Image: La gran mascarada

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Teatro

La gran mascarada

Caracalva vuelve con la comedia Los Openheart

17 abril, 2002 02:00

Pilar Castro y Diego Martín son los dos amantes de la obra

Menos cabareteros, más ácidos y críticos vuelven los miembros de Caracalva, encabezados por el polifacético Secun de la Rosa. Y lo hacen mañana, en la sala Mirador de Madrid, donde estrenan esta historia sobre un triángulo amoroso al que le han puesto humor negro y canalla y en la que se ríen de las apariencias.

El nombre de Secun de la Rosa se ha convertido ya en habitual de los circuitos alternativos, bien por su trabajo con Radio Rara -compañía que formó a partir del sorprendente éxito de la obra homónima, y con la que el artista estrena y dirige sus propios textos-, o bien por su trayectoria junto a Caracalva - creada hace siete años junto a Pilar Castro y el fallecido Manuel Hormigo-. Con esta formación regresa ahora el autor-actor-director a la escena. En este caso en calidad de coautor junto a Pilar Castro y compartiendo cartel como actor con sus colaboradores Diego Paris, Diego Martín y Aitor Merino -el tercer miembro de esta compañía-.

Los Openheart es su cuarta obra y surge de su montaje anterior, Susrealismos, en el que ya se esbozaba la historia de un matrimonio delirante. Sus autores creen que es "la mejor obra que hemos escrito hasta el momento, la más elaborada -confiesa De la Rosa -. Hemos trabajado con la verdad de los personajes pero no hemos querido que nos saliera un texto ni excesivamente racional, ni excesivamente absurdo". En la noche de fin de año, un matrimonio formado por un científico que estudia las actitudes humanas y su excéntrica y millonaria mujer invitan a cenar a un joven y brillante artista, bastante "trepa".

Personajes tragicómicos
Como si de una obra de Tennessee Williams se tratase, la llegada de un tercero destapa la caja de Pandora y se desvelan odios y frustraciones. Un fantasma "chusquero," unas gemelas encerradas en el armario y un restaurante chino donde venden gremlins aportan el toque "divertido y absurdo" a esta obra de personajes tragicómicos, aunque el tema que se trata no es irrisorio: "Las máscaras que todos nos ponemos se acaban convirtiendo en tu único yo. La gente pierde la esencia de sí mismo y al final la vida se convierte en una anécdota diaria", dice el autor. En esa noche de catarsis en la que transcurre la obra los autores quitan las máscaras a sus criaturas y muestran sus esqueletos: un joven homosexual de extracción humilde que ansía la fama; una millonaria atada a un matrimonio ruinoso y a un pasado de belleza y juventud que no volverá; y un científico que no sabe relacionarse con los demás. Los personajes forman parte de un entorno en el que todo es extraño, absurdo, "sustentado por un juego constante con el lenguaje".

A pesar de la minuciosa elaboración del texto, la obra mantiene el estilo "canalla, de humor negro y toque cabaretero" que viene caracterizando los trabajos de Caracalva. En el resultado final ha sido crucial la labor de dirección de Andrés Lima. Actor, director, miembro fundacional junto con Antonio San Juan de la compañía Animalario, Lima está a punto de cumplir una década como director de escena. Como preludio a ese festejo se regala "el placer de trabajar con una compañía como Caracalva con la que tengo mucho en común ". Asegura que su dirección en este montaje ha sido "visceral, intuitiva" y que por su lenguaje propio el texto puede conectar con un público heterogéneo. "El tema interesa porque trata las falsedades del amor, las trampas de la fidelidad, y retrata las vidas de aquellos que viven en una gran mentira".