Image: Más allá de la filosofía

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Ensayo

Más allá de la filosofía

Ana Bungard

31 enero, 2001 01:00

Editorial Trotta. Madrid, 2000. 482 páginas, 3000 pesetas

Estamos ante una completa, sistemática y, a la vez, respetuosa interpretación de la obra de María Zambrano. Desde ella, podrán partir lectores futuros para abordar sus interpretaciones

Cuando la calidad de una obra está probada, no es posible hacer referencia a ella sin aludir, aunque sólo sea someramente, el contexto editorial en el que dicha obra aparece. En este sentido, este libro sobre María Zambrano viene a reforzar el carácter de seriedad y de originalidad, ya consolidado, de las publicaciones de Editorial Trotta.

Se hacía necesario y se esperaba un libro sobre María Zambrano con la amplitud y seriedad del que ahora nos entrega Ana Bungard. En primer lugar, para deshacer una dicotomía que la autora subraya ya desde las páginas iniciales. La atención hacia la persona y la obra de María Zambrano se ha venido extendiendo en el extranjero y entre nosotros hasta unos límites inesperados, pero parece como si, en todo momento, esa obra se haya visto sometida bien a una utilización estrictamente "filosófica", analítica, o al panegírico desbordado.
Se hacía, pues, necesaria una aproximación (y una interpretación) rigurosa y objetiva a la obra de Zambrano, pero sin que, en ningún caso, se soslayase el que es mensaje inconfundible, último, de la autora. Ese mensaje que puede estar a veces "más allá", huidizo y sublime, crítico con la historia, pero que nos permite sintonizar con la esencia del mismo. Esta necesidad parece estar ampliamente cubierta tras la publicación del libro de Ana Bungard. En él, sistema y comprensión, preguntas y respuestas, análisis y dudas, parecen estar expuestos por igual, pero siempre sometidos a esa visión, global y fundamentada, de un análisis en el que no caben las interpretaciones sesgadas, parciales,o la manipulación.

Es justo y valioso, por tanto, el análisis de Bungard, no sólo cuando viene a iluminar el conjunto de lo que en Zambrano es literatura y filosofía, sino cuando no rehuye los que, hasta ahora, han sido temas de discrepancia, o con tendencia a ser delicados: sobre todos ellos, el de la "razón poética", que ella dejó fijada de manera muy precisa en entrevistas y en alguno de sus más iluminadores textos. Es, más, Bungard no duda en remachar ese análisis suyo desde el rigor subrayando, al comienzo y al final de su obra, aspectos que se tienden a soslayar, por difíciles o por apasionados, pero que es imposible hacerlo: la fusión entre pensamiento y poesía, la existencia en Zambrano de un pensamiento filosófico-religioso, la ya mentada negación de la historia y, sobre todo, un "pensamiento netamente místico, que nos pone frente a lo indecible o el "más allá del lenguaje", y que la autora reconfirma con estas palabras finales: "Todo aboca en el pensamiento de madurez de María Zambrano hacia la no-dualidad, hacia la reconciliación armónica entre pensar y ser. La des-simbolización llevada hasta el límite termina en mística".

"Transmitir estética y filosóficamente la presencia de lo sagrado como experiencia mística -sigue escribiendo Bungard- es una aporía que sólo un verdadero alquimista del lenguaje logra atravesar con éxito". Un músico o poeta, añadiríamos nosotros, por señalar ese asomarse a los abismos del arte y, más en concreto, a lo mejor del pensamiento poético y existencial español (Antonio Machado, Miguel de Unamuno), con el que la autora de "El hombre y lo divino" tanto sintonizó. "Voz paternal", sobre todo, la del primero de estos poetas, porque ella llegó a fundir su presencia con la de su padre, Don Blas Zambrano. Una carta de Antonio Machado a María, de diciembre de 1937, sella maravillosamente esta triple amistad o sintonía entre seres de una sensibilidad afín.

Destacamos esas frases conclusivas y contundentes de Ana Bundgard no para rehuir su visión primordialmente sistemática, que ya hemos señalado y que se da en todas las páginas de su libro, sino para evitar que el futuro lector piense que todo en él se fía al seco rigor o a una erudición ciega. Hay esperanza en la obra de Zambrano (sobre todo en su etapa final), y hay flexibilidad en este libro que, por encima de todo, busca la aproximación respetuosa a los contenidos, la fijación de teorías de apoyo fértiles para futuros estudiosos o para el simple lector, del que tan frecuentemente nos olvidamos.

Las tres partes del libro y sus trece capítulos tienen, a la vez, una gran unidad e independencia, adquiriendo algunos de éstos el carácter de verdaderas monografías. Así, los estudios comparativos con Ortega, Machado, el senequismo, Cervantes o Galdós, por aludir a los de carácter más filosófico-literario. Pero sin olvidar esa tercera parte final -"La escritura como espacio de revelación. El ser y la palabra"- en la que Bundgard entra con valentía y lucidez en temas más hondos y sublimes, como el análisis de "Claros del bosque"; o de temas nucleares, como la nada, el vacío, el amor, o la existencia como "experiencia mística vivencial."

Ana Bungard es profesora en el Departamento de estudios Hispánicos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), y esta obra que ahora se publica fue, en sus inicios, una tesis de doctorado en filosofía, defendida en la Universidad Complutense de Madrid. Personalidades tan afines con el tema tratado, como son las de Abellán o Cerezo Galán se dejan sentir tras la metodología, la profunda claridad y la aventura final de la publicación de este libro.

Estamos, en definitiva, ante una completa, sistemática y, a la vez, respetuosa interpretación de la obra de María Zambrano. Desde ella, podrán partir estudiosos y lectores futuros para abordar sus propias interpretaciones y dejar siempre abiertas las revelaciones últimas de Zambrano, ese "umbral" ante el que, según ella, no se puede retroceder, y tras el que puede estar la poesía. O el "misterio" del ser o del "más allá", si es que no queremos o no podemos llegar a explicar lo que el conocimiento no debe explicar.