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Letras

Google

por David A. Vise y Mark Malseed

9 noviembre, 2006 01:00

La Esfera de los Libros

Un libro en el que se desvelan los secretos del mayor éxito empresarial, mediático y tecnológico de nuestro tiempo.

Prólogo a la edición española

Google nació en Estados Unidos y ha crecido en Europa. La expansión del motor de búsqueda al otro lado del Atlántico ha impulsado a la empresa en un momento crítico de su ciclo de vida. Google ha encontrado terreno fértil en el continente europeo en su búsqueda de nuevos mercados para proseguir con la obtención de ingresos y nuevas fuentes de talento para mantener la innovación. Se ha ganado la adhesión de una gran base de usuarios europeos que valoran su sofisticación técnica y también su vertiente menos seria. Ha conseguido seleccionar ejecutivos, ingenieros y jóvenes titulados de las grandes universidades europeas al tiempo que está construyendo nuevos centros de investigación y desarrollo en Dublín y Zurich. Google está bien posicionada para sacar el máximo partido del presente y del futuro de Internet en Europa, gracias a sus alianzas con los principales proveedores de Internet y las empresas de telefonía móvil. Varios de los ingenieros y expertos en tecnología de Google con más talento proceden de Europa y han garantizado que, poco después del lanzamiento de nuevos productos del motor de búsqueda en inglés, la empresa sacara versiones para los usuarios de España, Francia, Alemania y otros países del continente. A estos chiflados por la informática de Googleplex, la sede central de Google en Silicon Valley, no les bastaba con hacerlo "bien". Querían que Google fuera excelente en español y sus aptitudes y apasionamiento han proporcionado la lengua, la cultura y la tecnología del producto Google en español.

El motor de búsqueda ya funciona en más de cien idiomas de todo el mundo, y el español es uno de los primeros mercados adonde dirigirse una vez que se van perfeccionando nuevas iniciativas en inglés. Esto beneficia a los cuatrocientos millones de hispanohablantes de todo el mundo. Google ha puesto por delante los intereses de los usuarios y, en vez de aplicar una fórmula rígida, viene desarrollando y manteniendo sitios web específicos para muchos países de habla hispana. De este modo, los usuarios de Google en España pueden navegar por www.google.es para hacer búsquedas, ver anuncios y otros contenidos que sean de su interés. Esto mismo puede hacerse en México mediante www.google.com.mx y en Argentina mediante www.google.com.ar. éstos son sólo algunos ejemplos, la lista es más larga y Google no da señales de detenerse hasta que abarque toda la audiencia mundial de Internet.

Los productos de Google en español no se limitan a las búsquedas en la Red. Los usuarios pueden acceder también a los titulares y noticias actualizadas de más de setecientas nuevas fuentes de noticias a través del sitio Google News. Este servicio busca continuamente nuevos sitios web para localizar información y organiza y muestra automáticamente textos y fotos, sin participación de editores. Hay sitios específicos de Google News para España, Perú, Colombia, Argentina, Chile,Venezuela, Cuba y México, así como para los hispanohablantes de Estados Unidos. Pero también existen otras posibilidades para usuarios más aventureros y expertos en la Red: usted puede personalizar la página principal de Google adaptando las noticias, la información meteorológica y el correo electrónico; buscar archivos en el ordenador mediante Google Desktop o instalar una barra de herramientas Google en el navegador. Los especialistas en productos y los equipos de ingenieros hispanohablantes dentro de Googleplex garantizan que las cosas se están haciendo bien.

Los empleados de Google trabajan muchas horas pero también tienen tiempo para la diversión. Los cofundadores Sergey Brin y Larry Page insisten en mantener un ambiente laboral agradable, saludable y estimulante para sus trabajadores, que disfrutan gratis de comidas deliciosas y tentempiés gratuitos sin límite. No todas estas ventajas se aplican fuera de la sede central de la empresa en California, pero el sentido lúdico sí es algo universalmente compartido. Una de sus manifestaciones son los logotipos especiales de Google con ocasión de ciertas celebraciones, los llamados "garabatos de Google", que han rendido homenaje a lo largo de los años a eminentes artistas españoles como Pablo Picasso, Salvador Dalí y Joan Miró en sus respectivos aniversarios. (Sin embargo, los herederos de Dalí y Miró protestaron por haberlos representado sin su autorización y se retiraron los dibujos). Cuando las circunstancias lo exigen Google utiliza también el valioso espacio de la pantalla de su página principal para anuncios de utilidad pública; con posterioridad a los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, la página principal de www.google.es mostró un crespón negro en homenaje a los muertos en los atentados, así como enlaces con las últimas noticias en Google News.

