Image: La lucha de clases, según Lope de Vega

Image: La lucha de clases, según Lope de Vega

Teatro

La lucha de clases, según Lope de Vega

20 mayo, 2016 02:00

Momento de la obra La villana de Getafe

Las diferencias sociales entre ricos y pobres, sus prejuicios y la verdad de los sentimientos son las columnas vertebrales de La villana de Getafe, la comedia de Lope de Vega que la nueva promoción de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico estrena este viernes, 20, en el Teatro de la Comedia. "Lujuria y amor, riqueza y pobreza. El enfrentamiento ideológico entre estos dos mundos -señala su director, Roberto Cerdá- pone de relieve la estatura moral de los personajes. La función se alimenta del espacio existente entre los ricos y su falta de integridad personal y los pobres y su deseo de dinero".

En un mundo en el que el dinero mueve las relaciones sociales, el personaje protagonista (Inés/Paula Iwasaki) recorrre un largo camino hasta alcanzar su deseo: pertenecer a la clase poderosa. "Lope de Vega es uno de nuestros grandes referentes y un autor obligado en el repertorio de la CNTC -puntualiza Cerdá a El Cultural-. No solo es necesario en estos momentos sino que lo es siempre. Se trata de un autor perfecto, conocedor profundo de todas las herramientas dramatúrgicas con un nivel poético altísimo, al alcance de muy pocos".

Uno de los activos del montaje es el trabajo realizado por Yolanda Pallín en la versión, cuyo tiempo y espacio han sido trasladados a nuestros días. Para Cerdá, hacer creíble esa adaptación fue el principal desafío al comenzar el trabajo. Todo ello quedará plasmado gracias a la escenografía de Ana Garay, que ha estructurado una pirámide de poder identificada directamente con las clases sociales. Nos encontraremos un mundo despojado de todo ornamento, el de los pobres, frente al espacio de lujo y estética minimalista representado por las élites económicas.

Según el director, el trabajo con los actores ha sido riguroso y muy exigente, siempre en colaboración con todo el equipo, especialmente con Marta Gómez, encargada del movimiento escénico y coreográfico, con Tolo Ferrá, que firma la creación audiovisual, y con Vicente Fuentes, que ha vigilado la voz y la palabra. "Hemos intentado conseguir el mayor nivel artístico de todos ellos", remata Cerdá mientras da rienda suelta a sus nuevos proyectos, entre los que destaca una adaptación de una pieza inacabada de Chéjov, cuya acción situará en un mundo sin energía eléctrica y sin recursos: "Se trata de una historia en la que la degradación del medio ambiente es total y la creencia en las religiones ha desaparecido para siempre".