Pedro Almodóvar, Penélope Cruz y Javier Bardem. Foto: France Press

Nadie, bajo el sol insoportable que castigaba la tarde del lunes la calle Martín de los Heros, el Sunset Boulevard español desde ahora, podía imaginarse que el acto de inauguración del nuevo pavimento estrellado tuviera, eso, tantas estrellas, y menos las menos prodigadas por estos lares, la cotizada triada formada por Penélope Cruz, Javier Bardem y Pedro Almodóvar. Sinónimo esta inesperada aparición del poderío de quien convocaba, el productor Enrique González Macho, nuevo presidente de la Academia y heredero de Álex de la Iglesia en esto de guardarse ases en la manga para las convocatorias de la institución, además de dueño de los cines que lindan con el nuevo paseo de estrellas de granito diseñadas por Óscar Mariné.

Llegaron primero actrices como Marisa Paredes, Loles León y Terele Pávez, que habían venido a apoyar la iniciativa y, oye, a echar el rato en la nueva terraza de la librería vecina Ocho y Medio, pero también celebrando que muchos de los grandes de nuestro cine (25 por el momento) tuvieran "el lugar que se merecen". Así, Berlanga, Alfredo Landa, Trueba, Carmen Sevilla, Fernando Fernán Gómez, Paco Rabal... "Esperamos que mucha gente venga aquí a ver a nuestras estrellas y también que nos pongan la nuestra, ¿verdad, Terele?", bromeaba Loles León poco antes de la salida en escena de Pedro Almodóvar (asiduo de los cines de González Macho), Penélope Cruz y Javier Bardem, cuya estrella, por cierto, es vecina de la de su tío, Juan Antonio. "Es un orgullo para mí tenerlo al lado", admitió el actor.

Mientras Almodóvar se confesaba abrumado por el acto y aseguraba que pronto Bardem tendría su estrella en Hollywood ("nada, es cuestión de tiempo"), el público obligaba a Penélope a apearse de sus altos tacones para tocar su losa con las manos, misión complicada porque lucía un escueto vestido color caldera. Sí, está delgadísima otra vez. La que no tuvo reparo en agacharse fue una emocionada Concha Velasco, que preguntó a la prensa si su placa rezaba Concha o Conchita. "A ninguno de los que están aquí les hace esto tanta ilusión como a mí, espero que nunca me la quiten y que la pisen mucho", expresó la actriz antes de besar su estrella y de bailar arrodillada ante ella con su lucido vestido rojo.

Tras el paseíllo de Carlos Saura, Amenábar, Pilar Bardem, José Coronado, Asunción Balaguer (emocionada viuda de Paco Rabal), Sara Montiel y otros rostros conocidos de nuestro cine, Penélope, en su primera aparición pública en España desde el estreno en mayo de Piratas del Caribe, tuvo algunas palabras para la prensa. "Tener una estrella hace mucha ilusión tanto aquí como allí, pero esta es mi casa y mi ciudad, así que es mucho más especial", declaró a elcultural.es. Además, señaló que se sentía orgullosa de figurar entre directores con los que ha trabajado -"Almodóvar, Amenábar y Trueba"- pero reconoció que echaba en falta algunos nombres: "Espero que pronto esté la estrella de Victoria Abril", exigió antes de asegurar que estaba deseando volver a trabajar en España, donde asegura seguirá teniendo un pie durante el resto de su carrera. Y, luego, las palabras de siempre, esa unión de términos que reza "gran familia del cine español" y etcétera. Manida expresión que también pronunció el novio de la actriz, Javier Bardem, que se mostró "ilusionado" por el homenaje, aunque le quitó hierro: "Es una anécdota, un acto simbólico que me tomo con alegría y honor, pero también con humor porque no están todos los que son... en fin, que hay que ensanchar la calle".

Durante su discurso, González Macho comunicó su deseo de ir ampliando la lista de nombres, "algunos ya desaparecidos y otros hoy presentes", porque, como todo homenaje, "tiene también su parte de injusticia por aquellos que se han quedado fuera, igualmente importantes y que estarán en el futuro". Es deseo del productor y presidente de la Academia convertir Martín de los Heros en una nueva Gran Vía y, quién sabe, "llegar con las estrellas a la Casa de Campo".