El objetivo de Google de poner online toda la información del mundo y hacerla universalmente accesible es ambicioso y sobrecogedor. Google quiere escanearlo todo, desde las páginas web hasta los libros de las bibliotecas pasando por los correos electrónicos, y hacerlo accesible con el clic de un ratón. La lista incluirá pronto las películas de Hollywood y los programas de televisión, y algún día abarcará las conversaciones telefónicas, las historias clínicas e incluso nuestro propio código genético. Sergey Brin y Larry Page no quieren hacer esto únicamente en inglés para el público de Estados Unidos, sino en todos los idiomas y en todos los países, para crear un depósito verdaderamente mundial de conocimiento e información. En los cortos ocho años desde que fundaron Google han dado pasos formidables hacia estos objetivos, satisfaciendo las necesidades de cientos de millones de usuarios con resultados rápidos de búsquedas y productos coloristas, gratuitos y amables.

España es importante para Google. Un actor importante del mercado europeo al que Google desea satisfacer, con cuarenta y cinco millones de habitantes, que suponen una audiencia potencial para la gama de servicios de búsqueda y publicidad específica fáciles de usar de la empresa. La popularidad de Google en España es altísima: domina el sector de los motores de búsqueda con un 95 por ciento de cuota de mercado. La empresa quiere consolidarlo ampliando su presencia aquí. Esto se concreta en más productos en español y más y mejor publicidad de las empresas que operan en España. Una de las primeras órdenes que dio el consejero delegado Eric Schmidt cuando lo contrataron en 2002 fue ampliar agresivamente las oportunidades de negocio en Europa. Schmidt estudió las estadísticas y vio que la mayoría de las búsquedas de Google se producían fuera de Estados Unidos y, sin embargo, el 95 por ciento de los ingresos provenían del país. En consecuencia, envió al jefe de ventas Omid Kordestani para que abriera sedes en Europa y construyera una fuerza de ventas a escala internacional; no tardaron mucho en abrirse las sedes de Londres y Hamburgo.

Google llegó oficialmente a España en septiembre de 2003, fecha en que se abrió la delegación comercial de Madrid, al tiempo que se lanzaba el sitio web www.google.es. Fue un momento de rápido crecimiento de Google en Europa y contribuyó a estimular los ingresos y beneficios de ese año estableciendo unas cifras récord. El motor de búsqueda abrió otra sede en Dublín, que se convirtió en su cuartel general en Europa, y poco después un centro de ingeniería en Zurich.

También estaban descubriendo Europa los competidores: la misma semana en que Google abrió su delegación en Madrid, abrió una sucursal en España su rival Overture (actualmente integrado en Yahoo!).Al principio, la red de publicidad de Google en España abarcaba el 60 por ciento de los usuarios de Internet e iba a la zaga de Overture, que llegaba hasta el 70 por ciento. Otros portales europeos habían fidelizado clientes entre los usuarios de ordenadores mediante una oferta que incluía una mezcla de búsquedas, noticias y otros productos. Google se enfrentaba con el reto de adaptarse a un entorno cultural y empresarial diferente del estadounidense. Miguel de Reina, director de la delegación en España, trabajó con anunciantes españoles como El Corte Inglés, eBay, Kelkoo, Iberia, Banco Cetelem y Telefónica para orientar mejor sus campañas y captar más clientes potenciales en España y América Latina. Los anunciantes colocaron sus anuncios relacionados con las búsquedas en el popular sitio www.google.es y en la creciente red de sitios asociados a Google, como Ya.com, Elmundo.es y Ozu.es. Google no tardó mucho en ser el número uno en España.

La empresa está intentando expandirse por toda la península Ibérica bajo la dirección de Isabel Aguilera, nombrada directora general para España y Portugal en marzo de 2006. Google sólo contrata a los mejores e Isabel Aguilera no es una excepción. Es una de las cincuenta empresarias más influyentes del mundo según la revista Forbes y procede de la cadena de hoteles NH.Trabajaba como directora general de operaciones de la cadena, a cargo de las operaciones cotidianas y la dirección financiera de doscientos cuarenta hoteles de Europa y América Latina.Anteriormente, Isabel Aguilera había sido directora de la unidad de negocios de Dell Computer en España, Portugal e Italia, y había llevado a Dell del noveno al primer puesto en el mercado español.También ha trabajado en Olivetti PC,Vodafone y Hewlett-Packard.

Habla cuatro idiomas. Su formación universitaria abarca la arquitectura y la economía y posee esa mezcla de habilidades del hemisferio derecho e izquierdo del cerebro que tanto valora Google. Se incorpora a una empresa que en los últimos años ha logrado una innovación sin precedentes mediante una combinación de avances tecnológicos creativos y astutas decisiones empresariales.Titulada por la Universidad de Sevilla, cursó posteriormente el master en Ventas y Marketing en el Instituto de Empresa de Madrid y en la Escuela de Negocios IESE de la Universidad de Nava-rra.Va a dirigir una delegación con uno de los índices de crecimiento más altos de la empresa, en un momento en el que el objetivo es estrechar lazos con el sector empresarial y los internautas de España y Portugal.

