Teatro

¿De qué habla hoy el teatro?

El 12 de noviembre comienza la Muestra de Teatro de Autores Contemporáneos de Alicante

10 noviembre, 2005 01:00

Juan Dolores Caballero, director y autor de El velador, presenta La belle cuisine

¿Qué asuntos interesan a los dramaturgos de hoy? La violencia, la memoria, la incomunicación son tres ejes argumentales que dominan el teatro español actual. Al menos, así lo revela la programación de la XIII Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante.

La XIII Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante viene mostrando un teatro rabiosamente contemporáneo, que recoge no sólo algunas obras de autores ya consagrados como Sanchis Sinisterra, Juan Mayorga, Ernesto Caballero, Jesús Campos o Paloma Pedrero, sino también la de muchos que se inician en el juego.

Se ha repetido que en España no hay autores. La Muestra está para demostrar lo contrario. La Muestra no produce espectáculos, no puede valorar las obras por la calidad de su producción, sino por el interés de los creadores. Y su selección parte de 119 propuestas presentadas. Como las brujas, "haberlos haylos". ¿De qué se hablará en los espectáculos que se van a ver a partir del próximo sábado en Alicante? De los problemas de nuestro tiempo: la violencia en toda su polisemia, de la búsqueda de la identidad, de la soledad que produce la dificultad de comunicación personal real, del amor, del sexo, de la muerte... Casi siempre con ironía, a veces con humor. Pero si estamos en tiempos en que impera la violencia, ésta será el tema principal, establecido ya hace unos años en nuestro teatro. También serán temas de la Muestra la memoria, histórica o personal, la incomunicación y la soledad, tema éste presente desde la generación surgida en la década pasada. Sin que falte el humor.

La violencia
La violencia racial preside la obra de Juan Mayorga, últimas palabras de Copito de Nieve (que se verá el día 18), al narrarnos los últimos días del famoso gorila albino que vivió en el zoológico de Barcelona. La obra nos habla de violencia racista, de la humanidad de los gorilas, en relación a sus cuidadores y a quienes con morbosa curiosidad, visitan la jaula; nos habla de una injusta relación de poder entre cuidadores y cuidados. Es un texto acaso precursor de ese reciente descubrimiento científico por el que resulta que los humanos nos diferencíamos poquísimo genéticamente de nuestros ancestros los simios. Con humor, claro está, y con la maestría de un autor justamente consagrado.

La violencia de género es tratada por Ernesto Caballero -habitual de la Muestra-, autor de Sentido del deber (día 19). Es la violencia pasional e irracional pero también especialmente la violencia ideológica que se genera sobre la mujer. Lo trató Calderon en El médico de su honra, obra en la que se apoya su texto. Al contrario que en Shakespeare, aquí los intérpretes son todas mujeres en papeles femeninos y masculinos que no explicitan el machismo, que no muestran a los "buenos" y a los "malos". Caballero ambienta la obra en un cuartel de la Guardia Civil.

La violencia de género es también el tema de Pared, de Itziar Pasqual, una de las autoras que forman el colectivo Marías Guerreras. Es una violencia cotidiana, que se acumula y crece. Es el retrato de una víctima que sabe lo que le aguarda pero no sabe cómo evitarlo. Al otro lado de la pared, está una escritora. Pero es difícil atravesar el tabique. Como un "documento" se nos leen las sentencias en casos de maltrato, también los nombres de muchas víctimas. Hay poesía, humor, sutilidad…y el horror de la violencia.Y la violencia en la infancia es la obra de Angelica Liddell, creadora potente y arriesgada, quien tras el éxito de Y los peces salieron a combatir contra los hombres, nos ofrece un segundo acto de resistencia contra la muerte. En su niña-soldado Blancanieves se concentra el horror de la guerra, la muerte, la violación y el odio. En las guerras, las masacres infantiles han sustituido a la lucha entre ejércitos. La vida se enfrenta con el Estado en Y como no se pudrió Blancanieves (día 18).

