Teatro

Equidistancia

9 octubre, 2003 02:00

En 1997 el autor británico David Hare (Nuria Espert y Amparo Rivelles representan en la actualidad su obra La brisa de la vida) viajó a Israel. A su regreso plasmó sus impresiones del conflicto israelo-palestino en Vía Dolorosa, un monólogo que él mismo interpreta y que la temporada pasada hizo en Barcelona invitado por el teatro Romea, con motivo de la escenificación por José María Pou de otro texto suyo, Cel Obert (Skylight). Ahora es el actor Joaquín Kremel quien lo presenta en el teatro Infanta Isabel de Madrid, en sesión de tarde, codirigido por él y Juan Margallo y en versión de Nacho Artime.

Durante su estancia en Israel, Hare visitó diversas ciudades (Tel Aviv, Jaffa, el asentamiento judío de Sheri Tikva, Jerusalén, Gaza y Ramalla), donde se entrevistó con políticos, artistas, colonos e historiadores de ambos bandos. Lo que escribió a su vuelta es una especie de memoria de viaje que, según ha dicho, quiere que sirva al espectador occidental para comprender lo que sucede en este polvorín y que titula Vía Dolorosa, nombre que recibe en Jerusalén la senda que siguió Jesús camino de la crucifixión. También ha dicho que antes de partir habló con escritores que habían escrito sobre el conflicto como Philip Roth, quién le animó a ir con estas contundentes palabras: "Esta gente son unos absolutos lunáticos, la gente más loca que me he encontrado en mi vida.Para un escritor de ficción es un maravilloso material".

La crítica ha dicho que la gran virtud del monólogo es su "equidistancia", que no toma partido por ninguno de los bandos, posición realmente difícil de mantener ante un conflicto que ya dura más de 55 años y que no parece encontrar solución. Pero Hare, británico casado con judía, se limita a escuchar y traspasar al espectador lo que siente ante otras culturas y otras ideas.