Image: Raros, eclécticos, anticomerciales

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Teatro

Raros, eclécticos, anticomerciales

62 espectáculos participan en el VI Festival Escena Contemporánea de Madrid

22 enero, 2004 01:00

Escena de Bobos de Elena Córdoba

El 26 de enero comienza en Madrid el Festival Escena Contemporánea que celebra su cuarta edición con un nuevo director al frente, Mateo Feijoo. Un relevo que no modifica sustancialmente los criterios de programación: descubrir artistas con un estilo propio y espectáculos innovadores que difícilmente se exhibirían en una cartelera comercial. En total, 62 títulos, en su mayoría de danza y con una importante presencia extranjera en la que figuran artistas como Julie Dossavi, Erna ómarsdóttir o los ingleses Pacitti. Las acciones en espacios no convencionales destacan en un programa donde el dramaturgo Botho Strauss y la coréografa Mónica Valenciano protagonizan dos ciclos.

Desde hace cuatro años el festival Escena Contemporánea se ha convertido en una de las escasas oportunidades para ver propuestas arriesgadas y vanguardistas en la capital. En 33 días de maratoniano ritmo en los que se realizarán 157 funciones y se estrenarán en Madrid 62 espectáculos se puede ver más innovación y riesgo que en los restantes once meses de previsible temporada escénica. De ahí la necesidad de certámenes como Escena Contemporánea que proporcionan una bocanada de aire fresco, joven e inconformista en una programación contaminada por la popularidad televisiva y el miedo a lo nuevo.

Mateo Feijoo toma el relevo de Javier García Yagöe en la dirección de un certamen que este año cuenta con un presupuesto ligeramente inferior al del año pasado (450.000 euros) -financiado en su mayoría por la Comunidad de Madrid, aunque este año se ha incorporado también el Ayuntamiento- y que, sin embargo, ha aumentado considerablemente la presencia de compañías: 38 nacionales y 19 internacionales, gracias a la participación activa de embajadas y organismos como La Casa Encendida. En total, 62 montajes -de los cuales nueve son estrenos absolutos y cinco producciones para el festival- y 57 compañías, entre las que destacan nombres como Olga Mesa, Erna ómarsdóttir -la musa de Jan Fabre-, Mónica Valenciano, Roberto Cappa y Los hermanos Oligor.

La pasión de Feijoo -director que ha estrenado en el circuito alternativo Ala Marlon, Las condenadas y un reciente Macbeth- por la danza, las mujeres artistas y el universo de Bob Wilson marcan esta edición, en la que se echa de menos el teatro de texto. "Quería que la danza tuviera mayor presencia, contar con artistas con un lenguaje propio y diferente y ampliar los espacios de exhibición a lugares poco convencionales para atraer a un público que le gusta el teatro pero que no es asiduo". Ambicioso y paradójico es que Feijoo defienda "el teatro como arte, no como ocio", y sueñe con llegar a nuevos públicos precisamente con propuestas radicales.

La estrella del festival
Inaugura el festival Julie Dossavi, artista de origen africano comprometida políticamente con la causa de su país que junto a su compañía Les Géographes -fundada en 1992-, ha revisado la danza africana. Dossavi presentará su montaje Go en la fiesta de inauguración del certamen (día 26 enero en el Círculo de Bellas Artes a las 20.30 horas), en donde un Dj en directo sacará jugo a los sonidos africanos e hindúes mezclándolos con house, techno y reggae.

Dossavi, musa de diseñadores como Nina Ricci y Yoshiki Hishinuma, tiene todas esas características tan del gusto de Feijoo: potencia escénica, feminidad y multidisciplinaridad. La artista presentará un segundo programa en la Cuarta Pared (del 30 al 1 de febrero), titulado F.I.V.E., el plato fuerte que Dossavi tiene reservado a los asistentes del certamen y en el que convierte su danza en una fiesta del movimiento y una búsqueda de energías, estados emocionales y ritmos.

