Image: Las voces del Ballet Nacional

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Teatro

Las voces del Ballet Nacional

Elvira Andrés actualiza el repertorio de la compañía con Pagés y Nieto

19 diciembre, 2002 01:00

De izda. a dcha, María Pagés, Teresa Nieto y Elvira Andrés. Foto: M.R.

La directora del Ballet Nacional de España, Elvira Andrés, estrena el 20 de diciembre en el teatro de la Zarzuela de Madrid el que se considera su programa más personal desde que se hizo cargo de la compañía, en el que ha conjugado el repertorio clásico con el más actual. A las coreografías de maestros como Pilar López (El concierto de Aranjuez) y Manolete (Entreverao) se suman las de dos coreógrafas de muy distinto estilo: La bailaora flamenca María Pagés, recientemente galardonada con el Premio Nacional de Danza, que estrena Ilusiones FM, y Teresa Nieto, procedente de la danza contemporánea, que ha creado Mareas junto con Florencio Campo. El Cultural ha conversado con ellas.

Sopla un viento frío en el madrileño Paseo de la Chopera pero dentro de la sede del Ballet Nacional de España (BNE) las oficinas dan una engañosa impresión de tranquilidad. Es sólo un espejismo de mediodía. La compañía está en plena actividad, dando los últimos toques al repertorio que estrena mañana en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Es el primer programa encargado a Elvira Andrés desde que asumió la dirección de la compañía y no podría ser más variado. El Concierto de Aranjuez de Pilar López, Entreverao de Manolete, y dos estrenos absolutos: Mareas de Teresa Nieto y Florencio Campo, e Ilusiones FM de María Pagés, galardonada hace poco con el Premio Nacional de Danza. El horario del BNE está milimetrado hasta el último segundo, pero el tiempo previsto para esta entrevista se alarga inevitablemente. Elvira Andrés, Teresa Nieto y María Pagés hablan de las nuevas creaciones y lo que significan para el repertorio de la compañía nacional haberlas incorporado.

-¿Este programa supone una gran responsabilidad para la directora del BNE?
-Elvira Andrés: Podrías titular esta entrevista Un director en busca de autor. Con la responsabilidad que me asiste como directora en este momento del BNE me he planteado cómo debería ser este programa. Soy una directora artística, tengo que poner mi ser artístico a disposición de la compañía. He tenido muy buenos maestros y una formación de la que estoy tremendamente agradecida. Y el repertorio clásico tiene que estar en este programa. Pero el clasicismo no tiene por qué estar reñido con las nuevas creaciones. He buscado autores que pueden realizar sus propias propuestas creativas. ¿Por qué Teresa y Florencio Campo? Teresa viene del contemporáneo pero tiene otro mundo en el que cohabita con el flamenco a través de la compañía Arrieritos. Florencio Campo personifica a todo un grupo de gente que en un momento determinado se unió a Teresa y crearon un estilo absolutamente personal y un lenguaje especial que me parece interesantísimo. Y creo que el Ballet Nacional tiene que tenerlo.

-¿Y en el caso de María?
-E. Andrés: El Ballet Nacional tiene que mostrar el trabajo de toda la diversidad de creadores, de estilos y lenguajes que hay. María Pagés pertenece al mundo del flamenco, obviamente, pero es una persona que ha experimentado y tiene su manera propia de tratar el flamenco y plasmarlo en un escenario. La única condición que le impuse fue la duración de la coreografía, pero el resto ha sido elección suya.

Presencia del flamenco
-¿Qué tenía que aportar María Pagés al repertorio del Ballet Nacional?
-María Pagés: Creo que se debería prestar más atención al flamenco en el repertorio. Es lo que pensé y lo que sigo pensando. Incluso ha habido épocas en que este arte ha sido totalmente marginado del repertorio. Y por eso pensé que les hacía falta algo de flamenco, pero con una idea más actual. necesitaban un meneo. Los bailarines de la compañía tienen una formación general y no específicamente flamenca, y también había que tener en cuenta el número de personas que podrían formar el elenco. Tenía presente que esta obra iba a formar parte del repertorio de la compañía y quería que fuera algo distinto. También el proceso de creación ha sido diferente porque conozco muy bien a la gente de mi propia compañía, sé cómo son, el tipo de trabajo que hace cada uno. No podía ser tan específica en este caso porque hay que recordar que los elencos pueden cambiar. Eso hace que la creación se aborde de una forma más general.