Google tiene ambiciosos planes de expansión de sus servicios en el sector de los teléfonos móviles, la búsqueda de imágenes y los navegadores y Europa es clave para el éxito de estos proyectos a largo plazo. Los europeos, desde España a Noruega, han adoptado la tecnología de los teléfonos móviles mucho más deprisa que los estadounidenses. La portabilidad y la accesibilidad instantánea y permanente de los móviles es un área prometedora de crecimiento de los productos de búsqueda de Google. En consecuencia, la empresa va a basar el equipo de investigación y desarrollo del sector de los móviles en Europa, dirigido desde Londres por Nikesh Arora, vicepresidente de Google para Europa y antiguo ejecutivo de T-Mobile.

En la Feria Internacional de Informática y Electrónica celebrada en Las Vegas en enero de 2006, Larry Page anunció que Google ofrecería vídeos de pago de la cadena de televisión CBS, la National Basketball Association y otras fuentes. El nuevo Video Store de Google utiliza la tecnología de "gestión digital de derechos" desarrollada por Google que permite visionar e impide copiar; está abierto a cualquiera que remita un material en vídeo para su venta. Google y los productores de los vídeos se repartirán los ingresos. La empresa sigue asimismo trabajando en la ampliación de su participación en la publicidad televisiva, sobre todo en la investigación de métodos que conecten mejor los anuncios televisados con los intereses de los espectadores, como ya ha hecho en Internet.También está ampliando el campo de acción a la publicidad radiofónica e impresa.Algunos de los proyectos más importantes que están llevando actualmente en Googleplex consisten en desarrollar formas de facilitar la búsqueda de millones de vídeos a los usuarios de ordenadores.

La empresa ha sacado en España una versión de su popular producto de mapas online en mayo de 2006. Google Maps España aúna con aprovechamiento geografía y comercio para los usuarios que busquen tiendas, restaurantes, lugares de interés o rutas, combinando de manera interactiva los mapas de carteras al estilo europeo con la dirección y el teléfono de miles de empresas.Y además ofrece imágenes vía satélite de alta resolución para conocer el país a vista de pájaro. Quienes viajen por trabajo o de vacaciones disponen ya de otra herramienta para planificar el viaje, ya que el servicio comprende todos los países de Europa occidental y varios de Europa oriental calle por calle. Google también se está expandiendo por todo el mundo hispanohablante. En noviembre de 2005 se abrieron dos delegaciones comerciales en América Latina, una en México D.F. y otra en São Paulo, para abarcar las dos principales comunidades lingöísticas de América del Sur.

Google es una empresa joven, en 2006 cumple ocho años y sus fundadores están en treinta y pocos. Pero es la gallina de los huevos de oro de Internet, con un valor bursátil cercano a ciento veinte mil millones de dólares, más que Disney, General Motors, Ford, Amazon.com, The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal todas juntas. Obtiene prácticamente todos los ingresos de los anuncios que figuran junto a los resultados de las búsquedas; y en el ancho territorio de Estados Unidos hay pocas trabas legales a lo que puede hacerse con los anuncios. En cambio, hay otros países europeos, Alemania en particular, cuyo ordenamiento legal ha exigido a Google atenerse a leyes más estrictas. Por ejemplo, las sentencias de los tribunales alemanes difieren sobre si las grandes empresas pueden utilizar las marcas y nombres de productos de sus competidores en sus propios anuncios. Para resolver este problema, Google ha creado un sistema en Alemania y otros países para que las empresas que deseen proteger sus marcas registradas y nombres de productos soliciten que se bloqueen todos los anuncios de la competencia en los que se utilicen. Google se ha avenido a estos requisitos. En Estados Unidos, Google gana dinero tranquilamente cada vez que Ford saca un anuncio en el que menciona General Motors; además, Google ha ganado ya varios litigios ante los tribunales manteniendo su derecho a poner este tipo de anuncios.

