Image: El combate por la Ilustración de Laetoli

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Letras

El combate por la Ilustración de Laetoli

La editorial de ensayo crítico, científico y ateo prosigue con sus libros la irrenunciable defensa de las Luces

28 julio, 2010 02:00

Serafín Senosiáin es el editor de Laetoli

Atravesaron aquel valle cuando la capa de cenizas depositada tras la erupción del volcán aún no se había endurecido. Eran tres pequeños homínidos y sus huellas, solidificadas, permanecieron ocultas hasta que la paleoantropóloga Mary Leakey las reconoció en 1976 en el yacimiento de Laetoli, en la actual Tanzania. Las huellas de Laetoli demostraban el bipedismo de nuestros ancestros, etapa esencial en el proceso evolutivo que conduciría al Homo Sapiens, y es el nombre con el que Serafín Senosiáin bautizó su editorial en 2004. Cuatro millones de años después de la impronta de aquellas increíbles huellas y dos siglos desde que Kant vindicara la Ilustración como la salida de la minoría de edad de la Humanidad.

Con tal carga simbólica cristalizada en el nombre no puede sorprender el nervio de su propuesta editorial: "La línea central de Laetoli es la divulgación científica, el ensayo crítico, la reivindicación del pensamiento ilustrado y el combate contra todo tipo de supercherías", afirma Serafín. Tal premisa encuentra su constatación empírica en cinco originales colecciones. "Las dos culturas" recupera la famosa acuñación de Snow para fundir las Letras y las Ciencias y se ocupa de la divulgación científica. Entre sus títulos destacan los de la Biblioteca Darwin, la mayoría de los cuales, sorprendentemente, no contaba con una traducción castellana. "Libros abiertos" propone textos políticos de sabor libertario tales como Sobre el anarquismo, de Noam Chomsky. El sello "¡Vaya timo!" ofrece una original recopilación y deshaucio tan divertido como irreprochable de toda clase de perniciosas patrañas y pseudociencias, desde la ufología a la homeopatía, sin que se le escapen vivos ni el psicoanálisis ni la religión.

Por su parte, la colección de "Los ilustrados" rescata la obra de los grandes y más radicales pensadores de las Luces como el increíble cura ateo Meslier de la Memoria contra la religión, que en un inesperado visto y no visto ha alcanzado la segunda edición: "Un tocho de más de 700 páginas del siglo XVIII y a 29 euros... Imaginaba que se iban a vender poquísimos ejemplares, pero aún y todo me empeñé en editarlo: era casi una apuesta personal. Pues bien, se agotó y ha habido que hacer una reimpresión". La última colección, "Maestros del siglo XX, es la única literaria y en ella se ha podido leer la excelente La paloma de plata, de Andréi Biéli.

Por último, está a punto de salir de imprenta el primer título de una nueva colección, coeditada con la Fundación Arquitectura y Sociedad. Se trata de un ensayo del ingeniero Javier Manterola: La obra de ingeniería como obra de arte.

Serafín Senosiáin no acaba de comprender muy bien por qué unos libros le han funcionado y otros no, en ocasiones contra lo planeado. Duda de si "se puede hablar de 'justicia' a la hora de preguntarse por qué unos libros se venden más que otros... Siempre es un misterio. Nunca se sabe cuál libro se puede vender más y cuál no".

¿Y qué hay de la pugna, de calidades ya que no de cantidades entre los gigantes del negocio editorial, "los mastodontes dedicados a editar 'bestsellers' de vampiros", en palabras de Serafín, y los pequeños, cada vez más numerosos y atrevidos? "Las pequeñas editoriales independientes son la sal de la tierra, y cuando no están ahí, o no aparecen, el tejido editorial -y cultural en general- se resiente. Las grandes, que suelen formar parte de conglomerados aún más grandes, se parecen a las productoras de Holywood: mucho dinero, pocas ideas, muchos medios, muchos espectadores. Los pequeños somos como el cine independiente: poco dinero, dinamismo, ideas ...y buenos libros. Esta ebullición actual me parece un signo de gran vitalidad. Lógicamente, una editorial no por ser pequeña es buena, pero lo que sorprende es la cantidad de pequeñas buenas editoriales, "editoriales sí", como decía Giulio Einaudi, editoriales culturales, que están apareciendo en los últimos años. Muchos de los libros más interesantes que se publican en España los están editando las pequeñas editoriales independientes. No sé hasta qué punto los libreros, y los lectores en general, son conscientes de esto".