Image: Tan sólo un funcionario, por Lorenzo Silva

Image: Tan sólo un funcionario, por Lorenzo Silva

Letras

Tan sólo un funcionario, por Lorenzo Silva

Un misterio llamado Simenon, a los cien años

13 febrero, 2003 01:00

Georges Simenon, por Grau Santos

No se llamen a engaño, aunque lo lean por ahí. Lo que se conmemora el 12 de febrero de 2003 no es exactamente el centenario del nacimiento de Georges Simenon, sino la superstición de su madre, Henriette Simenon, de soltera Bröll, que tras dar a luz a su hijo en la para ella infausta fecha del 13 de febrero, le rogó al padre, Desiré Simenon, que mintiera ante el registro civil y envejeciera un día a su hijo. No se sabe hasta qué punto el truco podría conjurar una fatalidad que en sí misma pertenece al dominio de lo cuestionable, pero considerándolos en su conjunto, no se puede decir que los ochenta y seis años de vida que a partir de ahí disfrutaría el vástago de los Simenon resultaran excesivamente desgraciados.

Consiguió la fama, se hizo rico, y fue amado por un buen número de mujeres, empeño este último en el que invirtió no poco entusiasmo y abundantes energías. También fue generoso en la escritura, y sus esfuerzos dieron copioso fruto: varios centenares de libros. En el lado más sombrío, mantuvo una difícil relación con su madre, vio arruinarse (o destruyó) sus matrimonios y, sobre todo, hubo de enterrar a una hija, muerta a los veinticinco años en circunstancias sobradamente trágicas: a causa del balazo que ella misma se disparó en el pecho.

Su obra es tan variada como ingente. Empezó escribiendo noveluchas románticas y de aventuras, pero acabó publicando sus libros (entre ellos, un buen puñado de novelas "serias", o "duras", como él las llamaba) en editoriales tan prestigiosas como Fayard o Gallimard. Para la memoria del gran público, sin embargo, iba a quedar como un autor de novelas policiacas y, en particular, como el creador del inspector Maigret. Lo que no es ninguna desdicha, porque se trata de un investigador que no sólo resiste el paso del tiempo, sino que sigue constituyendo una valiosa y sutil referencia.

Hay un librito, de los muchos que protagonizó el personaje, que se llama Las memorias de Maigret. En él no se resuelve ningún caso, sino que el inspector comparte con el lector algunas suculentas reflexiones sobre cómo ve el mundo y su trabajo. Allí confiesa su actitud ante el criminal: "una total ausencia de odio, y también una total ausencia de compasión, en el sentido que se suele dar a esta palabra".

Maigret se considera tan sólo un funcionario, un profesional que "ni juega a las adivinanzas ni se excita ante la caza". Respecto de las historias con las que tiene que bregar a diario, afirma que se trata de "personas sencillas, casi todas, de vida limpia en apariencia, y que, sin embargo, un día u otro se habían tenido que enfrentar con su destino".

En esta declaración de normalidad se condensa la opción narrativa que subyace en la literatura del autor belga. A alguien que llevaba una vida corriente, de pronto se le quiebra, y ahí nace la historia. Sin más aparato, que con eso ya basta. Y es que Simenon escribió y vivió lo suficiente para aprender que nada nos interesa tanto como aquello que nos podría pasar.

CRONOLOGíA
13 de febrero de 1903. Georges Joseph Christian Simenon nace en Lieja un viernes 13, pero como su madre era supersticiosa lo inscribió como nacido el 12.
1919. Abandona sus estudios por la enfermedad de su padre y comienza a trabajar en la "Gazette de Liége" como periodista.
1921. Publica su primer libro, Au pont des Arches, una novela de corte humorístico. Muere su padre.
1922. Se traslada a París. Un año más tarde se casa con Régine Renchon, más conocida como "Tigy". Trabaja como secretario del marqués D’Estutt de Tracy. Publica bajo seudónimo 150 novelas sentimentales y de misterio en diarios y revistas.
1926. Vive un tormentoso romance con Josephine Baker.
1930. Publica Pietr-le Leton, la primera aventura de Maigret.
1939. Nace su primer hijo, Marc Jean. Comisionado belga para refugiados en La Rochelle, su postura durante la ocupación nazi será cuanto menos, sospechosa.
1945. Se instala en los EE.UU. con su familia para huir de las acusaciones de colaboracionismo. Conoce a Denyse, su segunda mujer y madre de tres de sus hijos.
1947. El 31 de octubre muere su único hermano, Christian, que se había enrolado en la Legión Extranjera por consejo de Georges para evitar ser condenado a muerte por colaboracionista. Su madre nunca se lo perdonó.
1953. Nace su hija, Marie-Georges (Marie-Jo) Simenon.
1955. Se instala en Suiza.
1972. Escribe Maigret y el señor Charles, su último Maigret.
1973. Anuncia su retirada. A partir de entonces publicará sólo obras de corte autobiográfico.
1978. Se suicida su hija.
1989, 4 de septiembre. Simenon muere en Lausana, a orillas del lago Léman. Dejó estrictas indicaciones para que su cuerpo fue incinerado y sus cenizas, mezcladas con las de su hija, enterradas en el jardín de su último hogar.