Cuentos de María la Gorda
Isabel San Sebastián
23 junio, 2005 02:00Isabel San Sebastián. Foto: Chema Tejada
No ha de sorprendernos que Isabel San Sebastián, sobradamente conocida por sus Los años de plomo. Memoria en carne viva de las víctimas y Mayor Oreja. Una victoria frente al miedo y también por sus siempre inteligentes colaboraciones en los medios, que en ocasiones le han costado caras, acabe de publicar un libro de relatos.No ha de sorprendernos, digo, porque la ficción parece ejercer un innegable magnetismo sobre aquellos que hacen de la realidad la materia prima de su trabajo. Otra cosa es que las incursiones en la literatura de profesionales de la comunicación de todo pelaje nos causen casi siempre justificadas decepciones. En ese sentido, San Sebastián sí sabe sorprendernos. Y no poco.
Lo primero que llama la atención es la elección de los temas. Ya en el primero de los textos, "El tapiz", se atreve su autora a abordar un relato histórico que nos transporta a las cruzadas contra los cátaros ordenadas por el papa Inocencio III en Languedoc. Las protagonistas, como sucederá a menudo, son dos mujeres, víctimas del asedio brutal que destruye su pueblo. Aparecen luchadoras infatigables, la no menos tenaz lucha del ser humano contra la opresión, algún elemento mágico y un inconfundible elemento legendario que se trama con una impresionante -pero no apabullante, he aquí un equilibrio difícil- documentación histórica. Todos ellos serán elementos comunes al resto de relatos y, sin duda, buenas credenciales para una autora que debuta en estas lides.
En el terreno legendario se sitúan la mayoría de los cuentos: "Amazonía", por ejemplo, nos ofrece una femenina ceremonia de iniciación a través de la tradición oral; "La partida" muestra una cara diferente de conquistadores y conquistados amparada en la ambigöedad y la poesía; "María la Gorda", que da nombre al libro, va un poco más allá y funde la leyenda de un territorio efectivamente existente -cercano a Pinar del Río, en Cuba- con la recreación de un personaje de acuñación propia que parece salido de una novela de Alejo Carpentier. De nuevo en este cuento hay que señalar el acierto de la ambientación histórica en la Cuba del siglo XVIII y la elegancia de una prosa que sorprende a cada línea.
Acaso lo único reprochable en este volumen sea la heterogeneidad de los textos incluidos. Desentona, hacia el ecuador del libro, un breve cuento infantil de factura clásica, "Barbilón". Más aún cuando se sitúa después de uno de los relatos más impactantes del conjunto, único en su temática y su enfoque: "Con los cinco sentidos", macabra recreación de un futuro marcado por el terror y la desconfianza en el que Isabel San Sebastián juega a hacer ciencia ficción con las bazas de su larga trayectoria como cronista de la peor realidad.