Sergey Brin y Larry Page no rehúyen el debate ni se detienen ante los obstáculos. Esto ha quedado de manifiesto en su enfoque del servicio de correo electrónico de Google, insertando anuncios en función del contenido del mensaje, y en su iniciativa de escanear libros interpretando en sentido amplio la legislación vigente sobre la propiedad intelectual. Ha habido otras controversias. Los defensores de la privacidad en España se han sumado a los de Estados Unidos cuestionándose el hecho de que Google reúna información sobre sus usuarios. Google proporciona resultados gratuitos de las búsquedas y guarda todas las búsquedas y Gmails efectuados. A los defensores de la privacidad les preocupa que pudieran caer en manos de gente sin escrúpulos y utilizarse en contra de los usuarios de ordenadores, ajenos a que sus búsquedas en Google no son privadas. El almacenamiento de las búsquedas por parte de Google plantea el problema, igualmente señalado por los defensores de la privacidad, de la posibilidad de que fiscales y otros investigadores de la administración puedan tener acceso a los correos electrónicos y búsquedas que una determinada persona haya enviado y recibido. Según ellos, esto atenta peligrosamente contra los derechos civiles. Por su parte, Google dice que guarda los datos para mejorar la calidad de las búsquedas. Cuanta información se tenga sobre una persona, más personalizadas y atinadas serán las búsquedas y los anuncios que se le podrán ofrecer. Según Larry Page, esto va a ser capital para mejorar la calidad de las búsquedas en años venideros.

Los fundadores de Google Sergey Brin y Larry Page anunciaron en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt en 2004 el proyecto de asociarse con los editores para que pudieran buscarse online los libros que editaban. Google anunció meses después el proyecto de escanear electrónica-mente las decenas de millones de volúmenes de las universidades de Stanford, Havard, Michigan, Oxford y de la Biblioteca Pública de Nueva York. Están pendientes de resolución las demandas presentadas contra Google por grupos estadounidenses que representan a editores y autores que sostienen que Google les está robando su material con fines comerciales. Larry Page había soñado mucho antes de fundar Google con hacer accesibles y localizables digitalmente los libros de las bibliotecas, el depósito del conocimiento humano a través de los siglos. Dicho en corto, Page quiere derribar los muros de las bibliotecas y poner los libros a disposición de estudiosos y usuarios de ordenadores con independencia de dónde vivan o de dónde sean. Confía en democratizar el acceso a la información a lo largo del proceso. Pese a las acciones en curso, Google está digitalizando ejemplares de libros para que puedan buscarse y, en algunos casos, mostrarse en el sitio web de Google. Esto ha provocado las iras del Gobierno y los bibliotecarios franceses que han proclamado que no quieren que los usuarios de ordenadores de todo el mundo estudien en inglés la Revolución francesa. Google les ha recordado que las colecciones que está escaneando van escritas en muchos idiomas. Francia se ha comprometido, por sí sola o a través de la Unión Europea, a digitalizar los libros publicados en francés y otros idiomas, además del inglés. En España la reacción al escaneo de libros ha sido más moderada; actualmente, el Book Search de Google contiene miles de libros en español a los que puede accederse a través de www.books.google.es.

Mientras Google tiene la vista puesta en el futuro, hay varias amenazas competitivas en el horizonte.Yahoo!, el sitio web más visitado del mundo, es tan internacional como Google y va a esforzarse agresivamente por conseguir una mayor cuota de mercado en el tráfico de búsquedas en Estados Unidos, Europa y los mercados emergentes de China e India. Lo mismo que Microsoft, la mayor empresa de ordenadores del mundo, lucha por el mercado online aun cuando ya domina el mercado de los ordenadores de sobremesa con su omnipresente software de Windows y Office. Luego está Quaero, un proyecto impulsado por el presidente francés Jacques Chirac, para crear el motor de búsqueda europeo de próxima generación. "Debemos defender firmemente la diversidad cultural del mundo frente a la amenaza de la uniformidad", decía el presidente Chirac, apuntando a lo que él y no otros perciben como hegemonía americana y del idioma inglés en Google y Yahoo! El proyecto, financiado con doscientos cincuenta millones de euros, lo dirigen Francia y Alemania y cuenta con el respaldo de países como España, Italia y Hungría.

Para no quedar desfasada y seguir en vanguardia, Google realiza cuantiosas inversiones en investigación, desarrollo y selección de personal. En un golpe competitivo a Microsoft, la empresa ha sacado en enero un nuevo paquete que los usuarios de España y otras partes pueden descargarse gratis. El llamado "paquete Google" supone la descarga simultánea de varias aplicaciones populares como Google Earth, Google Desktop Search, Mozilla Firefox para navegar por la Red, programas antiespías y antivirus, el último software de Adobe para leer documentos en formato PDF, un salvapantallas, un actualizador automático de nuevas versiones del paquete y una barra de herramientas para usarla con Internet Explorer. El paquete Google está diseñado para trabajar en Windows, por intensa que sea la rivalidad con Microsoft. Según Google, surgió como una forma de descargar todo-en-uno después de que Brin y Page experimentaran la frustración que suponía el tiempo y los problemas planteados por la descarga de software a nuevos ordenadores. Google quiere consolidarse como proveedor fiable de software gratuito y de fácil manejo antes de que Microsoft saque su nueva versión de Windows, prevista para 2007. Como demuestra la abrumadora cuota de mercado de Google en España, es difícil derrotar a los productos gratuitos, sobre todo si son de la calidad de Google.

