Teatro

Trágica sesión en el María Guerrero

El director lituano Eimuntas Nekrosius presenta su trilogía de Shakespeare

13 octubre, 2005 02:00

Macbeth es la primera obra que se representa de la trilogía

Dentro del Festival de Otoño de Madrid, el María Guerrero presenta, a partir del día 15, un programa para los aficionados exigentes: Macbeth, Othelo y Hamlet, trilogía que ha proyectado internacionalmente al director Eimuntas Nekrosius.

El año pasado Ariel Goldenberg, director del Festival de Otoño, presentó por primera vez en Madrid y en este marco al lituano Eimuntas Nekrosius, director de apariencia y hablar misterioso y al que Goldenberg confió la única producción del Festival: El cantar de los cantares. Era la adaptación escénica de los versículos del más famoso canto de amor de la poesía universal, contenidos en apenas cinco páginas del Antiguo Testamento (y del que la editorial Kairós acaba de publicar una edición comentada de Mario Satz). La propuesta sonaba muy atractiva, más teniendo en cuenta el crédito de Nekrosius: el director más relevante de la escena lituana, formado en el teatro ruso, autor de innovadoras puestas en escena de Chejov y Shakespeare y, en los últimos años, también de óperas en Moscú e Italia. De él y de su compañía, Meno Fortas, se subrayaba también el exquisito tratamiento psicológico, plástico y emotivo que suelen dar a los personajes. Sin embargo, El cantar de los cantares no fue una buena presentación en Madrid para Nekrosius y, quizá por ello, Goldenberg ha vuelto a invitar a la compañía lituana, pero ahora con su repertorio de mayor éxito: Macbeth, Othelo y Hamlet. Su producción, explica Nekrosius, "no sigue una lógica, ocurrió por pura casualidad. Simplemente, sentí la necesidad de producir Hamlet, luego Macbeth y después Othello porque entre las líneas de las obras se ocultan no sólo palabras, sino sentimientos y emociones".

La primera en subir a escena es Macbeth (días 15 y 16), considerada por el director como "una obra muy peligrosa. Es fácil perderse en ella y no encontrarse nunca... Uno se siente muy pequeño ante los problemas que plantea este gigante literario". De casi cuatro horas de duración, el mayor reto de este trabajo ha consistido en buscar una justificación a los terribles actos de Macbeth y su esposa, "como si fuésemos sus abogados", añade el director, pero también "transmitir el lado misterioso de este drama".

En la historia de celos de Othello, la segunda en escenificarse (los días 18 y 19), el interés ha estado en resaltar los sentimientos y los rasgos de carácter comunes a todos los seres humanos y ver cómo nacen y cómo evolucionan. Particular resulta la visión de Yago, el que siembra la semilla de los celos: "En ningún momento he querido recalcar la villanía estereotípica de Yago. En su lugar, he explorado su maldad innata, él nació con ese rasgo, su predilección hacia lo malo y eso lo hace desgraciado". Y también particular es la actriz que interpreta a la joven Desdémona, Eglè Spokaité, una primera bailarina lituana.

Tres días para Hamlet
Su colaboración con artistas de otras disciplinas se da también en Hamlet (los días 21, 22, y 23), protagonizado por Andrius Mamontova, una gran estrella del rock lituano también presente en el reparto de Othello. "Me enriquece trabajar con personas de otras profesiones, aportan mucha frescura y me parece muy interesante observar sus emociones, mucho más contenidas y controladas". Hamlet es el título que más ha proyectado internacionalmente la carrera del director. Es una espectáculo en el que Nekrosius echa mano del hielo y el fuego en su recreación del castillo de Elsinore, buscando metáforas y símbolos; el resultado es un ambiente lúgubre y cambiante, en el que los personajes se persiguen y consumen sus propias vidas sin descanso.

Las tres obras comparten el mismo código interpretativo, dirigido a dar fuerza a los sentimientos. "Un director que produzca a Shakespeare tiene que tener en cuenta la gran variedad de temas. Los que no tienen fuerza, se descartan en el proceso de ensayos. Había muchas cosas que yo era incapaz de explicar a los actores, son los reinos de las emociones y los sentimientos, donde las palabras no tienen poder".


Dueto de Josef Nadj
Otra de las perlas del Festival de Otoño es el dueto que el coreógrafo de origen yugoslavo, Josef Nadj, baila en La Abadía (del 13 al 15) con Dominique Mercy, colaborador de Pina Bausch. Petit Psaume du Matin se anuncia como una espectáculo intimista, inspirado por músicas tradicionales de Camboya, Rumanía, Macedonia, Hungría y Egipto y mezcladas con fragmentos de Stravinsky y Michel Montanaro. Ambos interpretan la fábula de dos trotamundos soñadores.