-Estas obras entrarán en el repertorio de gira y se exhibirán en el extranjero?
-E. Andrés: Por supuesto. Las obras entran en los programas que el BNE representa. No hacemos todo esto sólo para estrenar en La Zarzuela sino para que el Ballet viva con ellas. Es un programa de autores que incluye un solo, un trabajo muy especial de Manolete. Los primeros bailarines de la compañía se lo alternan. Se llama Entreverao, que viene un poco al caso también de lo que creo que es nuestra vida y nuestra esencia. Y luego incluye El concierto de Aranjuez de la maestra Pilar López.

-¿Cómo se planteó Teresa Nieto su trabajo para el BNE?
-Teresa Nieto: Por un lado quería dar cabida en el repertorio a las nuevas tendencias, los nuevos lenguajes. Elvira me dijo claramente que le interesaba una obra con un concepto más contemporáneo, que es lo que yo hago. Tuvimos absoluta libertad, que es muy de agradecer. Lo único que establecimos fue que debía ser una obra de unos veinticinco minutos. Y yo me impuse el reto, desde el primer momento, de trabajar con muchos bailarines. Normalmente Florencio Campo y yo no tenemos la oportunidad de hacerlo y además con un elenco de bailarines tan buenos como estos. He trabajado en otras ocasiones con mucha gente pero nunca con veinte bailarines como estamos haciendo ahora. Ha sido un aprendizaje para ellos y para nosotros. El proceso de trabajo ha sido fantástico. Los bailarines venían con agujetas en sitios insospechados pero siempre dispuestos a trabajar. Todo la gente se ha entregado. Desde Elvira hasta la señora de la limpieza. Nos han tratado con mucho cariño, con mucho respeto, y eso influye en el trabajo.

Una creación de ida y vuelta
-¿Puede explicar en qué consiste Mareas:
-T. Nieto: Para empezar tengo que aclarar que tuve la suerte de haber estado en varias ocasiones dando clases a la compañía. En julio Campo y yo hicimos un taller con los bailarines. Fue una toma de contacto para conocernos mutuamente, para que fuéramos probando y también para inspirarnos en los bailarines y ponernos a coreografiar. Trabajamos con ellos durante esa semana y vimos cómo se movían, cómo eran, cómo se vestían, cómo hablaban, cómo se miraban. Ha sido un trabajo de ida y vuelta, que es lo que yo llevo haciendo desde siempre con los flamencos. Propongo a partir de mirar y rescatar de lo que me dan, y doy. No sólo quiero acercar a los bailarines a mi terreno sino acercarme yo al suyo y encontrarnos en la mitad del camino.

-En este taller, ¿qué es lo que le inspiró de los bailarines?
-T. Nieto: Primero vimos unos bailarines muy jóvenes, muy buenos y muy preparados. Las mujeres muy, muy femeninas, y por otro lado esta cosa que hay en el baile español: que las mujeres bailan de una manera y los hombres de otra. Eso en el contemporáneo no existe. y fue una idea que me sirvió para crear la estructura de la obra.

-¿Les costó a los bailarines entrar en la improvisación?
-T. Nieto: Sí. El primer día hicimos un trabajo de improvisación cada uno por separado. Eso fue lo peor. Nos dimos cuenta de que no estaban acostumbrados a improvisar. Al día siguiente les pusimos en pareja y se sintieron mucho más cómodos. Salió la personalidad de cada uno, se soltaron y salieron cosas muy interesantes que condicionaron bastante el ambiente del montaje. Cosas que no son en absoluto lo que una pareja haría en danza contemporánea. Aquí los movimientos eran mucho más amorosos, bastante más parecidos a lo que hago en mis "pasos a dos". Ahora me pongo a revisar todos los "pasos a dos" que he hecho y creo que son mucho más cercanos a lo que ocurre en una pareja en la vida real. Hay un trabajo más físico, pero con un fondo más íntimo.

