Image: Víctor Ullate

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Teatro

Víctor Ullate

“Hay danza que da dolor de cabeza”

5 mayo, 2005 02:00

Víctor Ullate. Foto: Mercedes Rodríguez

Pionero de la danza en nuestro país, Víctor Ullate ya era primer bailarín de la compañía de Maurice Béjart cuando en España era casi imposible comprar unas zapatillas de punta. Premiado bailarín, coreógrafo y maestro -por sus clases han pasado Tamara Rojo y Ángel Corella- Ullate estrena con su compañía el 11 de mayo en el Albéniz de Madrid dos nuevas coreografías: Eis-Blume, de Pedro Berdäyes, y A mi madre, de Misha van Hoecke.

En el despacho de Víctor Ullate (Zaragoza, 1947) el silencio sólo lo rasgan unas campanas tibetanas que marcan las horas y por la atronadora caída de las puntas de todo el cuerpo de baile durante los ensayos. Está dentro de las instalaciones de su escuela, un paraíso en medio del desierto. El desierto es el polígono industrial de Alcobendas (Madrid). El paraíso: un hermoso y amplísimo estudio lleno de luz con unas envidiables instalaciones técnicas donde la decoración oriental convive con fotos y carteles de danza y donde se ofrece un amplio abanico de actividades. En él, en la compañía Víctor Ullate-Comunidad de Madrid y en su Fundación -que facilita clases de danza a niños de centros de acogida- ha invertido todo su dinero, esfuerzo y salud.

-Su compañía presenta dos trabajos de creadores muy distintos entre sí. ¿En qué consiste este repertorio?
-Creo que al ser una compañía ayudada por la Comunidad de Madrid tenemos de algún modo el deber de apoyar a gente que tiene talento. En ese sentido, yo siempre he admirado el trabajo de Pedro Berdäyes, que ha estado al frente de la compañía 10&10 danza, y me pareció interesante su presencia en la compañía porque implica un cambio para los bailarines, ya que sus coreografías son muy contemporáneas. En el caso de Misha Van Hoecke ya había trabajado con él durante nuestra estancia en el ballet de Maurice Béjart, y luego creó una coreografía sobre Luciano Berio para el Ballet Clásico Nacional cuando yo lo dirigí; y para esta compañía ya ha hecho varias obras. A mi madre se inscribe en la línea neoclásica y en él plasma sus vivencias en España y los recuerdos de su madre, de origen ruso, y de su padre belga, con acompañamiento de música tradicional rusa.

Como la ópera de París
-¿Existe alguna semejanza entre esa pieza y Volar hacia la luz, su coreografía basada también en la figura de la madre?
-Mi coreografía nació del dolor de la muerte de mi madre tras un coma de 20 días. Fue una obra creada en momentos de angustia y desesperación. A raíz de eso tuve una depresión tremenda... No, la de Misha es totalmente distinta, después de verla sales con unas ganas tremendas de bailar. Para mí el problema de cierto tipo de programas de danza contemporánea es que es tan sumamente de vanguardia que sales del teatro en tensión y con dolor de cabeza pero no con ganas de bailar. A mí me gusta ir a ver una pieza de danza y salir contento y con ganas de bailar.

-El estilo de Berdäyes está bastante alejado del neoclasicismo de Van Hoecke. ¿En qué va a consistir su pieza?
-Es cierto que son estilos totalmente opuestos. La obra de Berdäyes es muy de tierra, y creo que va a impactar. Todos sus trabajos me parecen interesantes. él va a dejar su compañía, 10&10, aunque va a seguir trabajando con Mónica Runde.

-¿Está pensando en incorporarle a su ballet como coreógrafo?
-Sí, la verdad.

-Una de las características de su compañía es la versatilidad, son bailarines capaces de enfrentarse a una pieza clásica de Petipa y a una de Pedro Berdäyes.
-Ahí estriba nuestro éxito, y creo que toda compañía nacional debería hacer eso. El ballet de la ópera de París, el del Covent Garden, el de Hamburgo, lo mismo te bailan un Petipa que un Forsythe. Creo que las compañías de ballet, especialmente las estatales, no deben ceñirse a un estilo único porque si no llegas a cansar al público.

-¿Qué coreografías contemporáneas le gusta llevar a escena?
-Me gustan las obras de Philippe Decouffle, que es modernísimo, y por supuesto Pina Baush... Hay una gama muy amplia de coreógrafos contemporáneos que hacen cosas interesantes, aunque eso no significa que me gusten.

-¿Qué coreógrafos españoles destacaría?
-Me parece muy interesante el trabajo de Cesc Gelabert, también me gustan Ramón Oller, Nacho Duato, Mónica Runde, Pedro Berdäyes, Eduardo Lao y los coreógrafos de Patas Arriba.

-¿Hay un buen nivel en la creación coreográfica en España?
-Sí, hay mucha inquietud y mucho talento. Lo que no hay son ayudas. Supongo que cuando entre en vigor la ley del mecenazgo los empresarios que quieran dar dinero a la cultura se animarán a hacerlo, ¡aunque sea porque les desgrava!

