradicional en la compañía, durante los ensayos los actores cuentan con colaboradores de las distintas disciplinas para su formación. En esta ocasión, y como los distintos acentos eran importantes en la caracterización de los personajes, han tenido el asesoramiento de un director de diálogos en dialecto y un coordinador de voces. Además, la ficha técnica se completa, entre otros, con un maestro de armas y tres músicos de flauta, mandolina y guitarra.