-¿Cómo plantearon el tema?
-T. Nieto: El título, Mareas, es metafórico. Quisimos hacer un paralelismo entre las mareas físicas, del mar, y las mareas del amor, de los ciclos de la vida. Para hablar otra vez del amor-desamor. Está planteada desde la mirada de una mujer que vive un momento de pareja complicado. Se siente atrapada en su situación y desea por un momento evadirse. Para ello utilizamos simbólicamente una bañera donde esta mujer se sumerge. Es como si el desagöe la tragara y la depositara en una playa donde se encuentra con ese mundo ideal en el que ella querría vivir. Al final vuelve de su ensoñación a la primera escena donde le habíamos dejado. La obra termina con un paso a dos con su pareja en la vida real. Hay amor pero hay violencia interna contenida y al final llegan a una especie de "acuerdo", para seguir adelante.

Rígida estructura del ballet
-En el caso de María Pagés, ¿cómo se ha diferenciado el trabajo para el Ballet Nacional del que realiza para su propia compañía?
-M. Pagés: No es una compañía flamenca y la coreografía ya cuenta con eso. Creo que cuando montas algo los bailarines siempre aportan. También tengo la suerte de que hay bailarines en la compañía que han estado conmigo antes. Con el paso de los años tienen un nivel superior. En ese sentido ha sido halagador volver a encontrarlos. Pero en cuanto a estructura el Ballet Nacional tiene una rigidez en torno a su organización que no es lo que una creación necesita.
-E. Andrés: Tengo que decir que el calendario de la compañía y el horario -marcado por acuerdos sindicales- resultan un obstáculo para los coreógrafos que vienen a trabajar con nosotros. Esto hace menos maravilloso nuestro trabajo. Siempre tenemos la agonía del horario encima, siempre buscando tiempo para conseguir lo que queremos hacer.
-M. Pagés: He trabajado con la Compañía Andaluza de Danza y ahora con el Ballet Nacional. Y sigo pensando que las compañías oficiales son difíciles por su forma de organizarse para trabajar y deberían cambiar un poco. Nece-
sitamos más flexibilidad durante el período de creación. Lo uno no debería estar reñido con lo otro.

-¿Cómo surgió Ilusiones FM?
-M.Pagés: Me encargaron hacer una coreografía con una duración de cuarenta minutos para la segunda parte del programa. Me puse a trabajar pensando en algo específicamente para la compañía. Y claro, no es lo mismo crear algo para mi propia compañía, que para otra compañía o para el Ballet Nacional de España. Me puse en contacto con José María Sánchez, que hizo la dirección de La Tirana y El Perro Andaluz, y con el mismo equipo con el que siempre trabajo. Surgió la idea de hacer un cuento que reivindique los sueños, la fantasía popular. No se trata de hacer un cuento de hadas, pero sí hablar, por ejemplo, de la idea universal del príncipe azul, de las ilusiones. José hizo el guión. En cuanto a la música, seguí mi ritmo, de estar abierta al flamenco y a todo tipo de músicas.

-Para alguien como Teresa Nieto, ¿impone trabajar con el BNE?
-T. Nieto: ¡Claro que impone! Cuando trabajas por encargo hay de por sí una responsabilidad añadida. Luego porque la expectativa que se plantea con el BNE no es la misma que cuando trabajo con mi compañía. Y en mi caso hay otra cosa añadida: vengo del mundo del contemporáneo. Afortunadamente a estas alturas tengo la suerte de haberme ganado el respeto de mucha gente que antes no me lo tenía. Cuando las cosas se hacen desde la honestidad, reconociendo tus propias carencias, la gente no tiene más remedio que respetar tu trabajo. Otra cosa es que les guste. He sido la más estricta, la más puntual, la que ha traído los deberes hechos porque de alguna manera no podía consentir que dijeran "Ay, ¡mira que viene la contemporánea!". No he sentido miedo. He venido a trabajar, a disfrutar, a alimentarme de cosas pero también a dar.

-¿Para un futuro se plantean talleres coreográficos para los bailarines de la compañía?
-E. Andrés: Desde hace casi un año estoy esperando en las puertas de Hacienda para la dotación económica de un proyecto de Escuela-Taller del BNE. Es muy necesario. Ahora es imposible. Lo que no sé es cuándo y de dónde sacaremos el tiempo para hacerlo cuando siempre estamos mirando la tablilla con lupa. El taller escuela serviría para que los bailarines del BNE unificaran su formación y para que pudieran investigar en la creación coreográfica sin presiones.

-Sus obras pasan ahora al archivo vivo de la danza española.
-E. Andrés: No es un archivo en el sentido de algo conservado y escondido, sino que están en el escenario, que la gente conozca las obras, que la gente las vea. Nosotros tenemos esta obligación.