La memoria
Voces contra la barbarie (día 20) habla de violencia, pero también de memoria. Es una obra de varios autores congregados por Adolfo Simón, su director, para recordar un año después los atentados del once de marzo de Madrid cometidos por el terrorismo islámico. Sus autores son Laila Ripoll, Yolanda Pallín, Yolanda Dorado, Raúl Hernández, Julio Salvatierra. Siempre la muerte parece presidir los espectáculos absolutamente vivos de La Zaranda. Y la recuperación de la memoria, entre los muertos del olvido de la historia. Homenaje a los malditos (día 19) es el homenaje a un maestro andaluz olvidado, un "fantasma" intoxicado de ideales, acompañado de una congregación de discípulos, en un café al borde de la quiebra, bajo un reloj sin manecillas, rodeado de ángeles, al son del pasodoble. Es el que grita desde la historia, desde la muerte que a todos acoge. O desde los insepultos que siguen recorriendo los márgenes de la historia, enfrentándose al estruendo del mundo. Personajes a los que ya nada les queda por perder, perdidos en sus destinos: los malditos.

Sanchis Sinisterra juega con la memoria de la identidad. Flechas del ángel del olvido (día 12) construye una hábil trama casi policíaca que gira en torno a la identidad y su construcción, en torno al peso de la memoria que es la vida y de la que no podemos desprendernos, en torno a la locura y la cordura, tan dispares y tan fáciles de confundir. En otro nivel, la obra nos enfrenta con la falta de identidad de tantos seres marginales y marginados que se confunden unos con otros sin que a la sociedad ni a las instituciones parezca importarles. También Paloma Pedrero, la autora homenajeada de esta edición, estrena una obra que quiere recuperar la memoria, Beso a beso (día 14), pero aquí se trata de la memoria de nuestra juventud, el despertar a la vida que significa el primer beso, o ese beso inesperado y volcánico que sentimos como el primer beso, como el despertar de un amor que puede mover el mundo.

La incomunicación
La juventud, el paso fronterizo entre las jóvenes edades, y la dificultad por entender las cosas que "todo el mundo entiende". El desconcierto, la desubicación de la juventud, intentando entender y entendernos, es el planteamiento de la Escuela Superior de Arte Dramático de Valencia con A lo mejor me lo merezco (día 15), de M. Bayona, A. de Paco y Alejandro Jornet. La soledad del hombre y la ruptura de la familia son el tema de ácaros (día 15), de Xavi Puchades con Teatro de los Manantiales.Una familia en descomposición y una que nunca llegará a formarse, un descenso a los infiernos en el escenario claustrofóbico del metro, todo metafóricamente representado por la monstruosidad de los ácaros.

Y siempre el humor
También es soledad, incomunicación, anonimato, Café (día 17), por la compañía madrileña Cuarta Pared; metáfora de la rebelión que supone tomar café cuando nos han prohibido tomarlo. La cocina como metáfora del mundo nos muestra también la confusión de la incomunicación. Con una estructura interna que investiga en la no verbalidad, Juan Dolores Caballero y su Teatro El Velador, como lo hiciera Wesker en los 70 del pasado siglo, nos presenta una cocina en la que todo es un entrar y salir cotidiano, un manicomio de confusiones y percances; un buscar y hallar, sin tiempo para conocer al otro. Es un hiperrealismo tierno y grotesco, con seres absolutamente distintos que sin embargo forman parte de un todo. Y nadie sabe quién cocina en esta cocina de La belle cuisine de Teatro del Velador, (día 16).

En otra estética, entre el humor y la reflexión, se mueven y se articulan quince piezas cortas de Jesús Campos: Entremeses variados (día 19), un puzzle escénico que trata de construir una visión crítica y humorística de la realidad. En clave cómica, H2O (día 12), es un homenaje al agua llevado a cabo por la Compañía La Dependent. Reflexión directamente cómica sobre el sexo en nuestros días es Sexo atómico (día 13), de Rafael Hernández. Y una comedia disparatada cerrará la Muestra: Los caballos cojos no trotan (día 20), del periodista y novelista Luis del Val que interpreta el humorista alicantino Eloy Arenas.

El teatro que escriben y crean los autores españoles vivos, tiene que ser un teatro que hable de las inquietudes y problemas de nuestra contemporaneidad, la nuestra y la de los creadores. Para Guillermo Heras, el director de la Muestra, los temas son actuales y variados pero lo mejor del certamen es demostrar que hay autores españoles vivos y con una trayectoria de continuidad. Su sueño sería poder producir o co-producir espectáculos. Su realidad es tratar de conseguir la difusión de los textos, una difusión que este año puede suponer además de la exhibición, la plataforma para la traducción a otros idiomas, dada la asistencia de siete traductores que seguirán la muestra y que llevarán a cabo una sesión de trabajo para estudiar los problemas de la traducción, la edición y la distribución de las obras que se presentan.


Entrevista con Paloma Pedrero