Ensayo

Claves de la poesía contemporánea

Ricardo Senabre

13 junio, 1999 02:00

Biblioteca Filológica. Almar. Salamanca, 1999. 380 páginas

Cuán útil resulta esta clase de libros, si los textos reunidos contienen elementos tan valiosos como el presente. Del todo fundamentales resultan los ensayos sobre Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado, que ocupan la parte central

R icardo Senabre ha reunido en este volumen una serie de trabajos que califica en un breve, aunque imprescindible prólogo como "aproximaciones al fenómeno poético". Se trata de ensayos, algunos de ellos ya publicados y ampliamente citados y utilizados, en tanto que otros, inéditos en letras de molde, fueron conferencias o textos de carácter oral. Sin embargo, conviene apuntar que, salvo el aparato de notas que acompaña a unos y del que los otros carecen, el tono -a pesar del tiempo que separa algunos- apenas ha hecho mella en el enfoque, el tratamiento y su agudeza interpretativa.
Sobre la metodología utilizada, el profesor Senabre apenas se detiene en breves líneas: "cualquier acercamiento al texto poético es válido si nos ayuda a ensanchar nuestra percepción y nos descubre algún significado, algún matiz, algún aspecto constructivo original que nos habían pasado inadvertidos. En unas ocasiones hay intención de demostrar algo; en otras, se trata únicamente de sugerir, de apuntar, de esbozar caminos que pueden ser recorridos más a fondo y quizá con provecho".
En este feliz eclecticismo metodológico es donde podemos advertir los evidentes aciertos del crítico, quien, pese a todo, se mueve preferentemente en tres direcciones: la estilística adaptada a las circunstancias del texto de forma nada rígida; el análisis ideológico que puede o no proceder del contexto; así como determinadas circunstancias biográficas que pueden iluminar los versos o el poema. En uno de los ensayos sobre Juan Ramón Jiménez podemos advertir su concepto de "poeta". El crítico se encuentra, pues, asentado sobre premisas claras: "El poeta es, inevitablemente, un cronista de sí mismo, pero, en lo esencial, sólo de aquellos aspectos de su personalidad que no forman parte de su biografía externa. En el campo de la ‘realidad’ que el poeta incorpora a su obra se incluyen aspiraciones, sueños, esperanzas y anhelos que nunca llegaron a realizarse, pero que en el mundo psíquico son tan reales como los viajes, las amistades o los enamoramientos de la vida biográfica". Sin embargo, conviene advertirlo, el crítico procura siempre no alejarse del texto citado, ciñéndose a él hasta exprimir su más íntimo sentido.
El profesor Senabre ha dividido el conjunto en cuatro apartados: dos ensayos sobre poetas románticos; doce sobre "98 y Modernismo"; seis sobre el período de "entreguerras" y ocho sobre la "posguerra". Con ello no se pretende buscar la "totalidad", pero resultan calas suficientes para evidenciar las preferencias y las aportaciones de Senabre al análisis de la poesía española de este siglo. Ha incluido, además, textos sobre unos pocos poetas hispanoamericanos: José Martí, Rubén Darío, César Vallejo y Pablo Neruda; inseparables por su evidente influencia en la evolución de la poesía española, sin pretender introducir en el conjunto una interpretación histórica del conjunto. Sin embargo, cuán útil resulta esta clase de libros, si los textos reunidos contienen elementos tan valiosos como el presente. Del todo fundamentales resultan los ensayos sobre Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado, que ocupan la parte central.
Nadie debería pasar por alto, al hablar de los dos poetas máximos de la España del siglo XX un ensayo como "Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado: relaciones y dependencias". Por descontado, algunas aportaciones como "Las correcciones de Antonio Machado" o "El gongorismo de Rubén Darío" o el "erotismo" en Juan Ramón Jiménez que algunos críticos se empeñaron en negar, así como "los arquetipos temáticos" en Unamuno son también del todo fundamentales.
Por otra parte, resulta excelente el análisis del autorretrato lorquiano, pórtico de Poeta en Nueva York. El bisturí del crítico ahonda más allá de lo previsible, enlazando el Lorca renovador con un Freud que se encuentra en la base de algunas experiencias del período. Pondría, sin embargo, algunos reparos a "Innovaciones en la poética de vanguardia", posiblemente porque deberíamos ponernos antes de acuerdo -tarea nada sencilla- sobre el concepto mismo de "vanguardia"; pero tal vez tengamos oportunidad de tratar de ello con calma y sosiego, como requieren los textos del profesor Senabre, en otra oportunidad.
Además de las aportaciones sobre Alberti o sobre Hernández, el crítico elabora un ensayo lúcido e inesperado: "Constantes estilísticas en la poesía de Gabriel Celaya", uno de los textos críticos más consistentes sobre el poeta, hoy tan lamentablemente olvidado. Y se llena, a la vez, de razones -que no podemos sino compartir- sobre la de Blas de Otero.
Ricardo Senabre se muestra interesado, asimismo, por la obra del olvidado Enrique Díez-Canedo, por la del canario Pedro García Cabrera, por Labordeta, analiza un significativo detalle de la poesía de José María Valverde, cerrando el volumen con el comentario a uno de los poemas del libro Insistencias de Luzbel de Francisco Brines. Un doble análisis que parte de formas o de temas en el análisis puntual de versos, inscritos en un conocimiento global de la tradición de la poesía española en su conjunto, elegidos sabiamente, convierten la lectura de este libro en una delicia. Interesará no sólo a los filólogos, sino a los lectores de la poesía española.