Image: Contra el tiempo

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Letras

Contra el tiempo

Ana María Shua

10 mayo, 2013 02:00

Ana María Shua. Foto: Lucio Ramírez

Páginas de Espuma, 2013. 240 páginas, 17 euros


Quienes sólo conozcan a Ana María Shua (Buenos Aires, Argentina, 1951) por sus microrrelatos, por la explosión breve de aquellas ingeniosas historias instantáneas, se sorprenderán de su recorrido en la media distancia de estos dieciséis relatos hondos, inteligentes e intensos, en los que lo realista y lo fantástico se entrelazan con naturalidad. Contra el tiempo es la selección, sabia y bien equilibrada, que ha llevado a cabo la también bonaerense Samanta Schweblin.

El libro contiene además una entrevista-diálogo final entre ambas escritoras. A Shua le basta un tema tan cotidiano (y realista) como el desquiciamiento de una madre desbordada con sus tres hijos pequeños -asunto central del primer cuento- para montar toda una inquietante historia (fantástica) de monstruos y enemigos inesperados. Ya advirtió Hoffmann, como más tarde Freud, que a menudo lo siniestro reside en el espacio de lo familiar. Monstruos familiares, secretos vergonzosos, pueden surgir también en el recuerdo y gran fusión de planos de una fantasmal "Sala del piano". Y a veces el mal reside en un bebé extraterrestre desactivado gradualmente por el amor, o en la negrura de una pesadilla, o en la tragedia irreparable de quien pierde un hijo ("La señora Luisa contra el tiempo") o al querido padre ("Los días de pesca"), donde un homenaje de Shua a su progenitor nos sitúa ante el misterio infranqueable de que los seres queridos dejen repentinamente de existir.

La vida gasta bromas y paradojas, que se lo digan si no al fotógrafo de estudio de "Una sesión de tomas" (relato hondo y humorístico), o al conductor avispado que en la autovía se salta un peaje (en "La mujer herida"), pensando quizá que le aguarda un domingo tranquilo entre amigos y no una rocambolesca historia de maltratadores, policías y difuntos. A veces el monótono viaje a un pueblo de provincias en el que se embarca un escritor, reserva sorpresas violentas ("Ha llegado un escritor"). De encuentros casuales, exilios y vagos recuerdos de amigos de militancia política, que quiebran o hacen tambalear el espinazo de nuestras vidas, va también esta selección de afinados textos, y en esto es ejemplar el congreso médico de "La columna vertebral". Contra el tiempo es un libro poderoso y logrado, donde dos joyas destacan sobre la elevada media del conjunto: el asombroso "La revancha", donde una anécdota del mundo del boxeo -la peripecia de El Flaco- nos seduce por su gracia, naturalidad, suspense y ritmo, en una historia deslumbrante de amor-odio ; y el prodigioso cuento "El viejo en el jardín", donde el día de piscina (pileta) y parrillada de un anciano rico con sus nietos sirve para el repaso vital de este "viejo exigente y desconfiado", con un gran cruce de planos final en el que Ana María Shua muestra que también existen "horribles recuerdos del futuro".