Ya ha concluido la era del ordenador personal, cuando Microsoft y otros fabricantes de software cobraban tranquilamente por los nuevos programas. Estamos en la era de Internet en la que seguir en vanguardia de los competidores significa desarrollar y distribuir software gratuito y accesible para todo el mundo en todas partes. Prueba de que la antorcha ha cambiado de manos es el anuncio de la retirada de Bill Gates de la gestión diaria de Microsoft, hecho en junio de 2006. Se trata de algo más que un símbolo. El modelo de negocio que convirtió a Gates en el hombre más rico del mundo ha sido superado por una nueva generación de empresarios de Internet, encabezada por los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin.

Introducción

Ningún otro invento ha dado tanto poder a la gente y ha transformado tan profundamente el acceso a la información como Google desde que Gutenberg inventó la imprenta moderna hace quinientos años, haciendo asequibles y poniendo a disposición de las masas libros y publicaciones científicas. Con su logotipo de colores infantiles sobre un fondo blanco y diáfano, la mágica capacidad de Google de producir respuestas rápidas y acertadas a cientos de millones de búsquedas diarias ha modificado la manera de encontrar la información y estar al corriente de las noticias. Google se ha entretejido en la trama de la vida cotidiana y parece haberse hecho indispensable de improviso. Son millones las personas que lo utilizan a diario en más de cien idiomas y que han llegado a identificar Google e Internet como una sola cosa. La búsqueda de cualquier tipo de información se efectúa googleando en un ordenador o en un teléfono móvil. Hombres, mujeres y niños han llegado a depender tanto de Google que no conciben la vida sin él.

Las ilimitadas cualidades de apariencia humana de Google le confieren un especial atractivo para una gama extraordinariamente amplia de usuarios de ordenadores, desde expertos a novatos, que confían en la marca que ha llegado a convertirse en una prolongación de su cerebro.Tal atractivo es universal, pues salta por encima de las diferencias de cultura, idioma y geografía para convertirse en una de las preferencias de todo el mundo. Se trata de un logro sin precedentes, máxime si se tiene en cuenta que estamos hablando de una empresa joven que no ha gastado dinero en anunciar o promocionar su nombre de marca. El crecimiento de Google se ha basado por completo en el boca a boca, en la medida en que unos usuarios satisfechos con el servicio se lo contaban a sus amistades, mientras que los demás se iban enterando online o gracias a los medios informativos. No ha recibido impulso alguno de los expertos en marketing de Madison Avenue; al contrario, ha sido la propia gente la que ha llegado a sentirse vinculada emocionalmente con el motor de búsqueda, tras recurrir a él siempre que quiere satisfacer un determinado interés o la simple curiosidad. En un entorno presidido por la incertidumbre, Google suministra información fiable y gratuita a quienquiera que la busque. Es una forma apetecible de gratificación instantánea de la mente.

La inmensa mayoría de los usuarios de Google no tiene ni idea de cómo se creó el motor de búsqueda, qué es lo que lo hace tan valioso y rentable, por qué se ha impuesto a competidores económicamente más solventes y hacia dónde se orientará en el futuro.Vamos a responder por primera vez a esos interrogantes en las páginas de este libro. La mayoría de las respuestas han permanecido hasta ahora en el secreto de Googleplex, las instalaciones futuristas de Google en Silicon Valley.

Según el eminente informático John Hennessy, rector de la Universidad de Stanford y miembro del consejo de administración de Google, la empresa representa un caso singular en el actual panorama escindido entre empresas de sofisticado software y hardware, ya que es líder en ambos sectores. La mejora continua de los sistemas de búsqueda y de servicios afines lleva a Google a patentar programas diseñados a la medida del cliente en cientos de miles de máquinas igualmente adaptadas. La inmejorable conjunción de tecnologías llevada a cabo por la empresa más innovadora del mundo arroja el resultado inmediato de unos excelentes resultados en las búsquedas. La hemos llamado "googleware", ya que en lengua inglesa no existe ninguna palabra que describa esta combinación perfecta de hardware y software a tan gran escala.

Hennessy sostiene que la ventaja tecnológica más importante que distingue a Google de sus competidores es que sus trabajadores montan y adaptan todos los ordenadores personales que emplea la empresa para efectuar las búsquedas. Quizá sea éste el secreto mejor guardado de Google. Los expertos tienden a considerar los ordenadores personales como meros productos, semejantes a las tostadoras; en cambio Google monta, amplía y mejora constantemente las prestaciones de más de 200.000 ordenadores de precio medio. Los construye y los apila en montones de la altura de un frigorífico y los enlaza con un software y un cableado patentados. Ninguna otra empresa posee más potencia informática que Google con su red de ordenadores normales y corrientes con esteroides.