Erna ómarsdóttir es otra mujer que no por provenir de las gélidas tierras islandesas realiza trabajos distantes. Al contrario: desatan todo tipo de sentimientos en el espectador. Bailarina, coreógrafa y musa de Jan Fabre, ómarsdóttir y el destacado músico Jóhann Jóhannsson presentan IBM-1401, A User’s Manual (Pradillo, del 19 al 21 de febrero), experiencia donde la música en directo sometida a tratamientos tecnológicos forma parte de la escena, donde la bailarina ejecuta movimientos entre altavoces giratorios.

A lo Bob Wilson
Desde Inglaterra llega Pacitti Company con ese estudio del sonido llamado Audiology (Cuarta Pared, 21 y 22 de febrero). Es un trabajo muy visual y físico, interpretado por cinco actores en escena y en el que destaca una potente banda sonora. Danza, teatro, lenguaje de signos, música... todo toma cuerpo en este montaje que recoge el espíritu del Bob Wilson más transgresor. Otra propuesta interesante es Wandering Problem, del coreógrafo Christoph Winkler (Cuarta Pared. Del 27 al 29 de febrero). Tantas instalaciones y performances no han acabado, sin embargo, con el teatro de texto. Su presencia -escasa- corre a cargo de Peter Handke, autor que el mexicano Rubén Ortiz lleva a escena en Autoconfesión (Casa de América. Del 27 al 29 de febrero). Se trata de un montaje ritual que explora las posibilidades del cuerpo del actor. La palabra siempre ha tenido en el teatro argentino uno de sus más fieles reductos. De allí llega el montaje Negro contra blanca (Cuarta Pared. Días 7 y 8) del español íñigo Ramírez de Haro con dirección de Bernardo Cappa.

Otro montaje sugerente es Live, de la compañía Nzi Dada (La Casa Encendida, 21 y 22 de febrero), un concierto en el que se mezclarán los rituales bantúes y los ritmos africanos con los contemporáneos. Los portugueses O ar do texto opera a forma do son interior, dirigidos por Miguel Azguime (El canto de la cabra. Del 11 al 14) convierten un papel o un bolígrafo en instrumentos que actúan como contrapunto a la palabra en la lectura de seis poemas.

La selección de compañías españolas en este festival es heterogénea: desde el interés que muestran por el texto formaciones como Micomicón o Meridional a la danza de Olga Mesa o el teatro mecánico de los Hermanos Oligor. Esta compañía presenta Las tribulaciones de Virginia (La Casa Encendida, 14 y 15), obra en la que sacan a escena muñecos, juguetes mecánicos y autómatas, convirtiendo el escenario en una barraca de feria. También es teatro de objetos y visual el espectáculo Ombres d’objetes trotats, de los catalanes La cónica/Lacónica. Esta compañía formada por Alba Zapater y Mercè Gost ha creado un particular lenguaje en el que las sombras dominan el espacio. Después de varios años trabajando con los títeres surge este proyecto en el que sus creadores han transformado objetos callejeros encontrados en cubos de basura en elementos dramáticos.

Más comprometido es el montaje Kellog’s Politik de Metatarso Producciones (Teatro Pradillo, 31, 1 y 2 de febrero), obra escrita y dirigida por Darío Facal que penetra en la neurosis de una generación que creció leyendo por las mañanas la caja de los cereales Corn Flakes mientras Pink Floid cantaba la caída del muro.

Una compañía a la que habrá que estar atentos es la Fábrica de Teatro Imaginario, que llevan tiempo intentando dar continuidad a su trabajo en busca de un estilo propio. Su director, Ander Lipus, se formó en La India y Japón, de donde ha importado técnicas de la danza Butoh, y el teatro Noh, Kabuki... y que mezcla con el folclore vasco en Yuri Sam (Ensayo 100. Días 14 y 15).

