Image: Cambio de rumbo

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Ensayo

Cambio de rumbo

IGNACIO HIDALGO DE CISNEROS

10 octubre, 2001 02:00

Int. de M. Tuñón de Lara. Ikusager. Vitoria, 2001. 622 páginas

Buena parte de las autobiografías tiene como característica la conjunción de dos elementos, un ajuste de cuentas con los personajes que han rodeado e influido en la vida del autor y el deseo de dar una explicación coherente de su trayectoria personal y pública. En las memorias del que fuera jefe de las Fuerzas Aéreas de la II República durante la Guerra Civil, si algo hay de lo primero, prácticamente nada se encuentra de lo que pueda parecerse a la plasmación de una congruencia vital. La honradez es una de las virtudes que adornan a Hidalgo de Cisneros y ésta comporta una sinceridad que hace que emerjan todas las contradicciones que el desarrollo de una vida lleva aparejadas. Es del todo cierto, pues, su propósito: "no pretendo explicar los hechos tal como fueron, sino tal como yo los vi cuando ocurrieron".

Efectivamente, el autor no aporta ninguna explicación del tipo "toma de conciencia" que le habría llevado de pertenecer a un ámbito social acomodado y conservador a acabar militando nada menos que en el Partido Comunista durante la guerra. La realidad es otra. Fueron las circunstancias las que cambiaron el rumbo de su vida. Hidalgo de Cisneros era un militar del aire que amaba profundamente la aviación, de hecho fue uno de sus pioneros en España. Las circunstancias históricas, un marcado sentido del deber y del compañerismo y cierto instinto caballeresco para alinearse contra lo que consideraba injusto le embarcaron en una dirección que no le "correspondía". Y todo empezó el día en que se jugó su suerte en la sublevación republicana de Cuatro Vientos contra el régimen de Primo de Rivera. Desde ese momento se fue consolidando su compromiso con la causa republicana.

Aparte de las acciones aéreas, campañas y destinos en los que se vio implicado en España, Marruecos, Alemania, Italia y la URSS , el lector encontrará retratos de numerosos personajes de la política (Azaña, Prieto, Casares...), la milicia (Franco, Queipo, Sanjurjo,...), la cultura (Malraux y Saint-Exupéry, Valle, Juan Ramón, Unamuno...) y la política internacional (Stalin, Mussolini...) y un buen número de anécdotas. En fin, son las memorias de un hombre bien intencionado, honrado y que, apolítico por carácter, como militar sirvió con todo su arrojo y eficacia a la causa de la República hasta el último momento.