Según Hennessy: "Cuentan con el mayor sistema de ordenadores del mundo. No creo que ningún otro se le acerque".

En esta época de especialización del trabajo, Google monta en secreto todos y cada uno de los ordenadores de su extensa red dentro de instalaciones protegidas, en una zona prohibida a personas ajenas a la empresa, incluidos los visitantes de Googleplex que creen haberlo visto todo. Google puede permitirse hacerlo así, dado que opera a una escala tan inmensa que le resulta más económico y eficaz que si comprara fuera los ordenadores. Estos ordenadores adaptados funcionan conjuntamente y llevan a cabo las búsquedas con celeridad, descomponiendo las preguntas en sus elementos integrantes. Dichos elementos se procesan simultáneamente comparándolos con copias de Internet previamente indizadas y organizadas.

Como cuenta con una red bien provista de redundancia, Google puede poner en funcionamiento más y más ordenadores cada día y suministrar rápidamente los resultados de las búsquedas sin problemas técnicos -ni intervención humana-, aun cuando algunos ordenadores se fundan y no sean sustituidos. Su labor la siguen realizando otros ordenadores. Lo más llamativo, como observaba Hennessy, es que no existe ninguna otra red de ordenadores ni base de datos comparable en el sector público o privado en ninguna otra parte del mundo: "Enseguida repararon en que si resolvían bien el problema del hardware, la empresa ganaría en fuerza competitiva. El hardware iba a ser el factor clave para hacer las búsquedas con eficacia, y están clonando ordenadores a tal escala que es lógico que lo hagan por su cuenta. Por eso mismo, lanzar un motor de búsqueda que compita con Google exigiría una inversión de capital muy superior a lo que la gente cree".

Hace algunos años que el motor de búsqueda Google se convirtió en una máquina de ganar dinero, gracias a la inclusión de pequeños anuncios de texto relacionados con las búsquedas en las que los usuarios pueden pinchar para obtener información. Esto ocurrió cuando Google aún no había salido a Bolsa y representa algo inescrutable salvo para el reducido círculo de los primeros inversores y trabajadores. Pero cuando el crecimiento -increíblemente rápido- y los miles de millones de dólares generados por la publicidad llegaron a ser de dominio público, una legión creciente de inversores se dio cuenta de que estaba ocurriendo algo único, por lo que buscó el modo de participar. Google salió a Bolsa el 19 de agosto de 2004 con una oferta inicial, nada convencional, de 85 dólares por acción que llegó a recaudar casi dos millardos de dólares en la mayor salida a Bolsa realizada por una empresa de nuevas tecnologías. Las acciones subieron a 300 dólares en menos de un año, convirtiéndose en un polo de referencia financiero y tecnológico sin parangón. Las acciones de Microsoft no han subido en los siete años transcurridos desde la fundación de Google. En cambio, las acciones de Google han llegado a valer más de 80 millardos de dólares en ese mismo periodo de tiempo.

Si se da la circunstancia de que usted se perdió esta buena oportunidad, recuerde que a los expertos les sucedió lo mismo. Las sociedades más importantes de capital riesgo como Yahoo!, AltaVista y muchas otras empresas de motores de búsqueda y de nuevas tecnologías con las que se contactó desde la Universidad de Stanford dejaron pasar la ocasión de adquirir el sistema de búsqueda de Google por un millón de dólares. Ese rechazo forzó a los estudiantes de doctorado de Stanford Sergey Brin y Larry Page a abandonar la universidad y crear la empresa. Cada uno de ellos había ganado más de 10 millardos de dólares en el verano de 2005.

Hennessy recuerda la primera vez que un profesor de Stanford le habló de Google a mediados de los años noventa. Hennessy se había sentido frustrado, igual que Brin y Page, con AltaVista, el mejor motor de búsqueda del momento. Rastreaba Internet razonablemente bien, pero dejaba que desear a la hora de clasificar los resultados de las búsquedas. Hennessy se enteró de que un par de alumnos de la universidad habían creado un nuevo motor de búsqueda y habían descubierto el modo de suministrar instantáneamente a los usuarios los resultados más importantes mediante una nueva fórmula matemática denominada "PageRank". Como era un informático conocido, tecleó su propio nombre en el cajetín de búsqueda de Google para ver qué ocurría: "Lo primero que apareció fue la Universidad de Stanford. Eso no pasaba con los demás motores de búsqueda".
Vamos a exponer en las páginas de este libro la estrategia y el lema de la empresa, "No seas malvado", empleadas por Google para forjar un elenco de anunciantes y sitios web estrechamente relacionados con el motor de búsqueda. Estos cientos de miles de asociados de Google tienen un enorme interés financiero en el crecimiento y el éxito continuados del motor de búsqueda. Hemos denominado "economía Google" a esta robusta red que se autoalimenta y ha llevado al motor de búsqueda a multiplicar por siete su valor en su primer año como sociedad cotizada. La economía Google tiene muchas probabilidades de proseguir su expansión en la medida en que el empleo de Internet y el gasto en publicidad online sigan creciendo según las previsiones.

