Ensayo

La fascinación rusa. Los Ballets Russes de Diaghilev y España

Y. NOMMICK Y A. ÁLVAREZ CAÑIBANO

24 octubre, 2001 02:00

Fundación Manuel de Falla/C.D.M.D. Madrid, 2001. 369 páginas

Pocas aventuras artísticas han tenido la trascendencia de los Ballets Russes. Es imposible valorar la música, la danza y el arte del primer tercio del siglo XX sin ellos. La genialidad de Sergei Diaghilev a la hora de apostar por la renovación de un arte como la danza rodeado por los más grandes compositores y pintores de su tiempo merece ser destacado por la historiografía.

Este libro viene a llenar un hueco importante en el conocimiento de la figura de Diaghilev y sus Ballets Russes. Aunque se ha publicado bastante sobre el empresario ruso, quedaba por analizar la importancia que en el desarrollo de su compañía tuvo su vinculación con España. No se puede olvidar que de no ser por su estancia en nuestro país durante la I Guerra Mundial, es muy probable que se hubieran acabado por disolver. También hay que destacar el apoyo personal de Alfonso XIII, que mantuvo una relación muy estrecha con Diaghilev, y la importancia que tuvieron las colaboraciones con artistas hispanos. Siempre se recuerda el caso de Falla, que compuso El sombrero de tres picos bajo su inspiración; pero no se debe olvidar la labor de Picasso, Miró, Pruna y Sert, que ayudaron en la confección de decorados.

Este volumen toma como punto de partida las actas del congreso España y los Ballets Russes. Con buen sentido, se ha optado por ampliarlas con varios trabajos monográficos, entre los que se incluyen uno dedicado a las relaciones entre Diaghilev y Falla a través de su epistolario, el análisis de la vida coreográfica madrileña y la influencia de lo ruso en España.
Surgirán voces que discrepen del enfoque, de la falta de un determinado aspecto o de la irregular calidad de algunos artículos. Pero no se le puede negar al conjunto una buena factura y, sobre todo, la aportación que supone al conocimiento de uno de los fenómenos más fascinantes del pasado siglo. No es de recibo que no se traduzcan las poco más de veinte páginas de las ponencias en otros idiomas. A pesar de todo, es de imprescindible adquisición para los interesados en la música, la danza y el arte pictórico en nuestro país durante el primer tercio del XX.