Image: Farruquito siente Cuba

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Teatro

Farruquito siente Cuba

La Bienal celebra 30 años con 55 espectáculos

10 septiembre, 2010 02:00

Farruquito en Sonerías. Foto: Juanlu Vela.

La 30ª Bienal de Flamenco de Sevilla consolida a los talentos de hoy en Clásicos del siglo XXI, donde Farruquito estrena Sonerías, su espectáculo más lúdico.

Flamenco de viva voz" es el lema que define a la Bienal de Sevilla en su trigésima edición. Y es precisamente Historias de viva voz, un concierto de excepcional envergadura protagonizado por Miguel Poveda en la plaza de toros de la Real Maestranza, el encargado de inaugurar un acontecimiento que ha ido creciendo hasta alcanzar un especial prestigio, fuera y dentro de nuestro país.

La Bienal de Sevilla se celebra desde el próximo miércoles, día 8, y hasta el 9 de octubre con dos y tres ofertas distintas al día, "por donde pasan todos los programadores de grandes teatros y festivales internacionales para enterarse de lo que va a suceder en los próximos dos años", según afirma su director, Domingo González.

El programa, con 55 espectáculos, se sustenta en seis ciclos: Lo jondo del futuro, dedicado a los maestros de ahora en los que se miran las nuevas generaciones, representados, entre otros, por Menese, Agujeta, Lebrijano o Pansequito; Flamenco y otras aves, en el que se analiza la capacidad del flamenco para influir en disciplinas artísticas diferentes y viceversa, como es el caso de Dunas, la propuesta de María Pagés y Sidi Larbi Cherkaoui; El flamenco que viene, con montajes y actuaciones de los más jóvenes, con La Tremendita, David Lagos, Antonio Campos, David Carmona o La Moneta; Flamenco para niños, con vistas a la creación de un público nuevo para el día de mañana, sustentado por Flamenco School Musical, de Laura Vital, la primera cantaora profesora en un conservatorio; Al son de las estrellas, donde puede surgir la emoción y la sorpresa, un espacio abierto a la improvisación y a situaciones repentinas, en el que intervienen Rancapino, Pedro Peña, Concha Vargas, Inés Bacán o Nano de Jerez, y, por último, Clásicos del siglo XXI, con figuras ya consolidadas que han concebido un lenguaje propio, como Rafaela Carrasco, Tomatito, Eva Yerbabuena, Rocío Molina, Estrella Morente, Andrés Marín, Arcángel o Farruquito.

La ensoñación cubana
El nieto y heredero del gran Farruco, fallecido en 1997 y creador de una original escuela de baile, basada en la inspiración del momento y en los poderosos impactos expresivos de una estética arrebatadora, descubrió en un viaje a Cuba la vitalidad de sus músicas y lo intenso y encendido de sus danzas. El deslumbramiento que le produjo fue tan penetrante que, a lo largo de su estancia en la isla, compartió ritmos y melodías, flamencas y caribeñas, con diversos intérpretes autóctonos hasta empaparse de ese mundo, desconocido para él hasta entonces. Ocurrió hace cuatro años en un modesto y decadente local de La Habana, ciudad en la que estaba actuando, de donde surgían los compases de una pequeña orquesta.

Farruquito y el grupo de bailaores, cantaores y guitarristas de su compañía, quedaron sorprendidos por la calidad de lo que oían y decidieron entrar. Al poco, y de manera espontánea, todos terminaron en el escenario en un gozoso entendimiento, una fiesta de intercambio y similitudes musicales que duró hasta el amanecer. El resultado, con la fascinación como argumento, se llama Sonerías, el título del espectáculo que Farruquito presenta en la Bienal el día 21. "Entre el flamenco y la música cubana he encontrado claras afinidades, sobre todo en las armonías y en la estructura rítmica, que ellos llaman son y nosotros soniquete, a pesar de que se manifiesta con otros tiempos y otras claves expresivas", declara el bailaor sevillano, que admite el reciente influjo cubano en su baile. "Sonerías -termina diciendo- es un musical gozoso, lleno de colores vivos, un feliz encuentro de dos culturas, en el que con un desarrollo muy vivo, se produce la participación y la reciprocidad en un ámbito festivo y mostrando la cara más lúdica del flamenco. Al lado de la palabra Sonerías yo he escrito: por el amor de un son".