Image: Un guiño a Max Ernst

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Teatro

Un guiño a Max Ernst

El innovador coreógrafo José Montalvo llega por primera vez a España

24 octubre, 2001 02:00

La compañía de José Montalvo, bailarín de origen español afincado en Francia, actúa por primera vez en nuestro país tras haber sido mimada por la crítica y el público galo. El próximo 26 de octubre presenta en el Teatro de Madrid Le jardin io io ito ito, un trabajo en el que a modo de collage reúne coreografías cortas y cargadas de humor.

José Montalvo no es un coreógrafo contemporáneo francés al uso. Como hijo de emigrantes españoles en el sur de Francia ya tenía el mestizaje garantizado. Pero por temperamento propio este creador de cuarenta y cinco años, hijo de un arquitecto y de una madre que bailaba flamenco y adoraba las comedias musicales americanas, ha abierto las puertas de una danza que se había tornado algo hermética para dar rienda suelta a su enorme curiosidad y su mirada abierta. Esta mirada divertida y múltiple ha sabido plasmar con éxito expresiones dancísticas de lo más diversas para atraer a un público masivo poco habitual en este campo.

Alegre burdel

Con El Jardín Io Io Ito Ito la Compañía Montalvo-Hervieu se presenta en Madrid por primera vez. El título hace referencia a una cita del artista surrealista Max Ernst y el arte de collage, ambos presentes en el espíritu de este "alegre burdel", como lo llama el periódico "Libération". Diecisiete bailarines de mil raíces dan alegría al cuerpo a través de lenguajes tan dispares en origen y forma como el hip-hop, el flamenco, las danzas tradicionales de Camerún, Las Antillas y la Costa del Marfil, el break-dance, la danza tradicional china, el circo o el ballet clásico.

Esta forma ecléctica de concebir la tarea coreográfica se debe a los inicios algo atípicos de Montalvo en el mundo de la danza. Los años setenta los dedicó a estudios de arquitectura, artes plásticas e historia del arte. El encuentro con el movimiento Dadá y las obras de Marcel Duchamp fue revelador para el joven. Sus inicios en el mundo de la danza pasaron desapercibidos pero durante los años ochenta comenzó a destacar y varias piezas suyas fueron premiadas en Francia y en el extranjero. Todavía no se le terminaba de situar en el mapa coreográfico. Su participación en las primeras experiencias colectivas de "bals modernes", iniciativa europea en la que distintos coreógrafos invitan al público a ensayar pasos coreográficos para poder vivir la danza en su propia piel, se complementa muy bien con el estilo de sus producciones. Más tarde ha repetido la experiencia con 7.000 escolares en Créteil, donde su compañía es la residente del Centre Chorégraphique National. Y en los últimos años ha realizado trabajos para la ópera de París.

Un mosaico de piezas

Su forma de crea refleja una manera democrática de concebir el arte. Para este montaje de El Jardín Io Io Ito Ito Montalvo, Dominique Hervieu, -coreógrafa asociada de la compañía- y los propios bailarines confeccionaron cien pequeñas piezas de un minuto de duración que se han hilvanado para crear el espectáculo. Como las piezas de un mosaico, los elementos contrastan y se integran hasta conseguir una obra con identidad propia. Algo que ya ensayó en su anterior trabajo: Un "nioc" de Paradis.

Para esta coreografía se ha servido de sus recuerdos de las fiestas de otoño de su infancia en el sur de Francia. Fiestas pobladas de personajes dispares, que son vistos como un torbellino de colores, de ritmos, de cantos y en los que logra momentos de gran virtuosismo y alcanza un estilo de lo más personal. En este jardín hay sitio para todos. Como explica Montalvo, "esta obra nació del deseo de recuperar esas emociones de júbilo,vibraciones de las diferencias en un gesto de burla contra toda forma de xenofobia. Un elogio feliz del cosmopolitismo".