María Zambrano abogaba por acabar con las nacionalidades en una Europa unida
Rogelio Blanco publica un libro en el que repasa la vida y la obra de la filósofa malagueña
23 diciembre, 2009 01:00
EFE
Un texto hasta ahora inédito de la pensadora María Zambrano (1904-1991), Premio Cervantes 1988, saca a la luz una crítica a las diversas culturas europeas que "no han sido capaces de construir una Europa unida", lo que, a su juicio, ocurrirá el día en que "se acaben las nacionalidades".
Esta reflexión es una de las que ha incluido el director general del Libro, Rogelio Blanco, también escritor y amigo de la filósofa, en su libro María Zambrano: la dama peregrina, en el que cuenta su vida y obra.
Zambrano, que hace esta reflexión en el contexto de una Europa que vivió marcada por las guerras, parte del hecho de que los grandes fascismos nacen de los planteamientos nacionalistas, que han llevado con frecuencia a la humanidad a un "sacrificio".
A su juicio, estos planteamientos nacionalistas impiden que haya una Europa unida.
Esto va en consonancia con el pensamiento de esta mujer que clama una "ciudad ausente" donde la "democracia" sea el hábitat natural del hombre, no en el sentido político, sino el ético en el que el compromiso de la misma es la obligación de intentar que todo individuo sea persona.
Otro de los textos que Rogelio Blanco ha incluido en esta publicación revela que Zambrano quiso ser "mendiga", ya que entendía la indigencia como una "forma de peregrinaje hacia la libertad".
De esta libertad y también de la necesidad surgía la esperanza, que, a juicio de esta pensadora, era el camino para la salvación, la cual estaba de nuevo en esa ciudad utópica que buscaba.
Rogelio Blanco, además de los textos inéditos, ha dividido este libro en tres partes diferenciadas, una primera en la que describe el desarrollo biográfico e intelectual de Zambrano, que sufrió un peregrinaje complicado por diversos países de Europa y América, marcado por sus experiencias de la Guerra Civil española, la II Guerra Mundial y el exilio.
En una segunda parte, se presentan las reflexiones de esta pensadora sobre la esperanza, mientras que en una tercera, se describe la particular visión de Zambrano sobre la misericordia y la pintura.
Rogelio Blanco compartió amistad con Zambrano en el tramo final de la vida de la autora y ha promovido distintas ediciones de su obra.
Ahora, en esta obra ha intentado recoger algunos análisis personales sobre la filósofa y poner de relieve algunas reflexiones rigurosas aparecidas últimamente en diversos ensayos sobre la obra de esta intelectual.
María Zambrano, discípula de Ortega y Gasset, tuvo una vida sumamente activa que le llevó por distintos puntos de España, y estuvo exiliada en Francia, México, Cuba, Italia y Suiza.
Los textos inéditos que ha incluido en la obra proceden de los manuscritos existentes en la fundación que lleva el nombre de la filósofa y ensayista española en Velez-Málaga (Málaga), su localidad natal.
Un texto hasta ahora inédito de la pensadora María Zambrano (1904-1991), Premio Cervantes 1988, saca a la luz una crítica a las diversas culturas europeas que "no han sido capaces de construir una Europa unida", lo que, a su juicio, ocurrirá el día en que "se acaben las nacionalidades".
Esta reflexión es una de las que ha incluido el director general del Libro, Rogelio Blanco, también escritor y amigo de la filósofa, en su libro María Zambrano: la dama peregrina, en el que cuenta su vida y obra.
Zambrano, que hace esta reflexión en el contexto de una Europa que vivió marcada por las guerras, parte del hecho de que los grandes fascismos nacen de los planteamientos nacionalistas, que han llevado con frecuencia a la humanidad a un "sacrificio".
A su juicio, estos planteamientos nacionalistas impiden que haya una Europa unida.
Esto va en consonancia con el pensamiento de esta mujer que clama una "ciudad ausente" donde la "democracia" sea el hábitat natural del hombre, no en el sentido político, sino el ético en el que el compromiso de la misma es la obligación de intentar que todo individuo sea persona.
Otro de los textos que Rogelio Blanco ha incluido en esta publicación revela que Zambrano quiso ser "mendiga", ya que entendía la indigencia como una "forma de peregrinaje hacia la libertad".
De esta libertad y también de la necesidad surgía la esperanza, que, a juicio de esta pensadora, era el camino para la salvación, la cual estaba de nuevo en esa ciudad utópica que buscaba.
Rogelio Blanco, además de los textos inéditos, ha dividido este libro en tres partes diferenciadas, una primera en la que describe el desarrollo biográfico e intelectual de Zambrano, que sufrió un peregrinaje complicado por diversos países de Europa y América, marcado por sus experiencias de la Guerra Civil española, la II Guerra Mundial y el exilio.
En una segunda parte, se presentan las reflexiones de esta pensadora sobre la esperanza, mientras que en una tercera, se describe la particular visión de Zambrano sobre la misericordia y la pintura.
Rogelio Blanco compartió amistad con Zambrano en el tramo final de la vida de la autora y ha promovido distintas ediciones de su obra.
Ahora, en esta obra ha intentado recoger algunos análisis personales sobre la filósofa y poner de relieve algunas reflexiones rigurosas aparecidas últimamente en diversos ensayos sobre la obra de esta intelectual.
María Zambrano, discípula de Ortega y Gasset, tuvo una vida sumamente activa que le llevó por distintos puntos de España, y estuvo exiliada en Francia, México, Cuba, Italia y Suiza.
Los textos inéditos que ha incluido en la obra proceden de los manuscritos existentes en la fundación que lleva el nombre de la filósofa y ensayista española en Velez-Málaga (Málaga), su localidad natal.