
De izquierda a derecha, Fran Perea, Itzan Escamilla, Alicia Borrachero y Elena Rivera. Foto: Javier Naval
'El efecto', la obra de teatro de la creadora de 'Succession' sobre las farmacéuticas y el amor químico
Juan Carlos Fisher estrena en Avilés esta obra de Lucy Prebble, protagonizada por Alicia Borrachero, Fran Perea, Elena Rivera e Itzan Escamilla.
Más información: Los 'Viejos tiempos' de Harold Pinter: un pasado aún en construcción
Connie (Elena Rivera) y Tristán (Itzan Escamilla) son dos jóvenes enamorados que se han conocido mientras participan en un ensayo clínico-farmacológico. A medida que su relación se intensifica, sin embargo, pronto comienzan a cuestionarse si su conexión es real o es la consecuencia química del nuevo medicamento que están probando. Mientras, los médicos que les supervisan (Alicia Borrachero y Fran Perea) no se ponen de acuerdo tampoco sobre las implicaciones éticas del estudio.
Escrita por Lucy Prebble –una de las creadoras de la exitosa serie Succession–, esta es la estimulante premisa de la que parte El efecto, la nueva propuesta escénica del director peruano Juan Carlos Fisher (Lima, 1981), que se estrenará en el Palacio Valdés de Avilés el 14 de marzo, antes de recalar en los Teatros del Canal de Madrid, del 9 al 20 de abril.
¿Es el amor algo químico o un constructo cultural? Esa es la gran pregunta que plantea esta obra que, en vez de responder, arroja más interrogantes. “Eso es lo interesante del buen teatro contemporáneo, que provoca más dudas. En ella, investigamos desde las hormonas que generan el amor, desde lo más físico, hasta lo emocional y lo que te puede generar un fármaco”, explica el director a El Cultural sobre esta pieza de Prebble de la que destaca “no solamentela brillantez del desarrollo de las escenas” sino, precisamente, “el contenido de las diferentes –y opuestas– posturas que asumen sus personajes frente a la vida”.
A partir de esas cuestiones, El efecto, continúa, “termina hablando de la ansiedad, la depresión y de cuáles son las verdaderas herramientas para estar mejor”.
Con una puesta en escena minimalista, como ya hizo en Prima Facie o La madre, a Fisher le gusta evocar con cuatro cosas la composición del lugar –dos sillas, un par de bancos– para que los espectadores terminen de armar las historias en sus cabezas. “A veces las representaciones literales en un escenario hacen que se pierda la magia”, comenta.
“'El efecto' es un análisis crítico del universo de las farmacéuticas envuelto en una historia de amor identificable". Juan Carlos Fisher
Así, con un espacio totalmente abierto, que juega con la luz y con el color a partir del uso de distintas LED, “como si fuera una pista de baile de los 70 al estilo de Fiebre del sábado noche”, la escenografía busca acompañar “el viaje emocional de los personajes”.
Un viaje que, en sintonía con el texto, refleja un humor “que arrasa con todo”. “Es una obra muy pertinente hoy porque nos habla del origen del amor, del sentido de la identidad y de la salud mental. Es un análisis crítico del universo de las farmacéuticas envuelto en una historia de amor completamente identificable, que plantea realmente cuál es el efecto de los químicos en la estabilidad emocional”, señala Fisher.
A partir de ahí, El efecto desafía a los espectadores a reconsiderar el impacto de los productos farmacéuticos y arroja una reflexión sobre la ética. “Hoy la moral tiene límites con estándares muy bajos. Si bien se puede decir que se está logrando encontrar soluciones para los balances emocionales, también se está jugando con el ser humano. Esa forma de deshumanizarnos que tienen las farmacéuticas es un tema muy actual”.