Image: Zarápolis. La historia secreta de un imperio de la moda

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Ensayo

Zarápolis. La historia secreta de un imperio de la moda

CECILIA MONLLOR

24 octubre, 2001 02:00

Ediciones del Bronce. Barcelona, 2001. 287 páginas, 2.500 pesetas

Como sugiere el título del libro, su objeto es la historia de la empresa de confección Zara, protagonista de un brillante crecimiento desde hace 26 años, hasta alcanzar sobresalientes dimensiones, en el mercado nacional e internacional.

El hecho de que el creador y máximo gestor de este éxito, Amancio Ortega -probablemente la primera fortuna hoy del país- sea un hombre que ha rehuído de modo sistemático la aparición de noticias sobre su persona e incluso de su imagen en los medios de información, otorga un interés añadido a este libro.

La autora, Cecilia Monllor, quizá por huir del estilo ensayístico ha preferido plantear su libro como una no muy afortunada mezcla de relato de ficción y reportaje hagiográfico. La historia de Zara avanza sorteando diálogos y digresiones de personajes imaginarios. Bien es cierto que, a medida que progresa la escritura del libro, la historia auténtica se va apoderando de sus páginas.

El nacimiento de la firma se fija en 1975, a partir del aprendizaje de Ortega en un modesto almacén de La Coruña, durante los años cincuenta, y tras la creación de su primera empresa de confección en 1963. La intuición inteligente de Ortega le hizo ver algo que, más tarde, muchos comprobarían. En la década de 1970 el consumidor -sobre todo, la consumidora de bajo poder adquisitivo- estaba variando sus preferencias desde la ropa convencional hacia el vestido de diseño imaginativo y cambiante. La razón del primer triunfo fue confeccionar ropa barata parecida a la que se vendía en las boutiques céntricas de las ciudades. Los modelos a copiar serían, sobre todo, de Francia o Italia. Probablemente, en este punto, el lector agradecería algunas referencias a dos hechos de nuestra reciente historia económica. Por un lado, el rápido crecimiento de la renta por habitante de España desde 1960, hasta converger con la renta media de Europa occidental en más de un 70 por ciento en 1975, y, por otro, una integración mayor de la sociedad y la economía española en la Europea durante la misma época.

También la temprana prosperidad de Zara se explica, según el libro, por la pronta aplicación de sistemas de información en el doble sentido del término: tecnología informática y conocimiento inmediato de las nuevas pautas de consumo.

En 1979 nació Inditex, el holding de empresas de Ortega, que comenzó, desde el principio, a ganar presencia en el exterior, a donde acudiría a proveerse de materias primas, trabajo y servicios, así como también para colocar sus productos acabados. A la descripción de esta multinacional se dedican las dos terceras partes del libro, tras una apreciable nota biográfica de la familia Ortega. La personalidad del empresario, las relaciones con sus competidores -por ejemplo, Adolfo Domínguez, Cortefiel, Mango-, la evolución de la estrategia organizativa y financiera, ocupan diversos capítulos. El interés del objeto tratado en Zarápolis es indudable, pero una exposición más rigurosa, como otras historias de las empresas y empresarios que hoy se publican en España, hubiera realzado su valor.