Teatro

Mujeres y enanos

Lee Breuer muestra su asombrosa "Casa de muñecas" en el Español

19 octubre, 2006 02:00

El decorado recuerda las antiguas casas de muñecas, hecho a escala de los personajes masculinos. Foto: Richard Termine

La compañía neoyorquina Mabou Mines actúa por primera vez en Madrid, invitada por el Festival de Otoño. Se trata de una veterana formación, fundada en los 70, por Lee Breuer y otros jóvenes artistas (el compositor Philip Glass, el actor David Warrilow...) que ha forjado un estilo caracterizado por reinventar el punto de vista de los textos clásicos e incorporar la tecnología a sus producciones y el manejo de marionetas mecánicas. Presentan del 25 al 29 Casa de muñecas, de Ibsen, en la que la heroína Nora se enfrenta a un universo masculino representado por actores enanos.

Lee Breuer es un director de escena, dramaturgo y letrista de canciones de larga y reputada trayectoria en los Estados Unidos, donde ha trabajado en Broadway y en proyectos cinematográficos y donde ha sido galardonado con varios premios Obie (el equivalente a los Tony en el Off Broadway). Pero sobre todo Breuer es la cabeza más visible de la compañía Mabou Mines, una cooperativa teatral que fundó en los setenta con otros colegas y que ha sobrevivido hasta ahora incorporando a nuevas figuras y estableciendo colaboraciones con compositores de la talla de David Byrne o Philip Glas, así como con actores, diseñadores y artistas audiovisuales.

Mabou Mines ha creado más de 50 obras, originales o de autores clásicos o contemporáneos, con un estilo definido por la fusión artística. Breuer y su equipo dan una gran importancia no sólo a la interpretación, también al diseño teatral y a la tecnología (trabajos como Imagination Dead Image, que utilizaba un holograma de cuerpo entero, o Hajj, que fusionaba las actuación de una actriz con video en vivo y pregrabado). Además, desde sus inicios, la compañía se ha caracterizado por investigar el manejo de marionetas, departamento al frente del cual está Julie Archer. Uno de los ejemplos más destacados de esta aplicación, recibido con elogiosas crísticas, es la reciente Red Beads, una ópera multidisciplinar que combina antiguos estilos de danza japonesa, música original de Ushio Torikai y modernas marionetas.

Otro de los rasgos que definen el estilo de la compañía es el tratamiento que reciben los textos clásicos. Breuer va más allá de servir un texto, ofreciendo su particular punto de vista y, de algún modo, reescribiéndolo. De Beckett, Mabou Mines ha hecho ochos piezas, seis de las cuales han sido estrenos mundiales de obras que el autor no escribió para el teatro. Aunque su obra más conocida es The Gospel At Colonus, un espectacular montaje musical de gospel inspirado en la obra de Sófocles (Edipo en Colonna) que creó con el compositor Bob Telson y que fue protagonizada por Morgan Freeman.

Dos mundos enfrentados
Ahora hay ocasión de comprobar sus adaptaciones con la obra de Henrik Ibsen Casa de Muñecas, que Mabou Mines presenta en el Teatro Español de Madrid, del 25 al 29 de octubre. Estrenada hace dos años, fue galardonada con los premios Obie a la mejor obra y al mejor director y desde entonces ha hecho una larga gira internacional.

Se ha dicho que esta versión "transforma el feminismo de Ibsen del siglo XIX en una ecuación de poder y escala". Y es que uno de los aspectos más sorprendentes del montaje es la distinción que Breuer hace del universo masculino y femenino. Nora (Maude Mitchel) y los otros personajes femeninos están interpretados por actrices que por su tamaño se oponen a los actores enanos que encarnan a los personajes masculinos. El decorado contribuye también a subrayar esta distinción: recuerda las antiguas casas de muñecas para niños, fabricado con muebles a escala de los hombres; de esta forma a Nora (Maude Mitchel), maquillada y ataviada como una muñeca de porcelana, y a las demás actrices las estructura escenográfica les resulta pequeña. Es una manera de expresar el mundo en el que Nora se siente prisionera como una "golondrina", un mundo dominado paradójicamente por hombres diminutos, aunque no será por mucho tiempo.

La crítica ha señalado de esta puesta en escena la mezcla de géneros pues Breuer construye un melodrama del ocio victoriano, cómico en ocasiones, con una trama de sexo y pasión, y en el que los actores convierten sus posturas melodramáticas en movimientos coreográficos. No falta tampoco la participación de un montón de muñecas mecánicas especialmente en la escena final, la del portazo de Nora, y que es de gran impacto. Además, todas las escenas están acompañadas por la música original de Eve Beglerian -inspirada en obras para piano de Edvard Grieg- y que es interpretada en directo como si de una película muda se tratara. El elenco, con Maude Mitchell y Mark Povinelli en los papeles de la pareja protagonista, hace un trabajo excepcional.

La Abadía recibe a Brook

Peter Brook acude al Fetival de Otoño de Madrid con Sizwe Banzi est mort, fábula sobre los desarraigados, los "sin papeles", que se representa en La Abadía desde hoy y hasta el día 21. Escrita por dos negros y un blanco surafricanos (Athol Fugard, Winston Ntshona y John Kani), se representó por primera vez en los township (los distritos segregados) de Port Elisabeth por la compañía de Fugard. Es precisamente en estos poblados donde, según Brook, se produce un teatro que nace de la vida, en la calle, un teatro inmediato con una espléndida capacidad para la burla y que enlaza directamente con el público; el teatro que a él le interesa pues es el nexo con su audiencia lo que en su opinión distingue al teatro de otras formas artísticas. Brook, que se ha distinguido también por colaborar con actores de latitudes geográficas dispares, ha escogido a dos actores negros (Habib Dembelé y Pitcho Womba Konga) no surafricanos: "Hacía falta ser bien comprendidos por un público francés. Por eso he recurrido a dos actores africanos francófonos, uno de Malí, el otro del Congo. Con ellos la obra es distinta porque la colonización que han sufrido los unos y los otros también es distinta. Los colonizadores franceses dejaron tradiciones que los colonizadores británicos destruyeron".