Ensayo

Memorias

Lidia Falcón

5 marzo, 2000 01:00

Planeta. 267 págs., 2.400 ptas.

Entre otros muchos límites, hasta 1975 en España las mujeres casadas estaban obligadas por ley a pedir permiso a sus maridos para trabajar fuera de casa y obtener un sueldo, que sus cónyuges podían cobrar directamente del empleador si así lo deseaban. Durante el franquismo, a las mujeres les estaban vedados los puestos de juez, fiscal, notario, abogado del Estado o diplomático. Tampoco existía el divorcio y los hijos quedaban bajo la patria potestad del padre. No ocurrió en el siglo XIX, sino hace menos de treinta años. La dictadura franquista decretó la muerte civil de la mujer. Todo esto, y mucho más, nos lo describe la abogada y periodista Lidia Falcón en su libro, testimonio de su denodada lucha en favor de los derechos de la mujer y contra la injusticia, por las que sufrió prisión.

Estas memorias también muestran la coherencia de su trayectoria y el profundo sentido de la independencia personal que la llevó a chocar con las cúpulas de los partidos en los que militó, desde el PCE y el PSUC hasta el submarino prosoviético de Líster. Asimismo destacan por su notable valor documental. Rescata nombres y episodios, proporciona una imagen vívida de la lucha en la clandestinidad y configura el retrato en profundidad de una generación. Incluso en los análisis posiblemente más errados, como su valoración de la Transición, para Falcón una adaptación lampedusiana de la oligarquía, o del 23F, cuyo triunfo era inaceptable para los intereses del capital por lo que fracasó, una forma mecánica de pensar sobre la realidad de sello marxista y en su prosovietismo, Falcón destaca por su coherencia. No abandona, se vuelca en la acción, en la defensa de los sometidos y dedica sus energías hasta la extenuación vital. La vida tomada en serio hasta sus últimas consecuencias.