Amarás a tu hermano
Cristina Cerezales
8 octubre, 2010 02:00Cristina Cerezales. Foto: Paco Torrente
También hay, además de la citada constante temática de las relaciones entre hermanos, algunos nexos que intensifican la unidad entre los cuentos. El más notorio sirve de unión entre "El hijo único" y "El padre Benigno". En aquél, otro de los más logrados, Juan vive una niñez solitaria y enfermiza en contraste con sus primos en una casa de pueblo. Y en este aparece aquel niño convertido ahora en el monje Benigno en un convento trapense donde recibe la visita de su hermano menor, nacido después de aquellos días en Piedralaves, quien nunca comprendió su transformación de aventurero en monje trapense que arruinó la admiración de su hermano pequeño.
Todos los cuentos mantienen una indiscutible calidad literaria, salvo, quizás, el último, "La visita", el más breve (cinco páginas), porque en su tardío reencuentro entre dos hermanos gemelos no brilla con igual hondura y riqueza de matices el arte de sugerir y la complejidad con que se narran en otros cuentos las relaciones entre hermanos en diferentes etapas de la vida.
Como suele suceder, hay unos cuentos mejores que otros. Entre los más logrados cabe destacar, además de los citados "El hijo único" y "El regalo", aquellos relatos que abordan problemas y situaciones de actualidad tales como el mundo de las drogas o la transexualidad. El drama del drogadicto, cuya caída es elemento de distorsión en la relación entre los hermanos, se narra en "El trayecto" con artístico maridaje de sobriedad, sencillez y tragedia sin asomo de ternurismo, y donde también se incluyen agudas reflexiones sobre la bondad.
La problemática situación de un transexual está desarrollada en "Piel de melocotón", cuyo alto mérito literario se sustenta en la variedad de perspectivas. Narra el proceso en el que Jesús se convierte en Chus ante el asombro de sus hermanos, desde la sorpresa de su hermana mayor al recibir la noticia de la operación de Jesús-Chus hasta las consideraciones del cuñado que antes había sido amigo del transexual, pasando por la retrospección temporal del narrador omnisciente para recuperar en resumen narrativo la vida familiar en el pasado.
Los cuentos de Amarás a tu hermano encuentran sus mejores aciertos en el mundo interior de la infancia y adolescencia vividas, con niños que reclaman atención y cariño de los mayores y que buscan su lugar entre los hermanos y la familia en narraciones que dejan su final abierto, con eficaz manejo de la elipsis y la potenciación del arte de sugerir, en una prosa elegante y rica en su captación de impresiones, sensaciones y matices, que, a veces, se engalana con recursos de prosa poética, como en esta aliteración en "los mirlos en las ramas de la morera" (pág. 83). Por ello, por su mundo interior tan delicado y por su sencillez y riqueza expresivas, es muy recomendable la lectura de estos cuentos.