Google parece predestinada a crecer y expandirse, habida cuenta de que Internet,como medio de masas, se encuentra relativamente en mantillas, aparte de que el gasto en publicidad se desplaza cada vez más desde la televisión y el papel al mundo online. La razón es sencilla: Google ha descubierto que la máxima eficiencia de la publicidad en Internet se alcanza ofreciéndosela a los usuarios cuando más la necesitan, que es cuando buscan información.

El éxito de Google depende de la participación constante de sus fundadores, Brin y Page, en el día a día. El googleware y el lucrativo sistema publicitario de Google son fiel reflejo de su genio y capacidad de anticipación. Los ingredientes más importantes del éxito de Google a largo plazo son la dedicación, el liderazgo y la gran ambición de sus fundadores. Google tiene muchas probabilidades de seguir siendo un motor de búsqueda popular al que la gente se conecta tanto electrónica como emocionalmente mientras ellos lleven el timón. No obstante, a medida que Google crezca y registre una parte cada vez mayor de nuestra conducta online, aumentarán también los recelos y podrán producirse, por ejemplo, peticiones de que intervengan los poderes federales para regularlo. Otro problema es el de las ganancias de Google procedentes de clics fraudulentos en sus anuncios de texto, cuestión que aún está por controlar.

Brin y Page impulsan juntos Google, alentando su relación cotidiana con cientos de millones de usuarios. Son un estímulo permanente para que los brillantes matemáticos, ingenieros y expertos en tecnología de Googleplex se planteen problemas cada vez mayores.Y están empeñados en dar a los usuarios la oportunidad de utilizar sus productos antes de que estén perfeccionados, método que favorece la innovación permanente al tiempo que la rectificación de eventuales fallos.

Google es gratis para sus usuarios. Los miles de millones de dólares que genera son consecuencia del obstinado empeño de la empresa en la innovación como medidor de éxito o como la conveniencia de seguir adelante con un determinado proyecto. En Google los expertos en tecnología piensan primero en cómo resolver los problemas y posteriormente, si procede, se preocupan de cómo hacer dinero; en esto se diferencian de la mayoría de las empresas en las que tanto los ejecutivos como los gerentes de producto se dedican a pensar primero en la forma de ganar dinero y, después, en crear los productos. En Google se anima a los equipos de ingenieros a concentrarse en nuevas ideas para hacer que el motor de búsqueda funcione mejor y más rápido. Una de las razones por las que la empresa no necesita marketing es que la prioridad absoluta de su cultura es servir lo mejor posible los intereses de los usuarios. Por eso éstos son sus mejores portavoces.

Google no pretende ganar el máximo posible de dinero a corto plazo. El ejemplo más claro es su página principal, considerada el "territorio" más valioso de Internet. Un rápido recorrido por www.google.com confirma que Google no incluye anuncios en dicha página, por lo que renuncia a unos ingresos y ganancias de miles de millones de dólares con tal de ofrecer a los usuarios resultados de búsquedas de primera calidad.

La innovación permanente es el núcleo de la maquinaria de Google y el tema fundamental de prácticamente todas las reuniones celebradas en la empresa. El reto principal de Brin y Page es promover la innovación al tiempo que Google crece, dado que la innovación es la razón por la que la empresa se adelantó a las demás y permanece en cabeza. Sus fundadores son plenamente conscientes de que siempre puede haber alguien en alguna parte tratando de dar con un método mejor, más rápido e inteligente de hacer las cosas, por no insistir en que mantener la innovación en un proceso de crecimiento acelerado es una tarea complicada que ha desbordado a otras empresas jóvenes y muy prometedoras.

Brin y Page actúan con pragmatismo y van introduciendo cambios y mejoras a un ritmo vertiginoso. Unos son evidentes y otros no, si bien todos proporcionan a los usuarios resultados de búsquedas mejores y más rápidos. Los fundadores de Google tienen tiempo para dedicarse por completo a lo que les importa a los usuarios porque su colega, el consejero delegado Eric Schmidt, se ocupa de los asuntos de la vertiente empresarial. Con todo, dirigen entre los tres tanto los asuntos empresariales como el desarrollo de productos, porque se da la circunstancia de que Brin es un negociador excelente y Page un experto en reducción de costes, particularmente en lo tocante a la electricidad necesaria para alimentar y refrigerar los ordenadores de Google.