-¿Qué subvenciones recibe su compañía?
-Recibimos anualmente una subvención de la Comunidad de Madrid de casi 1.300.000 euros y una pequeña ayuda del INAEM para giras en el extranjero de 18.000 euros al año. El resto lo financio de mi bolsillo.

-Usted funda en 1988 su compañía Víctor Ullate, que en 1996 se convierte también en el Ballet de la Comunidad de Madrid. ¿Cómo influye en una compañía de ‘autor’ depender económicamente de dinero público? ¿Tiene que satisfacer otras exigencias que no sean artísticas?
-Tengo que decir que el apoyo de la CAM ha hecho posible que pudiera continuar con la compañía. ¿Ataduras? bueno, anualmente tengo que entregar con detalle los gastos, pero no me han impuesto nada creativamente.

-¿La ayuda que percibe de la CAM es la misma que cuando estaba Ruiz Gallardón de presidente?
-La misma, con un ligero incremento correspondiente al IPC. Su aportación es un pequeño respiro porque he invertido mucho tiempo y dinero en la escuela, la compañía y la Fundación y, aquí donde me ves, estoy lleno de deudas.

Falta de interés político
-¿Cree, como dice el director de la Compañía Nacional de Danza, que "con el dinero público no se pueden hacer experimentos"?
-No sé cómo puede decir algo así cuando tiene una compañía experimental, la CND 2.

-¿Pero es una obligación de una compañía pública educar al público en la vanguardia, investigar nuevos lenguajes o basta con contentar a la mayoría y llenar butacas?
-Tienes que ofrecer una gama muy amplia de formas y no limitarte a un solo estilo. Es como si la ONE sólo tocara Mozart. Pues también tendrán que interpretar a Boulez, a Stokhaussen... Igual pasa con la danza. Una compañía nacional pertenece a todos y tienes que dar gusto a todos. Por eso tendría que programar clásicos, neoclásicos y contemporáneos. Tendría que dar la oportunidad a más coreógrafos españoles y extranjeros y no programar a los mismos de siempre, y eso que lo que programa la CND está bien presentado, es muy profesional, y yo no discuto su talento, que lo tiene. Pero todas las compañías estatales tienen la obligación de hacer un repertorio no exclusivo. Y me encanta Jiri Kylian y Mats Ek, pero están en una línea muy concreta.

-Una de las grandes reivindicaciones del ámbito de la danza es la necesidad de un teatro.
-El Met de Nueva York, el Covent Garden, La ópera de Berlín... todos tienen compañía de danza. ¿Por qué no la tienen en España el Maestranza, el Palacio de Festivales de Cantabria, El Real, la Zarzuela, el Liceo, etc? Será por falta de subvenciones, de entusiasmo... Todas las provincias alemanas tienen su teatro de ópera y su compañía de ballet; Francia igual. ¿Y aquí? Vale, tenemos Madrid en Danza, que es el mejor festival de danza de Europa, y el de Otoño, pero gastan mucho dinero en traer gente del extranjero, cuando aquí hay artistas muy buenos que no se programan.

-¿Qué falla?
-Falla la educación. No nos han educado en la necesidad de ver danza, teatro, de oir música. A los políticos no les interesa la danza. De hecho hay muy pocos que asistan al teatro a ver bailar.

-Hay un público de danza en España?
-Sí, claro que lo hay.

-¿Qué le parece la gestión hasta ahora de la Ministra de Cultura?
-Yo he querido tener una entrevista con ella desde que la nombraron y no ha sido posible. No me quiero meter con nadie pero lo cierto es que si tuviéramos ayudas por parte del Ministerio de Cultura podríamos abordar más clásicos y así contribuiríamos a evitar esa carencia de ballet clásico que hay en nuestro país. Pero con la subvención que tenemos, que no me quejo, no puedo aspirar a hacer más de lo que ya hago. En el pasado, eso me creó una situación de desesperación que me provocó un infarto. Todavía estoy pagando las consecuencias de aquello.

-¿Qué sugerencias le gustaría hacer llegar a la Ministra para mejorar la situación de la danza en España?
-Primero se debería mejorar la educación. Hacer funciones para niños de colegios e institutos, como una obligación más de sus estudios, porque es la única forma de que luego, de mayores, se interesen por este arte. Segundo: No es normal que una capital como Madrid no tenga un teatro dedicado a la danza. Tengo entendido que la CAM va hacer algo parecido en el Teatro del Canal, pero no se ha dicho si va a ser un centro coreográfico, si va a tener una compañía, etc. Tercero: Un apoyo por parte de la Casa Real; además Letizia es muy amante de la danza y espero que ella nos apoye.

-¿Ya tiene terminada su coreografía El Sur?
-Sí. Es una obra con música de Enrique Morente y cantada por Enrique y Estrella Morente. Seguramente se estrenará en el Teatro Principal de Zaragoza, el próximo septiembre. Sólo falta preparar la puesta en escena, que seguramente será de Mario Gas.