Image: Así se clona Cabaret

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Teatro

Así se clona Cabaret

Sam Mendes hace del teatro un night-club

9 octubre, 2003 02:00

El patio de butacas convertido en el auténtico Kit kat club. Foto: M.R.

Llega a Madrid uno de los musicales más esperados de la temporada: Cabaret, a partir del día 15 en el Nuevo Teatro Alcalá. La obra, protagonizada por Natalia Millán, es la misma producción que el cineasta San Mendes dirigió en 1993 pero con equipo español. Innovador y sin concesiones, este montaje transforma el patio de butacas en un auténtico cabaret berlinés.

Bienvenidos al Kit Kat Club. Pasen y tomen asiento. Pueden elegir mesa y hasta pedirse una copa. La oscuridad del patio de butacas está matizada por el brillo rojo de las lámparas de las mesas. La platea ha desaparecido... bienvenidos al auténtico cabaret.

Así concibió Sam Mendes la puesta en escena de uno de los títulos más emblemáticos del cine que también había triunfado en Broadway -bajo la dirección de Harold Prince en 1955- gracias a las letras de Fred Ebb, el libreto de Joe Masteroff y la música de John Kander. Mendes transformó su pequeño teatro, el Donmar Warehose de Londres, en un auténtico club berlinés del período de entreguerras en la producción que dirigió en 1993, que obtuvo gran éxito y que cinco años más tarde también triunfó en el mítico Studio 54 de Nueva York, protagonizado por Natascha Richarson y donde todavía se representa. Ahora, esta realista visión del musical recala en Madrid con producción de Cie -especializada en musicales de gran envergadura (El fantasma de la ópera, My fair lady)- y un equipo español e inglés dirigido por Bt McNicholl, codirector de la obra junto a Mendes, que se han asegurado de que se haga lo más fiel posible al original. Eso sí, con artistas españoles.

Atmósfera realista
Esta nueva produccióncontará con 33 actores, cantantes, bailarines y músicos. "Quería crear la atmósfera de un club de forma realista y dura, algo que fuera acorde con el momento histórico en el que transcurre la obra, y que la música fuera también agresiva", declaró Mendes a raíz del éxito de la obra en la década de los noventa. La producción está protagonizada por Natalia Millán como Sally Bowles, Manuel Bandera en el papel de Cliff Bradshaw y Asier Etxeandia como el maestro de ceremonias. Millán define este Cabaret como "un punto y aparte en los musicales".

Mendes ha querido trasladar un pedazo de la realidad de la Alemania prenazi a la escena. Conociendo de antemano el destino truncado de los asistentes al cabaret de esa época su enfoque no podía ser otro: es realista, duro, los números musicales son muy provocativos y los asistentes muestran un aspecto demacrado en la estela de los cuadros del expresionista Otto Dix". Millan
-actriz y bailarina curtida en el teatro de la mano de directores como Adolfo Marsillach o Mario Gas aunque el éxito de la serie "Un paso adelante" parece haber borrado ese currículum para el espectador popular- asegura que éste es "un espectáculo teatral en el que los números musicales son de transición y donde lo verdaderamente imporante es la historia". Y Sally Bowles, el divertido y sofisticado personaje que interpretó Minelli en el cine, aquí aparece mucho más frágil, más vulnerable. "Esta Sally teatral es menos sofisticada, más indefensa", asegura Millán.

Un personaje de cuento
El personaje de Sally Bowles nació del imaginario del escritor inglés Christopher Isherwood, que cambió las cenas literarias en casa de Virginia Woolf o Stephen Spender por los cabarets y los artistas noctívagos del Berlín de entreguerras. Esa experiencia quedó recogida en sus obras Adiós a Berlín e Historias de Berlín, en la que aparece un cuento titulado Sally Bowles. Estos textos inspiraron en 1952 la obra teatral I am a Camara y ésta a su vez Cabaret, que se estrenó en Broadway en 1966 y seis años más tarde en cine.