En Google se prefiere trabajar en equipos de tres personas y se permite a los trabajadores dedicar el 20 por ciento del tiempo a la exploración de ideas que sean de su interés. Esta práctica del "20 por ciento del tiempo" está tomada del mundillo académico, en el que los profesores pueden dedicarse a proyectos propios un día a la semana. No existe una estructura jerárquica del tipo de las empresas convencionales, puesto que la empresa carece del típico escalón de mandos intermedios. Paralelamente, ninguna otra empresa reúne tal combinación de cerebros, inmensos recursos informáticos y dedicación a los resultados a largo plazo que tiene Google y que la distingue de entre todas las demás, a las que les resulta bastante difícil competir con Google por la contratación de trabajadores.

Se dice que Google es el lugar al que afluyen en riada los mejores y más inteligentes ingenieros del mundo porque actúa en el epicentro de Internet. Dejan las universidades, la NASA, Bell Labs, Microsoft y otros puestos de trabajo atraídos por un entorno dinámico más parecido a un campus universitario que a la sede de una empresa tradicional. Además, la selección de personal se ve favorecida porque la empresa ha llamado la atención de todo el mundo desde que se disparó el precio de sus acciones a raíz de su salida a Bolsa.

La enorme atención prestada a Google por los medios informativos obedece al atractivo del popular motor de búsqueda, a su puesto en el zeitgeist de la época y a su intensa utilización por parte de periodistas y editores en su trabajo cotidiano. Googlear se ha convertido en sinónimo de "buscar". El hecho de que el nombre de la empresa se haya transformado en verbo en inglés, alemán y otros idiomas indica su influencia determinante en la cultura mundial.

El potencial de Google parece mayor que el de otras empresas míticas que le han precedido.A lo largo de los años ha poblado el paisaje una serie de tecnologías en sucesivas oleadas cada vez de mayor envergadura. Hace décadas que IBM y los ordenadores del tipo unidad central resolvieron los problemas del tratamiento de datos de las grandes empresas. Después vinieron Intel y Microsoft y entre ambas dieron un extraordinario impulso al ordenador personal, que dio un gran poder a la gente y catapultó la industria de los ordenadores a niveles de penetración y rentabilidad superiores a los de los ordenadores del tipo unidad central. Ahora ha surgido la plataforma de Internet, en su origen un proyecto del Departamento de Defensa, que ha puesto en primera línea a Amazon,Yahoo!, eBay y Google. Ninguno de los iconos distintivos de esta oleada ha llegado tan alto como Google, la única megamarca nueva creada en la pasada década por las empresas de Internet. Las acciones de la empresa son un barómetro de la confianza de los inversores en el futuro de Internet y en el peculiar modelo de negocio creado por Google para captar dinero a través de publicidad ceñida a las búsquedas.

Google y sus fundadores vienen trabajando discretamente en dos campos tan prometedores como la biología molecular y la genética. Millones de genes cruzados con fabulosas cantidades de datos biológicos y científicos constituyen un magnífico reto para el motor de búsqueda de Google, la formidable base de datos con la que ya cuenta la empresa y su inmensa potencia informática. Google ya ha descargado un mapa del genoma humano y está colaborando estrechamente con el biólogo Craig Venter y otros eminentes expertos en genética en proyectos que pueden dar pie a importantes avances en la ciencia, la medicina y la salud. Dicho de otro modo, tal vez nos hallemos en la antesala de una época en la que la gente pueda googlear sus genes. Según Venter, "Se trata de un cruce vanguardista entre tecnología y salud que va a beneficiar a millones de personas. Ellos tienen más potencia informática que cualquier otra empresa y trabajan a una escala muy superior a la de las actuales bases de datos guber-namentales.Ayudar a la gente a comprender su código genético y estadístico es algo que va a estar a su alcance en un plazo de diez años a través de un servicio como Google".

Para Brin y Page, Google no es ni quiere convertirse en una empresa convencional. Brin sostiene que, si Google fuera una persona, habría empezado a acudir a la escuela primaria hacia el 19 de agosto de 2004, fecha de la salida a Bolsa de la empresa, y habría acabado primero en el verano de 2005. En este momento, Google se halla inmersa en un proceso de digitalización de millones de libros de las bibliotecas de las universidades de Oxford, Stanford, Harvard, Michigan y de la Biblioteca Pública de Nueva York. El objetivo es colocar online el máximo número posible de libros, haciéndolos localizables y superando así las limitaciones físicas de las bibliotecas. Se trata de un proyecto extraordinariamente ambicioso, con repercusiones positivas y de largo alcance tanto educativo como social a nivel mundial.

Google y sus fundadores han llegado muy lejos. Al mismo tiempo, siguen siendo jóvenes. Esto no es más que el comienzo.