La coreógrafa Elena Córdoba, que ya participó el año pasado en el certamen, presenta este año un nuevo montaje, Bobos (Cuarta Pared. Del 13 al 15 de febrero). La obra, describe su autora, "habla del extravío, de cuerpos en un estado descolocado, de cuerpos que no saben dónde están y por tanto chocan los unos con los otros, chocan con los muebles..."

El perfil de la danza
Matarile y La República son otras de las formaciones que presentarán obras en este certamen que se completa con Madrid Escena, una feria de teatro dirigida a programadores. El ciclo autor, en la sala Pradillo, tiene como invitado a Botho Strauss, autor alemán vinculado a la Schauböhne, del que se representarán tres montajes y dos conferencias-, y el ciclo perfil a Mónica Valenciano, coreógrafa que presentará tres obras, una de ellas, Disparate nº 7: No me expliques nada, un estreno absoluto.


Extravagancias
úrsula Martínez. Aunque aparentemente se presenta como una stripper, una artista porno, suponemos que los espectáculos de úrsula Martínez -mitad española mitad británica- superan esta clasificación, pues no se entendería el apoyo que le presta el Bristish Council y los escenarios en los que Martínez ha actuado (The Royal Opera House, The Barbican o The Sidney Opera House). Lleva tiempo trabajando en la performance y buscando lugares singulares para actuar. Aquí lo hará en la discoteca "El perro de la parte de atrás del coche" con Red Magic, dos solos aptos para voyeurs de quince minutos de duración y que se completan con la proyección de su trilogía cinematográfica Fanny Peculiar. Recordemos que esta polifacética mujer ha sido premiada en la Seminci de Valladolid con la Espiga de Plata por su corto Venkel’s Sydrome. Días 5, 6 y 7 de febrero.

Pé Okx. Son holandeses y practican el género de moda en nuestros días: la instalación. Sus "creaciones" juegan en ocasiones con hielo y sonido, otras con barro y música.Van a presentar dos trabajos en Madrid, además del que sirva para inaugurar el festival: En el Invernadero de Arganzuela expondrán Sung Glass (del 31 al 7 de febrero), en el que el paseante deambula por espacios de música e imágenes; y en la Casa de América presenta (del 3 al 5 de febrero) Within the Surface, un trabajo en el que mostrará el empleo de sus materiales habituales (cables de hierro,cristal, proyectores) para esta composiciones y esculturas sonoras.

Seven Sisters Group. También proceden de Gran Bretaña, donde han representado esta acción -Trainstation Troup- que harán en la estación Madrid-Chamartín (6 y 7 de febrero) en numerosísimas estaciones de tren. Con ella el grupo ha sido galardonado con el premio de danza London Arts Board’s Creative Developments. Se trata de un collage de escenas bailadas en el vestíbulo de la estación, sin interrumpir la rutina de los pasajeros. Los cinco bailarines están vestidos como commuters (habituales pasajeros que emplean el tren para ir a trabajar) y actúan como ellos, desarrollando actitudes cotidianas. La coreografía evoluciona y causa sorpresa a los viajeros reales.

Olga Mesa. Instalada en Francia, la coreógrafa madrileña presenta en la Pradillo (27, 28 y 29 de enero) el cuarto movimiento de la tetralogía que inició en el 2000 con el título Más público, más privado para el bailarín Marc Hwang. Tras La dernier mot, Movimiento 1+1 y Se busca una danza, llega Suite au dernier mot: au fond tout est en surface, en el que la bailarina retoma su trabajo en solitario para investigar sobre la mirada del intérprete como espectador de sus propias acciones y traducir esa mirada a una escritura del cuerpo. Como es habitual en Mesa, le interesa descubrir al espectador los procesos de
creación. Coreografía para la que ha retomado su colaboración con el artista Daniel Miracle, quién contribuye a que la obra se parezca a un poema visual.